Conflicto en Italia por el proyecto de normativas de la televisi¨®n de pago
Maurizio Pagani, un ministro hasta ahora relativamente an¨®nimo porque su cometido esencial son los correos y las telecomunicaciones -que en Italia funcionan francamente mal-, ha saltado al primer plano de la pol¨¦mica nacional en cuanto ha intentado meter un dedo en el campo, todav¨ªa virgen, de las televisiones de pago. El pasado jueves, el ministro Pagani sorprendi¨® al decir que la concesi¨®n de licencias de transmisi¨®n es posible s¨®lo a dos televisiones de pago nacionales.
El proyecto de normativa de Pagan?, que a¨²n no ha llegado a la comisi¨®n que deber¨¢ iniciar el debate, ha sido adelantado en alguna entrevista por el propio ministro, y responde esencialmente a los siguientes criterios: por problemas de saturaci¨®n de las ondas, habr¨¢ espacio s¨®lo para dos cadenas de televisi¨®n nacionales de pago; las televisiones de pago podr¨¢n emitir en r¨¦gimen abierto durante un m¨¢ximo de cuatro horas al d¨ªa, y se recomienda que se emitan en ese r¨¦gimen los grandes acontecimientos deportivos; las televisiones de pago podr¨¢n emitir publicidad con las mismas limitaciones que la televisi¨®n del Estado (un 12% del tiempo de programaci¨®n).Nunca tan pocos principios hab¨ªan ofendido a tantos; y comenzando por las televisiones de pago que ya est¨¢n operando. Hay tres cadenas de la Telepi¨² italiana, fundada por Silvio Berlusconi, que luego cedi¨® el control de la sociedad por exigencias de la ley que fija un m¨¢ximo de tres cadenas de ¨¢mbito nacional para un solo empresario, aunque conserva un 10% del capital.
Los nuevos due?os de Telepi¨², entre los que destaca el productor cinematogr¨¢fico Cechi Gori, recuerdan que sus tres redes operativas fueron reconocidas por el Gobierno ya el pasado mes de agosto, y rechazan, en consecuencia, la pretensi¨®n del ministro Pagani de reducibles ahora a dos redes. Tambi¨¦n critican los l¨ªmites de su publicidad, m¨¢s estrictos que los de las televisiones privadas que emiten en r¨¦gimen abierto, as¨ª como la posibilidad de emitir s¨®lo cuatro horas no codificadas, m¨¢s exigua que la permitida por la reglamentaci¨®n francesa, y la tendencia a que los acontecimientos deportivos deban ser para todo el p¨²blico.
"La directiva de la Comunidad Europea que recomienda la m¨¢xima difusi¨®n de los acontecimientos de especial inter¨¦s se refiere, seg¨²n han constatado repetidas veces destacados juristas, a noticias como la guerra del Golfo, y ciertamente no a la final de Wimbledon", razonan los due?os de Telepi¨².
Sanci¨®n al monopolio
No obstante, las cr¨ªticas mayoritarias al proyecto de Pagani van en un sentido diametralmente opuesto a ¨¦ste. As¨ª, Walter Pedulla, presidente de la RAI, la radiotelevisi¨®n del Estado, afirma que esta normativa sanciona el monopolio ya existente, de hecho, sobre un servicio en el que podr¨ªan aspirar a entrar su red u otros emisores. En ese sentido, se recuerda que la regulaci¨®n de la televisi¨®n privada ya vino a sancionar el monopolio f¨¢ctico que hab¨ªa logrado Berlusconi.
Otros peque?os emisores critican, adem¨¢s, que una televisi¨®n de pago tenga la posibilidad de emitir en r¨¦gimen abierto, porque, en su opini¨®n, ello supone una ambig¨¹edad insoportable y una competencia desleal con las televisiones que no disponen de la cuota mensual para financiarse.
La posibilidad de que las televisiones de pago contraten publicidad para emitirla incluso en r¨¦gimen abierto ha soliviantado, sin embargo, especialmente a los editores de peri¨®dicos. La norma en proyecto "representa el en¨¦simo regalo a la televisi¨®n comercial y la en¨¦sima amenaza para la prensa escrita" ha afirmado Giovanni Giovannini, presidente de la federaci¨®n de editores.
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