Nos morimos
La muerte pelona viene imparable. Es la advertencia de los expertos en patolog¨ªas diversas, despu¨¦s de consultar la estad¨ªstica y la inform¨¢tica, all¨¢ penas lo que les pueda ocurrir a los ciudadanos aprensivos. Sus ¨²ltimas previsiones son que el a?o 2000 la tercera parte de la poblaci¨®n padecer¨¢ c¨¢ncer y la mitad de los madrile?os ser¨¢n diab¨¦ticos.Los fumadores morir¨¢n todos y, adem¨¢s, ya pueden saber cu¨¢ndo. Alguien ha inventando una m¨¢quina que determina con exactitud cu¨¢nta vida han perdido por fumar. Se introducen los datos -"Var¨®n de 40 a?os, lleva 25 fumando una cajetilla diaria"-, saca el resultado -"Vivir¨¢ 10 a?os menos"-, y entonces al fumador le basta echar la cuenta. A no ser que antes le d¨¦ un infarto, del susto.
Quien no fume, tampoco se va de rositas: el 65% de los c¨¢nceres de pulm¨®n los sufren fumadores pasivos. A los checos, sin embargo, ya les da lo mismo fumar o no, pues una grav¨ªsima contaminaci¨®n les obliga a guarecerse en las casas para no envenenar sus pulmones. De todos modos, las casas no siempre son seguras. Por ejemplo, si pasan cerca cables de alta tensi¨®n hay riesgo de leucemia infantil, seg¨²n acaba de alertar la presidenta de la Sociedad Europea de Electromagnetismo.
Estos siniestros augurios acongojan a los ciudadanos, y aunque seguramente se salvar¨¢n del catastr¨®fico futuro anunciado por las estad¨ªsticas, es posible que caigan en un profundo estado depresivo, sin otra raz¨®n l¨®gica que el miedo a encontrarse con la muerte pelona a la vuelta de la esquina.
La sabidur¨ªa popular, en cambio, ten¨ªa resuelto el problema de la salud en dos reglas magistrales: 1. Si bien como y bien duermo, no estoy enfermo; 2. Cabeza fr¨ªa, pies calientes y culo ruidoso hacen al hombre sereno y hermoso. Y la gente disfrutaba de la alegr¨ªa de vivir, sin m¨¢s complicaciones.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.