Un mercado de arte que puede ahogarse en el provincianismo

Las galer¨ªas extranjeras que acuden este a?o a Arco han decidido con esta actitud respaldar una feria que consideran valiosa, importante y "simp¨¢tica". Sin embargo, lamentan que los coleccionistas espa?oles compren poco arte internacional. "Este ano comprobaremos si Arco se ahoga en el m¨¢s profundo provincianismo o s¨ª tenemos la oportunidad de mantenerla como una feria internacional", dice el representante de la galer¨ªa suiza Bruno Bischofberger.

La reducci¨®n de espacio y expositores parece un logro positivo a la mayor¨ªa de las galer¨ªas extranjeras que participan en Arco 93. Algunos de los representantes de las principales galer¨ªas de vanguardia no han dudado en acudir este a?o porque consideran que s¨®lo con la persistencia se logran los triunfos s¨®lidos a largo plazo. Thomas Lighton, de Waddington Gallerles (Londres), valora sobre todo la continuidad: "Nuestro inter¨¦s en venir este a?o a Arco, porque vamos tambi¨¦n a otras siete u ocho ferias internacionales, es la de la continuidad. Esta es la tercera vez que venimos a Arco, y lo hacemos porque aqu¨ª encontramos un mercado en desarrollo, especialmente para el arte m¨¢s actual. Es un mercado establecido para el arte m¨¢s tradicional, como Mir¨® y Picasso. Pero hay ahora aqu¨ª un gran inter¨¦s tambi¨¦n por artistas norteamericanos y europeos, adem¨¢s de los espa?oles. Traemos una mezcla de los cl¨¢sicos y los m¨¢s j¨®venes"."Vienen coleccionistas suramericanos y encontramos tambi¨¦n aqu¨ª a los espa?oles", contin¨²a Lighton. "Es un buen punto de encuentro. Antes de inaugurar la feria ten¨ªamos ya dos obras vendidas, y eso me hace optimista con respecto a este a?o".

Hans Mayer, de la galer¨ªa alemana que lleva su nombre, es de la misma opini¨®n: "En las dos ediciones anteriores, que ya se ve¨ªan como a?os dif¨ªciles, no nos fue mal, y por eso decidimos volver. No puedes Ir a las ferias s¨®lo en los tiempos buenos. La continuidad es la que ve al final los frutos del trabajo".

David Juda, de la galer¨ªa brit¨¢nica Annely Juda, viene en busca de los coleccionistas espa?oles y cree que el mercado no ha empeorado. "Los cambios en los precios han venido principalmente en los artistas norteamericanos, que llegaron a alcanzar cifras de locura y ahora han tenido que bajarlos. En Espa?a tambi¨¦n hubo artistas que llegaron a ponerse demasiado caros".

Pero cada uno cuenta la feria seg¨²n le va en ella. Andrea Caratsch, de la galer¨ªa Bruno Bischofberger (Suiza), es muy tajante en sus opiniones. "Tenemos una posici¨®n muy especial porque somos los representantes mundiales de M¨ªquel Barcel¨®. Por eso para nosotros tiene mucho inter¨¦s venir a Arco, donde vendemos muy bien. Pero aparte del asunto financiero, nos sentimos algo frustrados porque el inter¨¦s principal de la gente es el arte espa?ol, y en relaci¨®n a nosotros, Barcel¨®. Nosotros hacemos enormes esfuerzos en traer otros artistas como Schnabel, Warhol, Salle, Clemente o Condo, y casi nadie se interesa por ellos. Todos nuestros clientes son espa?oles, nunca hemos vendido a extranjeros en Arco. Creo que este ano comprobaremos si Arco se ahoga en el m¨¢s profundo provincianismo o si tenemos la oportunidad de mantenerla como una feria internacional. Si miras el cat¨¢logo ver¨¢s que la mayor¨ªa, incluidos nosotros, presentan s¨®lo arte espa?ol".

Un aspa roja

"Soy muy radical. Pienso que la feria no deber¨ªa tener m¨¢s de cien galer¨ªas en total. Las grandes ferias son cosa del pasado. El criterio de selecci¨®n de Arco el ano pasado fue miserable, se podr¨ªa haber tachado con una gran aspa roja todo el primer pabell¨®n. Lo ideal hubiera sido hacer en las instalaciones del a?o pasado un feria a¨²n m¨¢s reducida que ¨¦sta", dice Caratsch.

William Chambers, de la galer¨ªa Grace Borgeicht (EE UU), opina: "No me considero un portavoz de las galer¨ªas norteamericanas, pero podr¨ªa decir que muchas de ellas han dejado de ir a las ferias internacionales este a?o, y no s¨®lo a Arco, a causa de la recesi¨®n en el pa¨ªs. Asistir a las ferias cuesta mucho dinero, y existe una tendencia en Nueva York que es la de fortalecer el mercado interno".