Car¨¢cter festivo

Bobby Watson ha mantenido a la parroquia del San Juan Evangelista puntualmente informada de sus andanzas. En 1981 se present¨® como director musical de los Jazz Messengers de Art Blakey, volvi¨® despu¨¦s al frente de su cuarteto de saxofones y ahora ha tra¨ªdo, por fin, al grupo que todo el mundo deseaba ver, Horizon, para cubrir la jornada inaugural del duod¨¦cimo festival de los colegiales, organizado este a?o seg¨²n una f¨®rmula que espacia los conciertos de domingo a domingo.Este nuevo car¨¢cter exclusivamente festivo le ha venido como anillo al dedo al jazz jubiloso y emocionante de Bobby Watson y sus selectos compa?eros. El p¨²blico tambi¨¦n lo entendi¨® as¨ª.

Si exceptuamos al casi exagerado Paquito D'Rivera, Watson es seguramente el saxo alto m¨¢s extravertido de este momento. Es, adem¨¢s, heredero directo de una tradici¨®n que como instrumentista contin¨²a una l¨ªnea interesada en cultivar un sonido puro y un fraseo expresivo, y como compositor ocupa lugar destacado en la galer¨ªa de los Benny Golson, Wayne Shorter o Bobby Timmons, todos ellos grandes aportadores de p¨¢ginas memorables al libro de oro de Blakey.

En su sesi¨®n madrile?a son¨® pleno, colorista y orgulloso, como si en cada solo desplegase un plumaje imaginario, tan denso, variado y llamativo como el del m¨¢s ex¨®tico de los p¨¢jaros. No obstante, tambi¨¦n supo ceder protagonismo para que el contrabajista Essiet Essiet introdujera con virtuosismo Bush song, una pieza incluida en el ¨²ltimo disco de Watson, Present tense, y para que el estupendo Terrell Stafford, un trompetista en la estela de Freddie Hubbard, luciera su vehemente lirismo en The inventor.

Obsesivo celo

Cada partitura original del l¨ªder fue exprimida con un celo casi obsesivo y una intensidad que el extraordinario bater¨ªa Victor Lewis se encarg¨® de mantener constante.Por su parte, el quinto miembro del grupo, Stephen Scott, sustituto del venezolano Ed Simon, confirm¨® su lugar de privilegio dentro de una nueva generaci¨®n de pianistas siempre dispuestos a demostrar su asombrosa preparaci¨®n.

La propina final, In case you missed it, un tema pegadizo adoptado en su d¨ªa por los Messengers, consigui¨® que la sesi¨®n acabase en la misma cumbre de un crescendo magn¨ªficamente dosificado.