Mejor pon¨¦rselo

HACE Dos a?os, a ra¨ªz de la puesta en marcha de la campa?a P¨®ntelo, p¨®nselo, de prevenci¨®n frente a los embarazos no deseados y enfermedades de transmisi¨®n sexual, los jueces se opusieron a los deseos de quienes pretendieron paralizarla con la especie de que atentaba contra la moral, el derecho a la intimidad y la libertad religiosa. Ahora, el mismo tribunal -aunque quiz¨¢ no los mismos jueces- ha atendido aquellas pretensiones, pero echando mano de un argumento distinto: aquella campa?a no fue veraz al afirmar que el preservativo es un medio seguro frente a los riesgos se?alados.Afortunadamente, la decisi¨®n judicial no puede paralizar una campa?a ya realizada, pero, si alguna instancia judicial superior no lo remedia, puede constituir un grave obst¨¢culo a futuras campa?as tendentes a concienciar a. los ciudadanos -especialmente a los m¨¢s j¨®venes- sobre la efectividad del uso del preservativo para evitar embarazos no deseados (19.000 durante 1990 entre j¨®venes menores de 20 a?os) y prevenir el contagio del sida por v¨ªa sexual. Sorprende sobre todo la endeblez del argumento ahora empleado para rectificar la anterior resoluci¨®n. Considerar que se induce a error a los ciudadanos inform¨¢ndoles de las ventajas del uso del preservativo, dado que no es del todo seguro, equivale a considerar que ser¨ªa m¨¢s seguro no usarlo: "Qu¨ªtatelo, qu¨ªtaselo", como recomendaba ayer un cada d¨ªa m¨¢s cavern¨ªcola medio de comunicaci¨®n madrile?o. ?Acaso los sectores que recurrieron aceptar¨ªan la campa?a si se demostrase que los condones son seguros al ciento por ciento?

El preservativo es un m¨¦todo eficaz frente al embarazo no deseado y el riesgo de contagio del sida por v¨ªa sexual. De ah¨ª que su recomendaci¨®n constituya el eje de las campanas mundiales promovidas por la ONU y la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) para controlar la natalidad y defenderse del sida. Digan lo que digan los jueces, el preservativo seguir¨¢ siendo uno de los m¨¦todos anticonceptivos y profil¨¢cticos m¨¢s seguros. El aumento de los contagios de sida y de los embarazos no deseados no prueba, como ha declarado la portavoz de la asociaci¨®n que plante¨® el recurso, la ineficacia de ese sencillo m¨¦todo, sino su insuficiente difusi¨®n. Oponerse a ella es, por ese motivo, irresponsable. As¨ª lo entiende la mayor¨ªa de los j¨®venes espa?oles, seg¨²n demuestran las encuestas.