El fin del 'statu quo'
Andorra prepara un nuevo reglamento bancario que acabar¨¢ con el actual oligopolio
Andorra exigir¨¢ un canon de 2.000 millones de pesetas a los bancos que quieran entrar en aquel mercado, el m¨¢s opaco de Europa, "m¨¢s incluso que el de Liechtenstein o Luxemburgo", a juicio de los expertos. En el peque?o pa¨ªs fronterizo germina el sue?o de la fabulosa circulaci¨®n financiera de los Goldsmith, Forbes, Salomon Brothers, Merrill Lynch... Es el fin de los privilegios (Bilbao Vizcaya -BBV- y La Caixa controlan gran parte del sistema financiero) y la hora de los que, como la Caixa de Catalunya, intentan romper el oligopolio, "aunque sea por la puerta falsa", se?alan medios del Gobierno andorrano.
El artificio del mundo como aldea global desplaza el orden tradicional de la aldea a secas. En las sucursales bancarias de la avenida de Meritxell de la capital, Andorra la Vella (donde est¨¢n las sedes del Inter-Mora-BBV, Cr¨¦dit Andorr¨¤-La Caixa, Casany i Reig, entre otras), no se adivinan como antes las discretas visitas a la suiza de clientes con semblante circunspecto, malet¨ªn y cuenta cifrada. Andorra quiere ser un offshore (plaza libre de impuestos), dice el programa estrat¨¦gico elaborado por el Gobierno, y los bancos de fortunas ya no aceptan dinero montaraz. La inform¨¢tica y el permiso de residencia -casi 50.000 espa?oles disponen de ¨¦l- son m¨¢s seguros que el portamaletas del coche ante el mal disimulado hast¨ªo del guardia fronterizo.La libre circulaci¨®n de capitales reina sobre el arca¨ªsmo de la evasi¨®n de divisas. El ¨²ltimo cap¨ªtulo del trasiego de maletines acab¨® con la seguridad de las cuentas cifradas, desvel¨® la identidad de ciudadanos espa?oles titulares de importantes dep¨®sitos y dio lugar a un c¨®digo dentol¨®gico firmado por las entidades bancarias. El esc¨¢ndalo, investigado por la Audiencia Nacional espa?ola, sent¨® ante los tribunales andorranos a Manuel Cerqueda Donadeu, presidente del Banco Agr¨ªcola i Comercial (BACASA), la entidad m¨¢s antigua, fundada por Fuerzas El¨¦ctricas Andorranas, SA.
Ingenier¨ªa fiduciaria
Para los grupos financieros espa?oles con implantaci¨®n no cabe ninguna duda de que offshore es sin¨®nimo de ingenier¨ªa fiduciaria, equivale a dinero de dudosa procedencia. "La Administraci¨®n quiere exigir un canon por las nuevas fichas para enjugar el d¨¦ficit p¨²blico de 17.000 millones de pesetas", coinciden medios ejecutivos de La Caixa y el BBV.Jersey es el ejemplo que seguir, y Gibraltar el ejemplo que evitar. Ambos son protectorados brit¨¢nicos, pero el primero impidi¨® la implantaci¨®n del Banco de Cr¨¦dito y Comercio Intemacional (BCCI)-corredor financiero de dinero delictivo, quebrado en 1991- despu¨¦s de una calificaci¨®n rigurosa del Comisariado de Control Bancario de aquel peque?o pa¨ªs. "En Jersey est¨¢ establecido el BBV; en cambio, no pudo entrar Banesto porque las autoridades argumentaron que ya tienen un banco espa?ol en el ¨¢rea", explica el responsable de la comisi¨®n econ¨®mica del Parlamento de Andorra.
El sistema financiero del para¨ªso pirenaico-800.000 millones de pesetas entre siete entidades- se encuentra a las puertas de un cambio obligado. Es el fin de un statu quo mucho m¨¢s que centenario, la ruptura de un oligopolio financiero al que se accede por una suerte de vasallaje, ensombrecido siempre por presumibles irregularidades cuando menos formales. La ¨²ltima de ellas ha sido protagonizada por la Caixa de Catalunya, que ha propuesto a las autoridades judiciales del principado la obtenci¨®n de una ficha bancaria a cambio de comprar la deuda del Grupo Isern-un conjunto de sociedades dedicadas al comercio y el turismo-, en suspensi¨®n de pagos y con un pasivo de 8.500 millones de pesetas. El pasadizo pirenaico abierto por la entidad de ahorro choca con un proceso constituyente que quiere modernizar el Estado y establecer controles en el ¨¢rea de la peseta, la divisa real de los andorranos.
Hasta ahora, el temor a una invasi¨®n indiscriminada ha hecho las veces de reglamento bancario. As¨ª se constat¨®, hace apenas dos a?os, cuando las autoridades impidieron que Giancarlo Parretti -presidente de Interpart y ex presidente de Renta Inmobiliaria, con causas judiciales pendientes en varios pa¨ªses- y su socio andorrano, Antoni Cornella, adquirieran la Caja Andorrana de la Seguridad Social (CASS), una entidad que administra cerca de 100.000 millones destinados a subsidios.
El ¨¢rea del franco
La gran banca francesa espera paciente su oportunidad para entrar en este mercado que, adem¨¢s de opacidad, ofrece alt¨ªsimos m¨¢rgenes financieros por el bajo coste del pasivo que soportan las entidades. Con el apoyo de su autoridad monetaria, los grupos financieros franceses evitar¨¢n sin duda que un descuido fatal de hoy se convierta ma?ana en el camino hacia el olvido. Colonizar Andorra, lejos de toda tentaci¨®n napole¨®nica, significa reconvertirla lentamente hacia el ¨¢rea del franco, una moneda m¨¢s fuerte que la peseta, "como se ha visto a lo largo de las turbulencias monetarias que asolan Europa", se?ala un representante de la Banca Casany, participada por la Banque Nationale de Paris (BNP).El Banco de Francia ejerce en el vecino pa¨ªs la fuerza del orden financiero, gracias al cual lo p¨²blico puede respetar lo privado. Los andorranos saben que la flota nacional francesa-Cr¨¦dit Foncier, Cr¨¦dit Lyonnais o Cr¨¦dit Agricole, de titularidad estatal- y sus corsarios -la BNP con el resto de los privados- intentar¨¢n realizar conjuntamente la operaci¨®n de apresamiento como ocurri¨® en M¨®naco, hoy sometido a la soberan¨ªa de la autoridad monetaria y fiscal de Par¨ªs", explica un banquero aut¨®ctono. Ser¨¢n distintos ca?ones para la misma p¨®lvora: barriles cargados de francos, libres de impuestos; flujos financieros en busca de la seguridad jur¨ªdica que ya est¨¢ en condiciones de ofrecer el principado gracias a la nueva Constituci¨®n; dinero en cajas seguras y opacas "sin necesidad de blindarlo con intimidaciones militares como la que realiz¨® el general De Gaulle en M¨®naco cuando rode¨® de tanques el palacio de los Grimaldi", recuerda un miembro del Parlamento.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.