Embarazo conflictivo

El especialista en pel¨ªculas fant¨¢sticas Stuart Gordon no es un gran director, pero hay que reconocer que no le faltan buenas ideas. Tanto por debutar con dos curiosas producciones, Re-Animator (1985) y Re-Sonator (1986), que con personales versiones de cuentos de H. P. Lovecraft y contar entre su docena de producciones tambi¨¦n con El pozo y el p¨¦ndulo (1990), interesante adaptaci¨®n del relato de Edgar Allan Poe, como por la curiosa y divertida historia que encierra Fortaleza infernal, su ¨²ltima pel¨ªcula.A un primer nivel, esta coproducci¨®n entre Estados Unidos y Australia es una versi¨®n m¨¢s de la habitual historia carcelaria. La ¨²nica diferencia es que la acci¨®n se sit¨²a en un futuro no muy lejano y que la prisi¨®n e; especialmente sofisticada. Est¨¢ situada en mitad de un desierto, dentro de un subterr¨¢neo, con una profundidad de 30 pisos, y es controlada por sofisticados ordenadores. A los presos se les obliga a tragar una ex¨®tica bola magn¨¦tica para tenerlos absolutamente dominados y sus vigilantes pueden introducirse incluso en sus sue?os. Como siempre, hay un terrible y s¨¢dico alcaide, que no tarda en enfrentarse con el h¨¦roe.

Final espl¨¦ndido

Lo curioso es que la penitenciar¨ªa es mixta, y a ella ha ido a parar el matrimonio Brennick, con largas condenas por intentar tener un segundo hijo, tras perder el primero durante el parto. De forma que, en el fondo, lo que narra es un conflictivo embarazo, c¨®mo son detenidos en la frontera cuando intentan huir al descubrir que ella est¨¢ pre?ada, y m¨¢s tarde la fascinaci¨®n del alcaide por el cada vez m¨¢s abultado vientre de la mujer.A medio camino entre la ficci¨®n cient¨ªfica, la historia carcelaria y la par ¨¢bola sobre la maternidad, Fortaleza infernal tiene un final realmente espl¨¦ndido. No s¨®lo el malvado alcaide es reducido a un mont¨®n de cables, introducen un potente virus en el ordenador central que controla la prisi¨®n y la pareja protagonista logra huir a M¨¦xico, sino que la mujer sufre una terrible explosi¨®n-parto que hace que los protagonistas terminen con un espl¨¦ndido v¨¢stago.

Lo mejor de este conflictivo embarazo es el trabajo de Stuart, Gordon tanto por hacer cre¨ªble tan disparatada historia como por conseguir aglutinar elementos tan dispersos. Tambi¨¦n la in terpretaci¨®n de Kurtwood Smith, el alcaide mezcla de sadismo y amor. Bastante menos inter¨¦s tiene la actuaci¨®n del bizco Christopher Lambert, mientras la rubia Loryn Locklin, en el papel de su embarazada mujer, carece de la menor credibilidad.