"No hemos visto a los rusos"

Story Musgrave, el jefe de la misi¨®n de rescate del Hubble, a pesar de su veteran¨ªa, s¨®lo ha hecho cuatro vuelos espaciales, afectado como todos los astronautas de EE UU por el par¨®n en el programa espacial derivado de la cat¨¢strofe del Challenger en 1986. Por eso no le hace mucha gracia que le pregunten si va a utilizar la gran experiencia en paseos espaciales de los dos astronautas rusos que se entrenan actualmente en Estados Unidos. "No los hemos visto, pero es una buena idea", coment¨® diplom¨¢ticamente. Thornton, la ¨²nica mujer de la tripulaci¨®n, tampoco evit¨® un gesto de fastidio cuando Musgrave la present¨® como "madre de tres hijos" y prefiri¨® hablar de la necesidad de moverse muy lentamente en el espacio para mantener el control de cada parte del cuerpo y las ventajas de trabajar con los pies sujetos. Todos, sin embargo, se mostraron encantados del entrenamiento recibido en el Reino Unido y resaltaron la buena cooperaci¨®n con Europa en el espacio. Algo muy diplom¨¢tico ahora que se plantea una dr¨¢stica reducci¨®n de la estaci¨®n espacial Freedom, en la que participan Europa, Canad¨¢ y Jap¨®n.A los tres meses del lanzamiento del Hubble en abril de 1990, se confirm¨® que el espejo principal est¨¢ mal hecho y se observ¨® que la estructura de los paneles solares comunicaba al instrumento unos temblores, inaceptables para la precisi¨®n que requiere, debidos a los grandes cambios de temperatura al pasar del d¨ªa a la noche orbitales. Los nuevos paneles tienen un escudo t¨¦rmico en forma de largo y fino acorde¨®n, fabricado con m¨¦todos totalmente artesanales. A pesar de estos problemas el telescopio est¨¢ funcionando bien, seg¨²n el coordinador del proyecto en la Agencia Europea del Espacio (ESA), Piero Benvenuti, pero no puede observar bien objetos muy lejanos y medir grandes distancias, con lo que no se ha podido hacer realidad el gran sue?o cient¨ªfico de establecer la edad del universo.