El equipo espa?ol reconoce que no sabe soportar la presi¨®n

El miedo al fracaso convierte a los jugadores espa?oles de Copa Davis en mucho m¨¢s vulnerables que los dem¨¢s. La derrota de Espa?a frente a Holanda, en la primera ronda, puso de nuevo al descubierto la fragilidad de unos tenistas que en el circuito mundial est¨¢n entre los mejores del mundo. Desde que Manuel Santana se retir¨® ning¨²n otro tenista espa?ol ha soportado la presi¨®n de la Copa Davis. Nadie acierta a encontrar explicaciones, ni soluciones de futuro, pero todos reconocen la psic¨®sis que padecen.

Juan Bautista Avenda?o confes¨® que el pasado domingo fue el d¨ªa m¨¢s terrible que hab¨ªa vivido desde que se dedica al tenis. Sergi Bruguera y Carlos Costa acabaron llorando en el vestuario. "La Copa Davis crea demasiada presi¨®n en este pa¨ªs", asegura Avenda?o. "Frente a Holanda demostramos que somos mejores y por dos veces estuvimos a un punto de ganar la eliminatoria, pero perdimos. Debemos adaptamos mejor a la situaci¨®n de tensi¨®n que crea esta competici¨®n. En otros pa¨ªses no tiene tanta trascendencia y los jugadores lo soportan mejor. Aqu¨ª, tal vez tambi¨¦n por el car¨¢cter latino, nos cuesta m¨¢s".Sergi Bruguera, no obstante, se niega a reconocer que su derrota se produjo por un problema mental. "No lo creo", se?al¨®. "Luch¨¦ hasta el final y siempre cre¨ª que pod¨ªa ganar. Fue mala suerte".

La cuesti¨®n tal vez radique en el mal planteamiento de las eliminatorias. Cuando se supo que Espa?a deb¨ªa enfrentarse a Holanda, capit¨¢n y jugadores dijeron que ser¨ªa complicado. Cualquier aficionado hubiera asegurado que era un rival f¨¢cil. En el momento del sorteo de la eliminatoria, el capit¨¢n holand¨¦s, Stanley Franker, asegur¨® que si se llegaba a un quinto punto decisivo ganar¨ªan. Avenda?o, en cambio, explic¨® que hab¨ªa tenido muchas dudas para elegir a Bruguera cuando supo que Koevermans disputar¨ªa los individuales. Todo el equipo sent¨ªa miedo de que Sergi debiera decidir. Y cuando Costa perdi¨® el domingo, Bruguera se fue al vestuario temblando y luchando contra los fantasmas.

La soluci¨®n se plantea dif¨ªcil. Manolo Santana aplic¨® la terapia de provocar un cambio generacional cuando accedi¨® a la capitan¨ªa. Los resultados no fueron buenos. Ahora, el equipo espa?ol tiene una media que roza los 25 a?os. Te¨®ricamente es un equipo de futuro. No puede pensarse en cambiarlo, porque adem¨¢s estos mismos jugadores ofrecen un excelente rendimiento en el circuito profesional.