Ampliar Europa
LA DIFICULTAD surgida esta semana en el proceso de unidad europea tiene que ver -como la mayor parte de las de los ¨²ltimos tiempos- con la ratificaci¨®n del Tratado de Maastricht. Pero ahora afecta a quienes no son culpables m¨¢s que de un deseo de sumarse a la construcci¨®n de Europa. El Gobierno espa?ol ha decidido presionar al Reino Unido y a Dinamarca para que ratifiquen cuanto antes el tratado. En esta ocasi¨®n, sin embargo, ha escogido la v¨ªa de retrasar su propia ratificaci¨®n del acuerdo de constituci¨®n del Espacio Econ¨®mico Europeo hasta tanto Londres y Copenhague no hayan hecho lo propio con Maastricht. El EEE es la v¨ªa negociada de acceso de los pa¨ªses de la EFTA (Asociaci¨®n Europea de Libre Comercio, es decir, Austria, Suecia, Finlandia y Noruega -Suiza se autoexcluy¨® por refer¨¦ndum-) al paso previo de Maastricht, al Mercado ¨²nico creado por la CE para el 1 de enero de 1993, con la salvedad de los productos agr¨ªcolas. Exist¨ªa hasta ahora un consenso para que todos, CE y aspirantes, ratificaran el EEE antes del 1 de julio. Pero, en el ¨²ltimo Consejo de Ministros de la CE, Javier Solana ley¨® una comunicaci¨®n rompiendo ese consenso. Ello ha producido desilusi¨®n en Suecia y Finlandia (ambos se proponen ingresar plenamente en la Europa de Maastricht) y desolaci¨®n en Austria, que se siente v¨ªctima inocente de una pol¨¦mica que cree que no le ata?e.Pero la firme postura espa?ola tiene que ver con profundas convicciones y un modo de entender el europe¨ªsmo con el que nos identificamos, inseparables de la ampliaci¨®n de la CE, aunque ello no afecte al EEE m¨¢s que muy indirectamente. ?Con qu¨¦ clase de Europa se encontrar¨¢n los aspirantes de hoy? ?¨²nicamente una zona. de libre cambio, como quieren muchos en el Reino Unido y Dinamarca? La negativa a ratificar Maastricht por ambos podr¨ªa contribuir a que as¨ª fuera. ?O se trata, por el contrario, de que los aspirantes se comprometan firmemente a sumarse a la construcci¨®n que pretende el Tratado de Maastricht, una uni¨®n cuasi-federal que Espa?a suscribe? No es cuesti¨®n balad¨ª y tiene importancia que Madrid llame la atenci¨®n sobre ella, manteniendo una coherencia imprescindible para el futuro.
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