"El embargo juega a favor de la guerra"

ENVIADO ESPECIAL Bulatovic pas¨® de ser un simple profesor de Econom¨ªa de la Universidad de Podgorica, antigua Titogrado, a convertirse en el presidente de esta peque?a rep¨²blica, aliada de Serbia, tras las elecciones de diciembre. Al frente de la candidatura neocomunista del Partido Democr¨¢tico de los Socialistas, Bulatovic obtuvo 46 diputados sobre un total de 85 esca?os del nuevo Parlamento montenegrino.

Con fama de ret¨®rico y demagogo, Bulatovic se mueve entre la necesaria obediencia a la Serbia de Slobodan Milosevic y las crecientes protestas de la poblaci¨®n contra los efectos del embargo internacional y contra la actitud sumisa a los dictados de Belgrado.

"Es falso que el Ej¨¦rcito yugoslavo apoye con armas o con tropas a los serbios que combaten en Bosnia-Herzegovina", comenta el presidente de Montenegro. "Hay que tener en cuenta que Bbsnia ocupaba un papel muy destacado en la estrategia militar en la ¨¦poca de Tito, preocupada por una eventual agresi¨®n exterior".

Zona ideal para la defensa

"Esta regi¨®n reun¨ªa las condiciones, por su situaci¨®n en el centro de la antigua Yugoslavia y por su geografia monta?osa e intrincada, para convertirse en la zona ideal para la defensa del pa¨ªs", sigue Bulatovic. "De este modo, los cuarteles m¨¢s importantes, los almacenes de armas mejor abastecidos y la mayor¨ªa de las tropas se hallaban en Bosnia. Sirva como ejemplo que la f¨¢brica de armas m¨¢s grande de la antigua Yugoslavia se encontraba en esa rep¨²blica. Por todo ello, cuando estall¨® la guerra, todas las partes en conflicto ten¨ªan abundante armamento a su alcance. Esto explica la crueldad de los terribles delitos que se han conietido en esta guerra".

Bulatovic declina ofrecer una cifra del n¨²mero de voluntarios serbios y montenegrinos en la contienda b¨¦lica de Bosnia, pero indica que, en cualquier caso, es mucho menor que la manejada por la prensa occidental. Como pretendida prueba de la sinceridad de sus manifestaciones, el presidente montenegrino afirma: "En la conferencia de Londres sobre la paz en Yugoslavia ofrecimos a la ONU y a la Comunidad Europea que enviaran delegados para vigilar la frontera entre Yugoslavia y Bosnia. Pero la propuesta fue rechazada por la falta de presupuesto de las Naciones Unidas para esta misi¨®n. Si hubi¨¦ramos tenido algo que ocultar, no habr¨ªamos ofrecido este tipo de control".

"Esta situaci¨®n", se?ala reriri¨¦ndose a la guerra de Bosnia, "favorece a los fuerzas radicales que optan por la guerra y no por la paz. En el mapa pol¨ªtico de Yugoslavia se observa una expansi¨®n de los partidos extremistas como el de VojisIav Seselj, porque las sanciones econ¨®micas crean las condiciones para una fascistizaci¨®n y no para el desarrollo de la democracia".

A pesar de la escalada b¨¦lica, este hier¨¢tico y joven presidente se muestra optimista sobre la posibilidad de una pronta soluci¨®n diplom¨¢tica a la guerra en Bosnia. En un ejercicio que muchos podr¨ªan calificar de alarde de cinismo, Bulatovic se muestra preocupado por el futuro de los musulmanes de Bosnia. "Tengo miedo de que los musulmanes se conviertan en las mayores v¨ªctimas. No obstante, el conflicto se desencaden¨® cuando Alia Izetbegovic [presidente de Bosnia] quiso formar un Estado unitario y pretendi¨® que el 44% de los musulmanes dominaran a los serbios y a los croatas"

Seg¨²n el presidente montenegrino, en el momento de la disgregaci¨®n de la antigua Yugoslavia, se ofreci¨® a Bosnia que participara como socio, con igualdad de derechos, en la nueva federaci¨®n. "Si Bosnia formara hoy parte de Yugoslavia los musulmanes podr¨ªan vivir aqu¨ª sin problemas y se hubieran convertido en la segunda comunidad en importancia por el n¨²mero de habitantes. ?ste fue el mayor error de Izetbegovic y de su partido".

El plan de la ONU

Para Bulatovic, el proyecto de los copresidentes de la conferencia de paz de Ginebra, Cyrus Vance y David Owen, resulta factible. Despu¨¦s de subrayar que el plan precisar¨¢ de una notable aportaci¨®n econ¨®mica y de soldados por parte de la ONU, el l¨ªder de Montenegro a?ade que se trata de la mejor propuesta que se pod¨ªa imaginar para el futuro de Bosnia. "Occidente debe entender", matiza, "que la influencia de Yugoslavia sobre los serbios de Bosnia es muy limitada y que incluso nuestro pa¨ªs se esfuerza por aceptar soluciones que no son convenientes para esta comunidad, que puede sentirse adem¨¢s traicionada".

Con duras cr¨ªticas hacia Occidente, Bulatovic insiste en que los conflictos en los Balcanes se han originado siempre por los intereses de pa¨ªses extranjeros. "No podemos influir sobre la actitud de las grandes potencias, s¨®lo podemos orientar nuestra vida pol¨ªtica en la l¨ªnea de disminuir las tensiones regionales". Preocupado por la imparable crisis econ¨®mica que padece su peque?o pa¨ªs de poco m¨¢s de 600.000 habitantes, Bulatovic reconoce: "No existe modo alguno de combatir los efectos de un embargo internacional, nadie puede vivir aislado del mundo. En nuestro caso conviene tener presente que Montenegro era la rep¨²blica de la antigua Yugoslavia que realizaba proporcionalmente mayores intercambios comerciales con el extranjero. Ahora tenemos 30.000 parados m¨¢s y nuestro salario medio apenas rebasa los 30 marcos alemanes al mes".