Un juez exige que sean p¨²blicas las reuniones del grupo de trabajo que elabora la reforma sanitaria en Estados Unidos

La poderosa primera dama norteamericana, Hillary Rodham Clinton, experiment¨® de cerca ayer las limitaciones que pueden encontrar sus ambiciones: un juez federal decidi¨® que las reuniones del grupo de trabajo sobre salud que preside no tienen categor¨ªa de acci¨®n gubernamental, y, por tanto, tienen que estar abiertas al p¨²blico.Unas horas antes de esta sentencia, Bill Clinton coment¨® que esperaba una decisi¨®n favorable a su esposa. Luego, el portavoz de la Casa Blanca, George Steplianopoulos, dijo que la sentencia vio tendr¨¢ un efecto pr¨¢ctico en la actividad del grupo de Hillary.

Esa sentencia judicial es respuesta a una demanda presentada en febrero contra Hillary Clinton por un grupo de m¨¦dicos y de abogados que representan a empresas relacionadas con la salud. Ese sector es uno de los que m¨¢s violentamente hab¨ªan reaccionado contra la pol¨ªtica de reformas sanitarias de la Administraci¨®n dem¨®crata. Oficialmente, la denuncia fue presentada por varios influyentes grupos de presi¨®n, la Asociaci¨®n Americana de M¨¦dicos y Cirujanos, el Consejo Americano para la Reforma de la Asistencia Sanitaria y el Centro Nacional de Temas Legales y Pol¨ªticos.

En un discurso el mes pasado, Clinton dijo que las industrias de salud y medicamentos incrementaban sus beneficios a costa de la salud de los ni?os norteamericanos, y anunci¨® fuertes recortes a los sueldos de los m¨¦dicos y las ganancias de los hospitales.

La decisi¨®n judicial de ayer podr¨ªa no estar muy separada de esa pol¨¦mica. El juez federal de distrito Royee Lamberth tuvo que decidir sobre una denuncia presentada en relaci¨®n con que el grupo de trabajo de Hillary Clinton incumpl¨ªa con una ley de 1972 que obliga a los comit¨¦s federales a abrir sus sesiones al p¨²blico, "excepto aquellos que est¨¦n plenamente integrados por funcionarios o empleados del Gobierno federal".

Hillary Clinton, que tiene prohibido ocupar cargos p¨²blicos por su condici¨®n de esposa del presidente, no cumple con esa excepci¨®n, y, por tanto, las reuniones de su grupo de trabajo tendr¨¢n que conformarse con ser una especie de asambleas a las que cualquier norteamericano podr¨¢ asistir.

En su sentencia de ayer, el juez decidi¨® que "el p¨²blico tiene derecho a conocer la informaci¨®n que se presenta a ese grupo, qui¨¦n la presenta, los costes de ese grupo y participar en sus reuniones".

Esta medida reduce la importancia del grupo de expertos de Hillary, en la que el presidente hab¨ªa confiado como la persona id¨®nea para dirigir uno de los proyectos m¨¢s ambiciosos de su Gobierno, la reforma sanitaria.