Un paso atr¨¢s
En la secci¨®n Cartas al Director le¨ª una de don Antonio J. Rojo Sastre, de Madrid, publicada el 14 de febrero, y me qued¨¦ helada. ?C¨®mo puede ser que una persona que a causa de la represi¨®n pol¨ªtica franquista ha tenido que vivir 20 a?os fuera de su pa¨ªs y ha sufrido as¨ª una violencia enorme de no poder volver a su pa¨ªs, y, como ¨¦l mismo dice, siempre hab¨ªa estado a favor de la no violencia y a favor de "una sociedad de libertades", puede mencionar en su tercer punto que se haga un debate nacional sobre lo bien fundado o no de la abolici¨®n de la pena de muerte?Personas que asesinan, violan o raptan a otras personas (y no s¨®lo ni?os) son enfermos mentales a los que hay que curar. Y no asesinarlos igualmente o meterlos en prisiones donde no est¨¢n ni vivos ni muertos. Ellos saldr¨¢n un d¨ªa con m¨¢s agresiones todav¨ªa o con una resignaci¨®n, la que les hace imposible la vida.
Mir¨¦moslo claro: ?cu¨¢ntas personas son asesinadas, raptadas, violadas cada d¨ªa por televisi¨®n o en el cine? ?Cu¨¢les son las pel¨ªculas que ¨²ltimamente, en todos los "pa¨ªses civilizados", son las mejor vendidas? Son las que muestran y glorifican la violencia de uno u otro modo. ?Y qu¨¦ les pasa a los autores, a los directores o a los actores y a todos los otros que: participan en este crimen? Encima se les paga por la fabricaci¨®n y publicaci¨®n de estas crueldades.
Yo, como persona de esp¨ªritu humanitario, estoy convencida. de que todas las personas son, buenas al nacer y solamente su "tratamiento" y educaci¨®n har¨¢n de ellas lo que son cuando sean adultas. Una persona que nunca ha aprendido a comer con cuchillo y tenedor no sabr¨¢ utilizarlos. Una persona que nunca ha aprendido lo que es amor no sabr¨¢ lo que es y no sabr¨¢ darlo tampoco. Para explicar toda la trascendencia de este realmente grave problema se necesitar¨ªan muchas m¨¢s hojas de papel. Pero creo que no tenemos que dudar de que la pena de muerte ser¨ªa un paso atr¨¢s en la historia humana. Nos tenemos que enfrentar a los problemas de estos tiempos y de nuestra civilizaci¨®n como pensadores civilizados y humanos y no como animales-
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