Los amantes de la m¨²sica cl¨¢sica deploran la vulgarizaci¨®n de la emisora estatal Radio 2
El comit¨¦ de empresa de RNE dice que el objetivo del Ente es desmantelar un foco cultural
Diego Carcedo, director de Radio Nacional de Espa?a, confunde al director de orquesta Claudio Abbado con un tal Claudio Boado, y Adogo Gross, director de Radio 2 Cl¨¢sica, entiende que la radio no est¨¢ para educar. Detalles como ¨¦stos han sumido en el desaliento a buena parte de la redacci¨®n de Radio 2, una emisora de RNE especializada en difundir la m¨²sica cl¨¢sica y contempor¨¢nea. Los cambios que se introducir¨¢n a partir de abril, presentados ayer en Madrid por Carcedo y Gross, son considerados por profesionales y aficionados a la m¨²sica, trabajadores y comit¨¦ de empresa como una "vulgarizaci¨®n" debida a la ignorancia de los directivos. Carcedo dice estar viviendo una campa?a de intoxicaci¨®n interesada. En su opini¨®n, Radio 2 ser¨¢ "la de siempre, pero mejor".
Para explicar los cambios, Diego Carcedo declar¨® en Radio 1: "La m¨²sica privar¨¢ sobre la palabra; ser¨¢ una emisora de grandes estrellas, de muy importantes estrellas, habr¨¢ much¨ªsimos nombres conocidos, esos nombres ser¨¢n pues Beethoven, Mozart, Strauss, Mahler, Vivaldi, Pl¨¢cido Domingo, Claudio Boado [sic], Zubin Mehta, Montserrat Caball¨¦, Jos¨¦ Carreras.... en fin, habr¨¢ grand¨ªsimas estrellas permanentemente en Radio 2 cl¨¢sica"Esta historia no la puede haber iniciado nada m¨¢s que gente ignorante; es la soberbia del ignorante", dice Marcel Camacho, presidente del comit¨¦ de empresa de Radio Nacional de Espa?a. Para el comit¨¦, se est¨¢ tratando de desmantelar Radio 2, el primer paso es descafeinarla". "Es lo mismo que hicieron con Radio 3", a?ade Camacho, "en principio metieron mucha m¨²sica, quitaron los programas cr¨ªticos y luego la acabaron convirtiendo en una radio f¨®rmula".
La nueva programaci¨®n prevista para abril incluye un programa de m¨²sica new age y modifica varios de los grandes espacios. Por ejemplo, de siete a nueve comienza Primer movimiento, hasta ahora dedicado a m¨²sica barroca y de c¨¢mara y que incorporar¨¢ "piezas breves, alegres o r¨ªtmicas, variadas", en un tono "suave, natural, sin empaque, r¨¢pido", seg¨²n el informe entregado por el director a los redactores. Otros programas, como Musical dos, La caja de Pandora o M¨²sica viva, aunque no cambian de nombre incorporan guionistas de la propia redacci¨®n, un estilo de magazine y flashes informativos. Desaparecen el programa dedicado a la tradici¨®n oral, de Cristina Argenta; Concierto po¨¦tico, que inclu¨ªa m¨²sica y poes¨ªa, y el de m¨²sica antigua de Pepe Rey. El programa de m¨²sica contempor¨¢nea pasa al horario de 22.00 a 24.00, "porque la odian", dice uno de los redactores.
Trabajadores de la radio muestran copias del esquema de Adolfo Gross sobre lo que debe ser la programaci¨®n de abril. "Queda claro", se lee en una hoja, "que en esta etapa el (entenido de Radio 2 es exclusivamente musical sin otras connotaciones, pretensiones o ambiciones literarias, po¨¦ticas, sociol¨®gicas... "
La mayor novedad de la programaci¨®n se encuentra en la franja horaria diaria de siete a nueve de la ma?ana. "Cuando recib¨ª el encargo de remodelar la programaci¨®n, me encerr¨¦ un mes en mi casa escuchando la cadena a todas horas", asegur¨® ayer Adolfo Gross, director de Radio 2, informa Marta Nieto. "Me di cuenta de que de 7 a 9 de la ma?ana todo el mundo est¨¢ haciendo casi lo mismo: levant¨¢ndose, ase¨¢ndose, desayunando, yendo hacia el trabajo... Eso hace que sea dif¨ªcil seguir un concierto en su totalidad y resulta m¨¢s apropiado emitir piezas cortas". Uno de los redactores de la emisora considera disparatado que haya que escuchar necesariamente piezas cortas a la hora de levantarse.
Se calcula que Radio 2 tiene una media de 250.000 oyentes, seg¨²n datos proporcinados ayer por Carcedo y basados en las mediciones del Estudio General de Medios.
En la emisora se critica que el nuevo director de Radio 2, procedente de la Cope, tenga una carrera profesional ajena a la m¨²sica. Hasta ahora, los directores de Radio 2 han sido compositores y cr¨ªticos de prestigio, como Enrique Franco, Arturo Reverter o Miguel Alonso, que se jubil¨® el pasado diciembre.
El escritor F¨¦lix de Az¨²a lamenta que la radio p¨²blica abdique de la funci¨®n para la que fue creada. "Hay un sector del PSOE que todav¨ªa no ha comprendido la diferencia entre democracia, demagogia y raquitismo intelectual. Ese sector sublima sus impulsos fascistas disfraz¨¢ndolos de populacheros. La enorme cantidad de chabacaner¨ªa producida por los ejecutivos socialistas, que envidian a Tele 5 sus devoradores de basura, son una de las verg¨¹enzas de esta d¨¦cada que m¨¢s tardaremos en olvidar".
Radio 2 est¨¢ "dejada de la mano de Dios", afirma un trabajador de la emisora, que ve "oscuros motivos" en el nombramiento de Gross. "Nadie entendi¨® el cese de Arturo Reverter, cuya ¨¦poca fue dorada en cuanto a presupuesto y gente nueva. Ya con Miguel Alonso el presupuesto empez¨® a disminuir dr¨¢sticamente, hasta pasar en dos a?os de 107 millones de pesetas a 57 millones". La desmoralizaci¨®n en una emisora con 19 redactores, entre fijos, contratados y colaboradores, se ha agudizado con la falta de medios.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.