Goya m¨¢s que Macarr¨®n
Los expertos en la venta de la colecci¨®n Thyssen a Espa?a se?alan a Carmen Cervera como la clave del proyecto
La sonrisa decisiva es la de Carmen Cervera, m¨¢s cercana a Goya que a Macarr¨®n. Todos coinciden en se?alar a la ex Miss Espa?a como la clave en la venta de la colecci¨®n de su marido, el bar¨®n Thyssen, a Espa?a. El acuerdo, que se firmar¨¢ en los pr¨®ximos meses, cierra un proceso que comenz¨® un d¨ªa de tormenta en abril de 1986. En el castillo ingl¨¦s de Daylesford, mientras desde una base cercana despegaban aviones norteamericanos para bombardear Libia, en un sal¨®n umbr¨ªo decorado con obras maestras de arte moderno los barones cenaban con representantes del Gobierno espa?ol para hablarles por primera vez del posible traslado de la colecci¨®n. Con la firma del acuerdo culminar¨¢ el proyecto cultural espa?ol m¨¢s espectacular del siglo.
Con una diferencia de edad de 21 a?os, el bar¨®n Thyssen, que tiene 72, parece mantener intacta la admiraci¨®n por su mujer. Carmen Cervera, una barcelonesa de agitada y azarosa vida pasada, enviud¨® en 1973 de Lex Barker, Tarz¨¢n, y hered¨® de ¨¦l una peque?a fortuna cuya dilapidaci¨®n los cronistas atribuyen a su segundo marido, Espartaco Santoni, al que lleg¨® a visitar en la c¨¢rcel de Carabanchel. Mientras Santoni regenta ahora unos bares en Marbella, ante la indiferencia de una jet que no le perdona el libro que escribi¨® contando las intimidades de sus antiguas amantes, Carmen Cervera ha llegado a la cumbre social y es respetada en los c¨ªrculos culturales, que pasan por alto, condescendientes, sus comparaciones entre Macarr¨®n y Goya. Nadie duda de que gracias a ella los 800 cuadros que ahora se exhiben en el palacio de Villahermosa de Madrid, y que integran una de las colecciones privadas m¨¢s importantes del mundo (la segunda, dicen algunos cr¨ªticos, despu¨¦s de la que posee la reina de Inglaterra), se quedar¨¢n en Madrid gracias al empuje y a la generosidad de esta bella mujer."Tita es un bulldozer", explica alguien que ha seguido de cerca toda la negociaci¨®n de venta de los cuadros. El abogado Rodrigo Ur¨ªa prefiere llamarla "fuerza de la naturaleza", mientras que Miguel Satr¨²stegui, ex subsecretario del Ministerio de Cultura, destaca su "enorme poder de persuasi¨®n". La propia Carmen Cervera explica con contundencia su postura: "Creo en la colecci¨®n, creo en mi pa¨ªs, y le debo este esfuerzo a mi marido, que nunca me ha defraudado".
Tita Cervera, a punto de entrar en la cincuentena, mantiene casi intacto su atractivo f¨ªsico, se viste con un eclecticismo adornado por sencillas pero valios¨ªsimas joyas y se pasea por la vida con una naturalidad propia de alguien que actu¨® como actriz en pel¨ªculas de baj¨ªsima calidad, atraves¨® momentos de penuria econ¨®mica y subi¨® en los 12 ¨²ltimos a?os al para¨ªso del aut¨¦ntico lujo.
Un perfecto aliado
M¨¢s que a Macarr¨®n, Tita Cervera deber¨ªa aferrarse a Goya. Casualmente, la baronesa encontr¨® en el genio aragon¨¦s un perfecto aliado para iniciar la operaci¨®n de traer a Espa?a los cuadros de su marido. La marquesa de Santa Cruz estaba a punto de subastarse en Londres en 1986, tras ser exportado de Espa?a ilegalmente, cuando el entonces ministro de Cultura, Javier Solana, encarg¨® al abogado Rodrigo Ur¨ªa y a Miguel Satr¨²stegui que iniciaran un procedimiento legal en la capital brit¨¢nica para que el lienzo volviera a Espa?a, lo que se consigui¨® en el mes de abril.Fue con ocasi¨®n de estos viajes a Londres, y otros encuentros del bar¨®n con Solana y con la baronesa -la primera vez que ella le habl¨® al ministro del proyecto fue durante la entrega de los Premios Naranja (ella) y Lim¨®n (¨¦l)-, donde se dieron los primeros pasos. En esos momentos, el bar¨®n preparaba en Lugano una muestra sobre Goya en las colecciones privadas y le interesaba mucho contar con La marquesa de Santa Cruz.
Sin embargo, el primer ofrecimiento formal realizado por el bar¨®n al Gobierno espa?ol fue a trav¨¦s de una carta entregada por el fallecido duque de Badajoz, cu?ado del Rey y gran amigo de los Thyssen. Esta carta lleg¨® al presidente del Gobierno y al ministro de Cultura. Tanto el Rey como Felipe Gonz¨¢lez han apoyado desde un principio la operaci¨®n, lo que ha facilitado el entendimiento entre los sucesivos ministros de Cultura y el departamento de Econom¨ªa y ha dado confianza al bar¨®n.
"Quien empez¨® esta historia fue Solana", recuerda Heinrich Thyssen, "y desde luego el duque de Badajoz, con quien hace unos a?os se discuti¨® la posibilidad de que la colecci¨®n viniese a Espa?a. Hubo unas negociaciones, tras las que se consigui¨® el acuerdo. Tambi¨¦n fue muy activo Sempr¨²n, sobre todo a la hora de encontrar el arquitecto. Fuimos juntos a M¨¦rida para ver el Museo Romano, de Moneo, y me impresion¨®. Me qued¨¦ encantado de encontrar un arquitecto as¨ª, y creo que todos est¨¢n muy contentos con lo que ha conseguido en el palacio de Villahermosa. Esto es una de las cosas que hace feliz a todo el mundo, y a m¨ª en primer lugar".
El respaldo espa?ol para conseguir las obras fue "sin fisuras", dice Miguel Satr¨²stegui, con la ¨²nica voz disonante del entonces director del Museo del Prado, Alfonso E. P¨¦rez S¨¢nchez, que vio c¨®mo Villahermosa se le iba de las manos en sus proyectos de ampliaci¨®n del Prado. Los barones Thyssen, sobre todo Carmen Cervera, han tenido muy claro que Lugano (Suiza) -donde en un principio se exhib¨ªa, por razones de espacio, una peque?a parte de las 1.500 obras de arte del bar¨®n no es el lugar ideal para una colecci¨®n de esta envergadura.
"Lugano no puede tener m¨¢s que una d¨¦cima parte de los visitantes que vienen a Madrid", dice el bar¨®n, que considera una "soluci¨®n definitiva maravillosa" la venta de las obras a Espa?a, por las que se pagar¨¢n unos 40.000 millones de pesetas. Carmen Cervera cuenta razones m¨¢s dom¨¦sticas: "La peque?a capacidad hotelera de Lugano, las dificultades de acceso por carretera y por el lago, en el que en invierno hay hasta olas, nos hicieron rechazar la idea de ampliaci¨®n de Villa Favorita, para la que ten¨ªamos cinco proyectos de grandes arquitectos, que tengo grabados en v¨ªdeo". Cervera estaba tan obsesionada con que Lugano pudiera competir con Madrid que puso a la venta Villa Favorita a un precio de m¨¢s de 3.000 millones de pesetas. Finalmente, la casa no se vendi¨®, y en Lugano se siguen mostrando importantes obras de la colecci¨®n, adem¨¢s de ser centro de operaciones de Francesca, hija del bar¨®n.
La proximidad del Prado
Junto a Carmen Cervera, otro de los grandes pilares de la venida a Espa?a de la colecci¨®n es la proximidad del Museo del Prado. "Para un coleccionista de pintura no existe un sitio de mayor dignidad que mostrar sus cuadros frente al Prado y en un palacio del siglo XVIII", opina Satr¨²stegui. Los Thyssen tuvieron otros ofrecimientos, empezando por Suiza y siguiendo por pa¨ªses como Jap¨®n y ciudades como Stuttgart, Bonn, Par¨ªs, Londres y Los ?ngeles.Desde el primer momento, la idea de los Thyssen fue ofrecer la colecci¨®n en propiedad al Gobierno espa?ol. Sin embargo, "desde su punto de vista, se vio claro que les costaba tomar una decisi¨®n tan definitiva, y optaron por la soluci¨®n transitoria del alquiler", recuerda Satr¨²stegui. La cifra de los casi 10 a?os de pr¨¦stamo se tom¨® porque las leyes de protecci¨®n de obras de arte pueden impedir la salida de Espa?a transcurrida una d¨¦cada. Con motivo de esta operaci¨®n se consigui¨® que el Gobierno aprobara un real decreto, estableciendo un sistema parecido al ingl¨¦s -la indemnity, por el que el Estado garantiza los seguros de p¨¦rdida o deterioro de obras de arte que con car¨¢cter temporal se expongan en nuestro pa¨ªs, dado que no hay compa?¨ªa que pueda asegurar estas colecciones.
Cuando, previsiblemente dentro de unas semanas, la colecci¨®n Thyssen pase al Estado "pueden empezar a dedicarle a Carmen Cervera calles y avenidas", dicen personas entusiasmadas con lo que consideran la operaci¨®n cultural del siglo.
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