Los comunistas logran resistir en sus bastiones

En el descalabro general que ha supuesto para la izquierda la primera vuelta de las elecciones legislativas, el Partido Comunista Franc¨¦s mantuvo sus posiciones al conservar el voto en sus bastiones tradicionales, los cinturones industriales. Pese a ello, su secretario general, Georges Marchais, se vio superado por el candidato de la derecha, Daniel Richard, en su feudo de Villejuif, en las proximidades de Par¨ªs. Richard consigui¨® el 27,77% de los votos, mientras que Marchais s¨®lo lleg¨® al 26,64%.El futuro de Marchais queda, por tanto, en manos de los votantes socialistas de Alain Geismar, un 14,45%, y de los ecologistas de Alain Lipietz, con un 13,49%. El voto del Frente Nacional en su circunscripci¨®n, un 11,97%, es seguro que ir¨¢ a su rival conservador en la segunda vuelta del pr¨®ximo domingo. Su principal riesgo es la abstenci¨®n de los votantes socialistas y ecologistas. Por ello, Marchais hizo ayer un llamamiento a la unidad de todos los votos progresistas para frenar la marejada conservadora que puede dejar sin grupo parlamentario a los comunistas.

El PCF ha conseguido en esta primera vuelta entre un 8,5% y un 10% de los votos. Ello supone un ligero aumento sobre los resultados de las elecciones regionales del a?o pasado, pero un retroceso respecto a las elecciones legislativas de hace cinco a?os en las que consigui¨® el 11,3% de los sufragios.

La mayor¨ªa de las proyecciones de voto auguran que los comunistas quedar¨¢n por debajo de los 20 esca?os en la segunda vuelta, cifra que permite constituir un grupo parlamentario. Los comunistas, sin embargo, no pueden quejarse del sistema electoral ya que con menos votos que el Frente Nacional de Jean Marie Le Pen pueden tener entre 12 y 18 esca?os mientras que la extrema derecha s¨®lo dispondr¨¢, en el mejor de los casos, de dos.

En opini¨®n de los dirigentes comunistas el resultado de esta primera vuelta refleja el fracaso de la pol¨ªtica socialista de acercamiento a la derecha, que se ha saldado con una profunda decepci¨®n de su electorado.