La crisis belga, pendiente de las consultas del rey
El rey Balduino de B¨¦lgica prosigui¨® ayer sus deliberaciones previas a la aceptaci¨®n o rechazo de la dimisi¨®n presentada el martes por la noche por el primer ministro, Jean-Luc Dehaene, y su gobierno de coalici¨®n entre socialistas y socialcristianos.La crisis ha obligado al banco central a subir los tipos de inter¨¦s para frenar los ataques al franco. Los liberales flamencos, en la oposici¨®n, piden elecciones anticipadas que abran a¨²n todav¨ªa m¨¢s la crisis, al poner en entredicho la reforma de la Constituci¨®n, ya consensuada pero todav¨ªa en curso de aprobaci¨®n en el Parlamento. El Gobierno de Dehaene, con un a?o escaso de vida, es "uno de los m¨¢s impopulares de la posguerra", seg¨²n el diario conservador La Libre Belgique, que public¨® un sondeo de opini¨®n muy negativo para la coalici¨®n en el poder.
En su a?o escaso de vida, el Gabinete ha acometido y casi culminado una reforma constitucional, pendiente desde hace 20 a?os, que convierte a B¨¦lgica en un Estado federal. Un recorte prespuestario puede llev¨¢rselo ahora por delante, y con ¨¦l a la propia reforma, cosa que dispara todas las alarmas en este pa¨ªs situado siempre al borde de la ruptura entre flamencos y valones.
La disyuntiva del Gobierno consist¨ªa en crear un impuesto de crisis igual para todos o en recortar los gastos sociales, todo con el objetivo de cumplir precisamente los objetivos de convergencia econ¨®mica de Maastricht. Los incentivos familiares quedaban descartados por el car¨¢cter cristiano de dos de los partidos en el gobierno (el socialcristiano flamenco CSV y el socialcristiano val¨®n PSC). El CSV, por su parte , se negaba a aceptar un ?in puesto de crisis que acent¨²a el complejo de desigualdad contributiva de los flamencos frente a los valones. Y el partido socialista franc¨®fono se niega a tocar el subsidio de paro y las pensiones, ante la amenaza de huelga que esgrimen los sindicatos.
Tab¨² sindical
El corte presupuestario incide, adem¨¢s, en un tab¨² sindical: la indexaci¨®n de los salarios con los precios. El sistema propuesto por Dehaene consiste en eliminarla a partir de un salario m¨ªnimo. El resultado es doble: recortar el gasto p¨²blico en pensiones, subsidio de paro y sueldos de funcionarios, y abaratar costes de la mano de obra de todo el sistema productivo.Tiene, sin embargo, un inconveniente: los sindicatos y las asociaciones patronales cerraron a finales de 1992 un pacto de moderaci¨®n salarial en el que se dec¨ªa que no se tocar¨ªa la indexaci¨®n.
Tres d¨ªas de crisis abierta, en un pa¨ªs que tard¨® cuatro meses en gestar el ¨²ltimo Gobierno -desde las elecciones de noviembre de 1991 hasta el 11 de marzo de 1992-, no parecen tener mucha importancia. La tiene, sin embargo, si la crisis da lugar a una intensificaci¨®n de la querella entre flamencos y valones y si B¨¦lgica llega descuadernada al 1 de julio, cuando toma el relevo de la presidencia semestral de la CE de Dinamarca.
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