Ni pausa ni prisa
LA COMISI?N de Justicia e Interior del Congreso ha iniciado el dictamen del proyecto de nuevo C¨®digo Penal a un ritmo que hace previsible su aprobaci¨®n en la actual legislatura. La elaboraci¨®n de un nuevo c¨®digo, acorde con los valores de la Constituci¨®n, era una de las tareas pol¨ªticas y legislativas de mayor envergadura que ten¨ªa pendiente el actual r¨¦gimen democr¨¢tico. Las cuestiones a debatir son tan amplias e importantes que, en principio, no debe imponerse l¨ªmite de tiempo alguno a su discusi¨®n. De ah¨ª que est¨¦ bien que la comisi¨®n realice su dictamen sin pausa pero sin prisa. Ser¨ªa una irresponsabilidad que una iniciativa legislativa tendente a dotar a la sociedad espa?ola del sistema punitivo adecuado a sus necesidades se llevara a cabo de manera atropellada y sin la reflexi¨®n doctrinal y el consenso pol¨ªtico exigibles.En todo caso, la comisi¨®n no habr¨ªa trabajado en balde si no llegara a concluir sus tareas. El debate parlamentario del proyecto servir¨¢ sin duda a la iniciativa que adopte al respecto la nueva mayor¨ªa parlamentaria que surja de las pr¨®ximas elecciones. Ello ya ocurri¨® con el primer ensayo de elaboraci¨®n del nuevo c¨®digo planteado por el Gobierno de UCD en 1980. Las valiosas aportaciones doctrinales realizada! en dicho proyecto no se han perdido. Han sido utilizadas en las reformas parciales del C¨®digo llevadas a cabo por los socialistas en los ¨²ltimos 10 a?os.
De ah¨ª la importancia de que el nuevo C¨®digo Penal nazca con el mayor consenso parlamentario. Ser¨ªa imperdonable que, apenas iniciada su andadura, comenzara a ser reformado en sus aspectos clave al gusto de las mayor¨ªas parlamentarias de turno. Uno de ellos, la mayor¨ªa de edad penal, ya ha surgido en el debate de la comisi¨®n, sin que los principales grupos parlamentarios llegaran a un acuerdo. El PSOE defiende que se mantenga en los 16 a?os -en contra de su primitiva posici¨®n de elevarla a los 18-, en tanto que el P-P propugna lo contrario, tambi¨¦n en contra de la tradicional postura de la derecha.
La huida del oportunismo deber¨ªa constituir la regla de oro en las tareas de elaboraci¨®n de un texto legislativo que, como el C¨®digo Penal, debe nacer con vocaci¨®n de perdurabilidad. Esta regla se ha cumplido en el tratamiento penal de los brotes racistas y xen¨®fobos en la sociedad actual: todos los grupos parlamentarios han coincidido en agravar la pena de los delitos contra las personas cuando est¨¦n motivados por "el origen ¨¦tnico o la nacionalidad de la v¨ªctima". Y esta regla deber¨ªa cumplirse en todas las restantes cuestiones b¨¢sicas del C¨®digo Penal, incluido el nuevo delito de difamaci¨®n, que los socialistas pretenden desarrollar. El mal uso que algunos hacen del derecho a la informaci¨®n no justifica, en modo alguno, una norma punitiva que, en los t¨¦rminos en que est¨¢ redactada, representa una grave amenaza a su ejercicio, fundamento del Estado democr¨¢tico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.