El mal de la edad
La 'Declaraci¨®n de Madrid', una ventana a la esperanza para afectados por Alzheirner
"?Abra la puerta!, ?gire el pestillo para abajo! Para arriba, no; al rev¨¦s, hacia abajo. ?Mire que es cabezota!; ahora le ten¨ªa que dejar ah¨ª. ?Cu¨¢ntas veces le he dicho que no cierre el ba?o por dentro? Cada d¨ªa est¨¢ peor...". M. A. C., de 59 a?os, intentaba el pasado mi¨¦rcoles que su padre, de 88 a?os y con claras muestras de demencia senil, siguiera sus indicaciones desde el otro lado de la puerta. Dos de cada tres casos de esas demencias se deben al mal de Alzheimer, seg¨²n la Declaraci¨®n de Madrid, un manual de actuaci¨®n elaborado esta semana por expertos internacionales.Esa dolencia, casi desconocida hasta que hace 15 a?os, encontr¨® rostro en la cara devastada de Rita Hayworth y se ha convertido en una de las principales amenazas sanitaria del siglo XXI, aunque los avances habidos sobre su origen y tratamiento permiten alumbrar una tenue esperanza. Esas modificaciones se traslucen tambi¨¦n en el diagn¨®stico de la enfermedad, aunque a¨²n es dif¨ªcil concretar su dimensi¨®n real. Seg¨²n Ram¨®n Cacabelos, director del encuentro de Madrid, el mal est¨¢ ya plasmado en 400.000 ancianos an¨®nimos, pero hace un a?o los especialistas situaban en 200.000 los afectados.
?Qu¨¦ ha pasado entre el ayer y el hoy? Si era tan infrecuente hace unos a?os, ?c¨®mo se ha convertido en una enfermedad tan com¨²n? ?Es una dolencia nueva o una etiqueta que engloba patolog¨ªas diversas? Los especialista reunidos en Madrid -como Robert Therry, de la Universidad de Lajoya (EE UU); Steven Ferris, jefe del departamento de Psiquiatr¨ªa del Centro M¨¦dico de la Universidad de Nueva York, y el profesor Giacobini, de la Universidad de Illinois (EE UU)- han intentado dar respuestas a estas y otras preguntas partiendo de una certeza: la clave de la expansi¨®n de ese mal est¨¢ en la vejez. Y nunca tantos hombres vivieron tantos a?os como ahora. La enfermedad de Alzheimer debe dejar de considerarse, a su juicio, una manifestaci¨®n precoz de la vejez -como fue el caso de Rita Hayworth- para valorarse como un fruto de la vejez misma.
Diagn¨®stico precoz
Para Ram¨®n Cacabelos, la amenaza que supone la enfermedad de Alzheimer el pr¨®ximo siglo supera con creces al sida. "El problema de ¨¦ste es fundamentalmente de rechazo social", dice. De hecho, la Declaraci¨®n de Madrid afirma en su punto primero que "Alzheimer se est¨¢ convirtiendo en el tercer problema de salud en pa¨ªses desarrollados". Pero, tras este afirmaci¨®n, el documento da paso, por primera vez, a una serie de criterios consensuados entre los especialistas sobre diagn¨®stico y tratamiento. En suma, una base unificada de la que se carec¨ªa, hasta ahora para abordar el mal.
Vinculada (tanto en su manifestaci¨®n precoz -antes de los 65 a?os- como tard¨ªa -despu¨¦s de esa edad-) con alteraciones gen¨¦ticas, la enfermedad de Alzheimer se manifiesta cl¨ªnicamente en forma de un deterioro progresivo e irreversible. Ese proceso se manifiesta en todos los ¨®rdenes y llega a ser de tal magnitud que el anciano necesita asistencia en todos sus actos, siendo la p¨¦rdida de memoria uno de los s¨ªntomas m¨¢s comunes.
M. A. C consigui¨® sacar a su padre del ba?o tras veinte -minutos de intentos vanos, pero m¨¢s como fruto de la casualidad que del atino del anciano para entenderse con la cerradura. El incidente constituye, seg¨²n relata, una manifestaci¨®n m¨¢s del deterioro acelerado sufrido por su padre desde hace cuatro a?os.
".A veces es imposible que vivan en un piso, porque su estado afecta al vecindario. Est¨¢n deprimidos, confusos, son incapaces de comprender su situaci¨®n y cualquier di¨¢logo es in¨²til", se?ala Steven Ferris. Ning¨²n m¨¦dico, en cambio, ha diagn¨®sticado hasta ahora al padre de M. A. C. como Alzheimer. "Nos han dicho que es muy importante que siga la medicaci¨®n todos los d¨ªas y que esto es porque parece que le falta riego sangu¨ªneo. No nos han dicho nada m¨¢s. Pero as¨ª no se puede vivir", afirma M. A.C.
"En el Alzheimer existe una desconexi¨®n de las interacciones neuronales extraneuronas, causadas por placas seniles. El componente fundamental de estas placas es una prote¨ªna an¨®mala llamada amiloide. Algunos investigadores creen que ¨¦sta es la causa. Otros consideran, en cambio, que se debe a una enfermedad neuronal de causa a¨²n desconocida. Esas neuronas enfermas son incapaces de mantener la sinapsis (contactos con otras neuronas)", afirma Robert Terry.
Para Alberto Portera, jefe del departamento de neurolog¨ªa del hospital Doce de Octubre de Madrid, la clave est¨¢ en el diagn¨®stico precoz. Actuando pronto se puede retrarsar el da?o de uno a tres a?os", afirma Portera.
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