Mitterrand adelanta que no est¨¢ obligado a elegir un gaullista como primer ministro

La campa?a para la segunda vuelta de las legislativas francesas concluy¨® ayer con desesperados llamamientos de los socialistas a una movilizaci¨®n de sus electores para evitar la anunciada mayor¨ªa aplastante de la derecha. En su pulso con la Agrupaci¨®n para la Rep¨²blica (RPR), Mitterrand dio a entender que no est¨¢ obligado a escoger un gaullista como futuro primer ministro.

Roland Dumas, titular de la cartera de Exteriores por pocos d¨ªas, reiter¨® que el presidente Mitterrand no tiene por qu¨¦ usar "una calculadora" para designar a la persona de la nueva mayor¨ªa parlamentaria encargada de formar Gobierno. "Mitterrand est¨¢ poco entusiasmado con la idea de escoger al primer ministro en el campo de los que desean que abandone el El¨ªseo la pr¨®xima semana", agreg¨® Dumas.Con esos comentarios, Dumas transmit¨ªa el siguiente mensaje: el pr¨®ximo hu¨¦sped del Palacio de Matignon quiz¨¢ no sea un gaullista, pese a que el RPR haya superado ligeramente a sus socios de la centrista Uni¨®n para la Democracia Francesa (UDF) en la primera vuelta de las legislativas. La actitud de Jacques Chirac, al pedir la dimisi¨®n de Mitterrand y al anunciar una actitud francesa muy dura en los asuntos europeos, no s¨®lo han descartado al l¨ªder gaullista como futuro primer ministro -lo que era el deseo confesado de Chirac-, sino que han puesto en peligro la candidatura de su correligionario Edouard Balladur.

Dumas fue expl¨ªcito al confesar: "Nadie puede dudar que hay candidatos posibles en el seno de la UDF". El ministro confirm¨® que Mitterrand espera el resultado de la segunda ronda para tomar su decisi¨®n, pero adelant¨® que ¨¦sta "no se retrasar¨¢". "Dada la situaci¨®n mundial, no es una buena cosa mantener un suspense sobre los futuros dirigentes de Francia", coment¨®.

Inquieto por el hecho de que la dureza de Chirac y varios de sus lugartenientes pueda poner en peligro su s¨®lida candidatura a Matignon, Balladur se esforz¨® ayer por calmar los ¨¢nimos. "Es normal", dijo, "que el clima se tense al final de la campa?a electoral. No hay que darle demasiada importancia a ese asunto. Si el presidente no saca las consecuencias del resultado de esta consulta [es decir, si no dimite], nosotros [la coalici¨®n RPRUDF] asumiremos nuestras responsabilidades de Gobierno".

Cohabitaci¨®n y mandato

"La cohabitaci¨®n", a?adi¨® Balladur, "obligar¨¢ a todos a mostrarse respetuosos de las instituciones. La nueva mayor¨ªa tendr¨¢ que saber dominarse a s¨ª misma y deber¨¢ hacer un esfuerzo para ser abierta y tolerante y reunir al mayor n¨²mero posible de franceses". El primer ministrable asegur¨® que las dos principales preocupaciones del futuro Gobierno ser¨¢n el paro y la seguridad".

Como si tomara conciencia de haber ido demasiado lejos, el propio Chirac anunci¨® que "no habr¨¢ revanchas ni ajustes de cuentas" tras las legislativas. "Nadie", precis¨®, "le discute a Mitterrand su derecho constitucional de terminar su mandato".

Los socialistas concluyeron su campa?a con una d¨¦bil esperanza en que los electores corrijan ma?ana el resultado de la primera vuelta, ampliamente favorable a la coalici¨®n de centro derecha. Los franceses afrontaban el fin de semana con la convicci¨®n de que su futura Asamblea Nacional ser¨¢ la m¨¢s derechista de la historia de la V Rep¨²blica. La coalici¨®n RPR-UDF puede obtener un m¨ªnimo de 460 diputados y el Frente Nacional puede arrancar algunos. Ante esa situaci¨®n, Mitterrand queda como el ¨²ltimo basti¨®n de la izquierda en las instituciones francesas.