El Defensor del Pueblo destaca en su informe que la Administraci¨®n mantiene actitudes xen¨®fobas

El defensor del pueblo, ?lvaro Gil-Robles, reprob¨® ayer "las actitudes de claro signo racista o xen¨®fobo" protagonizadas por los ciudadanos y las administraciones p¨²blicas, que fueron una de las principales preocupaciones de su instituci¨®n en 1992. Las quejas de los extranjeros ocupan 100 de las 2.562 p¨¢ginas de la memoria anual, que el defensor entreg¨® ayer al presidente del Congreso. El defensor tramit¨® 19.713 reclamaciones, abri¨® 114 quejas de oficio y realiz¨® 156 visitas de inspecci¨®n. "Ahora mismo sigue habiendo problemas a diario y eso se debe corregir inmediatamente", manifest¨® Gil-Robles.

La inadmisi¨®n de extranjeros ha generado en 1992 numerosos problemas en los controles fronterizos, especialmente en el aeropuerto de Madrid-Barajas. "Gran parte de las actuaciones y decisiones de rechazo se toman sobre la base de la presunci¨®n de que determinados ciudadanos procedentes de pa¨ªses de bajo nivel de rentas vienen a nuestro pa¨ªs con el ¨²nico objetivo de buscar trabajo, sin que los funcionarios intervinientes den cr¨¦dito a las manifestaciones de estas personas sobre la raz¨®n de su viaje", se?ala la memoria. Recoge el caso de cuatro personas a las que, pese a cumplir todos los requisitos, no se les permiti¨® la entrada en Espa?a por este motivo. Gil-Robles inform¨® que durante los fines de semana se plantean problemas con los inmigrantes que llegan como polizones en los barcos que atracan en Baleares y Canarias. ?stos suelen solicitar asilo o refugio. Aunque en la mayor¨ªa de los casos hay indicios de que huyen de su pa¨ªs agobiados por el hambre -y no por sufrir persecuci¨®n pol¨ªtica-, el Defensor del Pueblo se mostr¨® total mente opuesto a que sea la polic¨ªa quien decida sobre la situaci¨®n de estas personas, sin instruirse antes el oportuno expediente. "No puedo ocultar que algunas acciones [de los funcionarios de la Administraci¨®n] est¨¢n conectadas con el color de la piel de los afectados", agreg¨® Gil-Robles, cuyo mandato al frente de la instituci¨®n finaliza el pr¨®ximo 15 de marzo.

Malos tratos. Las quejas por malos tratos de los Cuerpos de Seguridad del Estado han descendido con relaci¨®n a a?os anteriores: 38 casos en 1991 y 31 en 1992 (15 de ellas protagonizadas por el Cuerpo Nacional de Policia). Gil-Robles es especialmente cr¨ªtico con los responsables de estos cuerpos, "que se resisten a aplicar a los agentes denunciados medidas cautelares de suspensi¨®n de funciones -incluso en los supuestos m¨¢s claros- so pretexto de esperar un pronunciamiento judicial". El Defensor del Pueblo critica duramente que la polic¨ªa obligue a los detenidos a desnudarse totalmente para cachearles, al entender que tal pr¨¢ctica ataca el derecho a la intimidad. El a?o pasado hubo 13 quejas por aplicaci¨®n de la denominada ley Corcuera, pero la oficina de Gil- Robles comprob¨® que en todos los casos se hab¨ªa hecho de for ma correcta.

Escuchas y recibos del 903. Gil-Robles atac¨® ayer con dureza al presidente de la compa?¨ªa Telef¨®nica, C¨¢ndido Vel¨¢zquez, debido a que ¨¦ste, dijo, quiere escapar del control de la citada instituci¨®n. "No lo aceptar¨¦", declar¨® rotundo Gil-Robles, que cree que Telef¨®nica debe dejar en suspenso el cobro de los recibos a los titulares a los que se les incluye cantidades del servicio del 903.

Telef¨®nica ha desmontado entre 1989 y 1991 un total de 692.400 l¨ªneas de tecnolog¨ªa Rotary, que permit¨ªan la escucha directa de las conversaciones. Deber¨¢ haber desmontado otras 259.788 en el a?o 1992 y en el presente las 145.900 restantes, atendiendo as¨ª las recomendaciones del Defensor del Pueblo.

Lentitud y p¨¦rdida de pruebas. "La Justicia sigue siendo la administraci¨®n que m¨¢s quejas produce", se?al¨® Gil-Robles. Lentitud, retrasos y aparente p¨¦rdida de joyas y otras piezas de convicci¨®n motivaron 2.509 reclamaciones. La necesidad de reformar el sistema de responsabilidad de los jueces y la dificultad para investigar las quejas contra los abogados son otros aspectos preocupantes.

Hacinamiento. El "enorme hacinamiento" en que viven los 42.817 reclusos en las c¨¢rceles espa?olas, lo que determina que no haya un estudio individualizado de cada uno de ellos y que el tratamiento de reinserci¨®n no sea el adecuado. El defensor critica la tardanza en abrir nuevas c¨¢rceles. Considera "fundamental" el sistema de permisos y cree que una "intervenci¨®n clara" de los jueces de Vigilancia Penitenciaria es la mejor garant¨ªa para autorizarlos, por lo que deben cubrirse las vacantes que este tipo de jueces que hay actualmente. Psiqui¨¢tricos impresentables. Gil-Robles destaca la necesidad de informar a los enfermos, proteger los derechos de los usuarios, reducir las listas, de espera, etc¨¦tera. Especial preocupaci¨®n siente por los hospitales psiqui¨¢tricos, a algunos de los cuales no dud¨® en calificar de "absolutamente impresentables". Insiste en que la Seguridad Social debe hacerse cargo de los gastos ocasionados por la atenci¨®n de los enfermos mentales para "no dejar desamparados" a los Interesados y a sus familias. El defensor del Pueblo se quej¨® ayer de que "no haya hospitales para pacientes de larga duraci¨®n o de edad avanzada".

Silencio positivo. El Defensor del Pueblo se congratula de que la Administraci¨®n del Estado haya recogido varias de las recomendaciones que ha ido haciendo en los ¨²ltimos a?os para lograr una mejor atenci¨®n al ciudadano. En concreto, la consideraci¨®n de que el silencio administrativo tiene valor de concesi¨®n, en lugar de denegaci¨®n, como anteriormente. No obstante, hubo 3.115 quejas contra Trabajo, Sanidad y Seguridad Social; y 8.423 por asuntos de Cultura y Educaci¨®n (sobre todo por la admisi¨®n de alumnos en la ense?anza no universitaria). Las administraciones regionales y locales acaparan numerosas reclamaciones por infracciones urban¨ªsticas, ruidos y protecci¨®n del medio ambiente.

Hay abundantes quejas de los ciudadanos por la lentitud de los registros civiles, sobre todo por las solicitudes de nacionalidad espa?ola, debido a la demora con que el Ministerio del Interior emite sus informes. Un n¨²mero significativo de quejas se refiere al " trato incorrecto" que los agentes de Tr¨¢fico dispensan a los automovilistas, lo que ocasiona "incidentes innecesarios".

Disminuyen las novatadas. Cuatro soldados se dirigieron el a?o pasado al Defensor del Pueblo para quejarse de haber recibido malos tratos en el Ej¨¦rcito y otros seis lo hicieron por haber sido v¨ªctimas de novatadas (uno fue insultado por ser gitano y otro fue obligado a relatar su primera experiencia sexual).

El informe anual de la instituci¨®n se congratula de la disminuci¨®n de las novatadas, pr¨¢cticas que "atentan contra la dignidad de las personas", a?adiendo que "no pueden ser toleradas, por peque?as que parezcan".