Zul¨²es y afrik¨¢ners quieren descentralizaci¨®n
Las elecciones libres sobre la base de un hombre, un voto, previstas en Sur¨¢frica para antes del a?o 1994, van a producir un Parlamento cuya principal tarea ser¨¢ redactar la futura Constituci¨®n democr¨¢tica que regir¨¢ al pa¨ªs. El l¨ªmite para entrar en esa Asamblea Constituyente est¨¢ sin fijar, pero es probable que quede establecido en el 2,5% de los votos, lo que dar¨ªa voz en las discusiones, adem¨¢s de a los cinco partidos te¨®ricamente con derecho a estar en el Gobierno, seg¨²n las ¨²ltimas proyecciones, al Partido Dem¨®crata, una formaci¨®n liberal a la que se vaticina un 4% de apoyo popular. Una de las m¨¢s delicadas misiones de tal C¨¢mara ser¨¢ definir el futuro ordenamiento regional de Sur¨¢frica.
La rep¨²blica surafricana est¨¢ dividida en la actualidad en cuatro provincias, seis homeland negros aut¨®nomos y otros cuatro independientes, con una independencia muy peculiar y s¨®lo reconocida por el Gobierno de Pretoria.
La Sur¨¢frica democr¨¢tica contar¨¢ probablemente con 10 o 12 provincias cuyos l¨ªmites geogr¨¢ficos y poderes est¨¢n por definir y en las que deber¨¢n encontrar acomodo las m¨²ltiples lenguas y grupos ¨¦tnicos que integran este mosaico del ?frica austral.
Los blancos m¨¢s conservadores de origen afrik¨¢ner, descendientes de los holandeses que llegaron en 1652 y de otros europeos que huyeron del viejo continente por motivos religiosos, y los zul¨²es del Partido de la Libertad Inkatha, que dirige el jefe Mangosutu Buthelezi son quienes m¨¢s interesados est¨¢n en un Estado ampliamente descentralizado en el que unos y otros puedan conservar sus peculiaridades culturales, en el caso de los afrik¨¢ner, y de poder en el caso de Buthelezi, que gobierna la regi¨®n aut¨®noma de Kwazulu, desperdigada en el interior de la provincia de Natal, en el sureste del pa¨ªs.
El jefe Mangosutu Buthelezi ha apostado demasiado a la carta zul¨² y en esa apuesta ha perdido lo que era su ambici¨®n m¨¢xima, el ser un l¨ªder nacional. Los sondeos le dan los votos justos para entrar en el Gobierno de unidad nacional y hasta ponen en duda el apoyo que ¨¦l dice contar entre los zul¨²es. Frustradas de este modo sus aspiraciones, su objetivo se limita ahora a consolidar su poder en Kwazulu y conseguir de la conferencia multipartidista unas atribuciones a las que no podr¨ªa aspirar de someterlas al veredicto de las urnas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.