Tres monitoras de 'boy scouts' pagar¨¢n por la muerte de una ni?a
Tres monitoras de Vallecas del grupo Santo Domingo, de la asociaci¨®n de scouts Baden-Powell de Espa?a, tendr¨¢n que indemnizar sondariamente, con siete millones de pesetas, a la familia de una ni?a que muri¨® tras caer por un terrapl¨¦n durante una acampada.
El magistrado Eduardo L¨®pez-Palop, titular del Juzgado de lo Penal n¨²mero 17 de Madrid, ha decidido condenarlas por una imprudencia, al conducir a ni?os de corta edad (19 en total) por una peque?a vereda entre la v¨ªa f¨¦rrea y el terrapl¨¦n, en la provincia de ?vila. Paralelamente, exculpa de responsabilidad al maquinista del tren, Jes¨²s Morillo.Al pasar el tren cayeron gran parte de los ni?os al precipicio, de 100 metros de profundidad. La peor parte se la llevaron A. C., de nueve a?os, que muri¨® de un traumatismo craneoencef¨¢lico cuando era conducida al hospital de ?vila, y A. G. A., de una edad similar.
Esta ¨²ltima ni?a ha perdido parte de su audici¨®n y sufre una deformaci¨®n en el rostro a consecuencia del golpe recibido. Las monitoras deber¨¢n indemnizarla con casi cuatro millones de pesetas.
No obstante, la sentencia, hecha p¨²blica esta semana, declara la responsabilidad civil subsidiaria directa de la aseguradora La Estrella y, la subsidiaria de la asociaci¨®n de scouts Baden-Powell de Espa?a.
Las monitoras lloraron amargamente en el juicio, celebrado durante tres d¨ªas. La vista tuvo lugar el pasado mes de noviembre, en los juzgados de la plaza de Castilla.
En s¨ªntesis, el juez declara probado el relato de los hechos facilitado por las encausadas. La primera y ¨²nica noche que dur¨® la acampada (la del 29 de marzo de 1987) la meteorolog¨ªa result¨® adversa, por lo que las monitoras decidieron regresar a Madrid al amanecer.
El primer camino de vuelta que cogieron lo abandonaron porque lo atravesaba un r¨ªo muy dif¨ªcil de franquear para los menores, que hubieran tenido que mojarse.
As¨ª las cosas, las monitoras optaron por caminar por una carretera que tambi¨¦n tuvieron que abandonar debido a que el viento era muy intenso y el paso de los coches presagiaba peligro para los ni?os.
Camino m¨¢s corto
Un agricultor les indic¨® que el camino m¨¢s corto para llegar a la estaci¨®n del tren era una vereda pr¨®xima a la propia v¨ªa f¨¦rrea. El tramo se compon¨ªa de dos v¨ªas. Los ni?os y sus monitoras comenzaron a caminar "en buena l¨®gica", seg¨²n el fallo judicial, por el arc¨¦n de la izquierda, confiados en que los trenes vendr¨ªan de frente y podr¨ªan verlos.Sin embargo, estaban en una de las pocas v¨ªas de Espa?a (la l¨ªnea Madrid-Ir¨²n) en la que las unidades ferroviarias circulan por la v¨ªa derecha, seg¨²n se?al¨® el maquinista en el juicio.
En opini¨®n del magistrado, el conductor del tren actu¨® correctamente: "Toc¨® el silbato [al ver las ni?as, que iban en fila india], accion¨® el freno, par¨® el tren e incluso las auxili¨®".
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