Frank Lacy, omn?voro musical

Frank Lacy se ajusta exactamente a la descripci¨®n del omn¨ªvoro musical. Formado en una ¨¦poca de indefinici¨®n est¨¦tica, con extremos plagados de fusiones a menudo imposibles y revisiones del pasado con frecuencia est¨¦riles, ha conseguido imponer su criterio en gran parte gracias a sus colaboraciones con l¨ªderes de exigencias y gustos tan dispares como Art Blakey, Carla Bley o Lester Bowie, por poner s¨®lo tres ejemplos.No hay situaci¨®n que le resulte extra?a, ni la que requiere el toque preciso del especialista ni la que se esponja con la aportaci¨®n libre y espont¨¢nea. Atraviesa con la misma confianza los enrevesados pasajes del bop, los espacios marcadamente sim¨¦tricos y los terrenos del expresionismo m¨¢s imprevisible.

De la suma de todas sus capacidades se obtendr¨ªa una cifra tan alta que, bien administrada, dar¨ªa de sobra para configurar distintos m¨²sicos, incluso de caracter¨ªsticas casi antag¨®nicas. Sobra decir que Frank Lacy es uno de los mejores trombonistas de la actualidad.

Ha sido todo un lujo tener cerca durante tres d¨ªas a este inclasificable talento en la c¨¢lida intimidad de un peque?o local madrile?o. All¨ª, Frank Lacy ha revivido las sensaciones que dej¨® en su ¨²ltima visita a la ciudad: ha vuelto a regalar generosamente su vitalidad contagiosa, su swing torrencial, su variedad de estrategias, su amplia gama de recursos y, sobre todo, su gran habilidad para hacer del jazz una fiesta.

Ecos de los pioneros

De paso, ha recordado la absoluta vigencia de una forma de tocar el tromb¨®n a la que el olvidado Roswell Rudd dio forma e identidad en los primeros a?os sesenta.Es un estilo hospitalario con los ecos de los pioneros de Nueva Orleans, con el aire optimista de las fanfarrias, con el quejido del blues y con cualquier elemento enriquecedor, incluido el sentido del humor, quiz¨¢ no siempre evidente, pero continuamente presentido.

Lacy, muy bien acompa?ado por uno de nuestros mejores contrabajistas, el navarro Javier Colina, y algo acosado por el inefable bater¨ªa Greg Bandy, ha podido tomarse los minutos necesarios para expresar lo que tantas veces se ha visto obligado a contar precipitadamente en sus papeles secundarios.

Los resultados han aclarado que es m¨²sico respaldado por un concepto propio y que no necesita recurrir a nuevas composiciones para saberse y mostrarse innovador. Cl¨¢sicos tan frecuentados como Autumn leaves, Nardis o In a sentimental mod tambi¨¦n son buenos veh¨ªculos para lucir la originalidad, si se tiene, claro.