"En Hollywood uno vale lo que su ¨²ltima pel¨ªcula", seg¨²n el cineasta Neil Jordan
El director irland¨¦s triunfa en Estados Unidos con 'Juego de l¨¢grimas'
Neil Jordan es, sin lugar a dudas, el triunfador de la temporada cinematogr¨¢fica que terminar¨¢ el lunes con la entrega de los Oscar de Hollywood. Este director irland¨¦s ha resucitado para el cine con may¨²sculas gracias a la que se ha convertido en la pel¨ªcula del a?o: Juego de l¨¢grimas (The crying game) que hoy se estrena en Espa?a. "Lo que est¨¢ pasando no acaba de convencerme", reflexiona Neil Jordan. "En Hollywood uno vale lo que su ¨²ltima pel¨ªcula. As¨ª que en la siguiente puede ocurrir cualquier cosa. Esto me reafirma en m¨ª opini¨®n: hay que pelearse por hacer la pel¨ªcula que quieres, (le este modo, si fracasas, al menos t¨² eres el responsable".
Neil Jordan ofrece el aspecto de alguien reci¨¦n levantado. Pelo revuelto, barba de dos d¨ªas, la camisa a medio abrochar. Su mirada evita la luz y habla entrecortadamente. Lo que en principio aparenta ser las secuelas de, una mala noche, acaba por confirmarse como su aspecto habitual.The crying game es una modesta pel¨ªcula irlandesa que se ha convertido en un ¨¦xito de taquilla en Estados Unidos, respaldada por seis nominaciones al Oscar. Lleva recaudados 40 millones de d¨®lares, cifra extraordinaria si se tiene en cuenta que su coste no lleg¨® a los 4 millones de d¨®lares. "Yo soy el primer sorprendido del ¨¦xito confiesa Neil Jordan, "cuando busc¨¢bamos financiaci¨®n entre distribuidores americanos hab¨ªa una unanimidad absoluta: nad?e quer¨ªa participar en la pel¨ªcula. Para unos era detestable. Para otros, anticomercial. Conseguimos ponerla en pie gracias a peque?as participaciones personales y ventas a vanos pa¨ªses europeos, ?ncluido Espa?a".
Pero el ¨¦xito de The cry?ng game, pel¨ªcula basada en un cuento que el propio Jordan escribi¨® en 1983, va m¨¢s all¨¢ del mero acierto creativo. La cinta se ha convertido en un fen¨®meno social. La campa?a publicitaria, incluso la cr¨ªtica, insist¨ªa en que no se revelara el secreto de la pel¨ªcula y casi nadie lo hizo. Sin embargo, tras la nominaci¨®n al Oscar al mejor actor secundario de Jaye Davidson, que interpreta el papel de transexual novia de un soldado brit¨¢nico, el p¨²blico sigue llenando las salas donde se proyecta. "La raz¨®n por la que ocultamos ese giro argumental", comenta Jordan, "no es solamente para que se mantuviera la sorpresa a mitad de pel¨ªcula. Comprend¨ª que en un pa¨ªs tan homof¨®bico como es EE UU si ofreces una pel¨ªcula donde se cuenta una historia de amor con alg¨²n componente homosexual, puedes despedirte del gran p¨²blico".
El tema recurrente de casi todas las pel¨ªculas de Jordan es alguien enamorado de quien no debe. En The cry?ng game, cuya trama se nutre de un componente sexual, racial y pol¨ªtico, se trata de un militante del IRA que visita a la novia de un soldado brit¨¢nico al que mantuvo secuestrado y cuya muerte, presenci¨®. "Es algo inconsciente, pero supongo que me atrae esa idea de enfrentar a alguien con lo imposible, convertir ese amor en obsesi¨®n".
Para este irland¨¦s de 43 a?os, que logr¨® el ¨¦xito internacional con su thriller Mona Lisa, el cine americano siempre ha sido un referente al mismo tiempo que un sue?o. "Hay un tipo de pel¨ªculas que s¨®lo puedes hacer aqu¨ª, en Hollywood. Lo que ocurre es que se han cerrado demasiado sobre s¨ª mismos. El cine siempre debe contaminarse de gente de otros medios. En los a?os dorados de HoUywood las pel¨ªculas se nutr¨ªan constantemente de periodistas, gente de teatro, que aportaba una luz innovadora. Ahora gran parte del producto cinematogr¨¢fico responde a f¨®rmulas preconcebidas. Ah¨ª es donde los cineastas independientes y europeos deben encontrar su sitio: hacer las pel¨ªculas que los estudios no son capaces de hacer".
Babelia
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