Situaci¨®n l¨ªmite
En muchas ocasiones de la vida, una situaci¨®n l¨ªmite nos hace comprender un contenido doctrinal que, considerado en fr¨ªo, puede parecer desorbitado. La situaci¨®n l¨ªmite es el triple crimen de Alc¨¢sser, el contenido doctrinal, la pena de muerte considerada en el catecismo de la Iglesia cat¨®lica.Las cr¨ªticas a la admisi¨®n extrema de este castigo por parte de la Iglesia han sido superficiales, parciales, descontextuadas del propio texto y, sobre todo, de las realidades humanas extrernas a las que se refiere y en las cuales s¨®lo se contempla. El catecismo parte como principio b¨¢sico que "la preservaci¨®n del bien com¨²n de la sociedad exige colocar al agresor en estado de no poder causar perjuicio" (2266). Ahora bien, cuando las leyes son insuficientes y no pueden prever esta exigencia, entonces es de justicia aplicar una pena proporcionada a la gravedad del delito. Y esto es legislado, no para responder a una situaci¨®n concreta provocativa, sino para impedir que ¨¦sta se produzca; no es, pues, venganza, sino equidad (justicia).
Y en este extremo de "vac¨ªo legal de medios" para proteger a la sociedad de los delincuentes es admitida la pena de muerte... Sin embargo, esta soluci¨®n no es considerada por la Iglesia cat¨®lica, ni much¨ªsimo menos, como ideal, y por eso concluye que "si los medios incruentos bastan para defender las vidas humanas contra el agresor y para proteger de ¨¦l el orden p¨²blico y la seguridad de las personas, la autoridad se limitar¨¢ a emplear s¨®lo esos medios porque ellos corresponden mejor a las condiciones concretas del bien com¨²n y son m¨¢s conformes con la dignidad de la persona humana" (2267).
Ahora depende de la sabidur¨ªa y experiencia de nuestros juristas el hacer in¨²til la pena de muerte porque las otras penas alternativas sean realmente eficaces y proporcionadas a la gravedad de los delitos.-
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