Oro bajo la alfombra de Kanemaru

Una trampilla debajo de la alfombra del dormitorio ocultaba los lingotes de oro del padrino. En la caja fuerte familiar hab¨ªa amontonado 45 millones de yenes (cantidad similar en pesetas) en efectivo, y el resto, hasta un total de 6.000 millones, fue descubierto en bonos y obligaciones bancarias camufladas. El caudillo Shin Kanemaru, que decidi¨® el nombre de los tres ¨²ltimos jefes del Gobierno de Jap¨®n, pidi¨® perd¨®n al ser detenido.

Han pedido tambi¨¦n perd¨®n, de oficio, todos los reos por corrupci¨®n. Procesado por evasi¨®n masiva de impuestos, las pruebas contra el patr¨®n Kanemaru parecen irrefutables. El ¨²ltimo testigo de cargo implica a su fallecida esposa en la adquisici¨®n de pagar¨¦s.La suciedad pol¨ªtica y las evidencias de complicidad entre el poder y los negocios se acumulan en la Fiscal¨ªa de Tokio, como los billetes de 10.000 yenes atesorados en fajos por el capataz liberal. Kanemaru, de 18 a?os, que hasta hace pocos d¨ªas tomaba la lecci¨®n al actual jefe del Gobierno, Kiichi Miyazawa, pag¨® la fianza m¨¢s alta impuesta nunca a un pol¨ªtico nacional, 300 millones de yenes, despu¨¦s de tres semanas de arresto preventivo. No era para menos. Los millones bajo sospecha aumentan, y faltan por escrutar 7.000 documentos requisados en medio centenar de despachos y constructoras sospechosas de escamotear al fisco o supuestamente compinchadas con el capo en desgracia del partido que gobierna Jap¨®n desde 1955. La trampa investigada es la de siempre: contratos y protecci¨®n a cambio de multimillonarias contribuciones bajo manga.

Las primeras conclusiones indican que el procesado, adem¨¢s de recaudar fondos para financiar la costosa campa?a electoral de su facci¨®n dentro del partido, quiso enriquecerse personalmemte. ?C¨®mo? Mediando a dobl¨®n entre grandes compa?¨ªas del sector de la construcci¨®n y sus amigos en el ministerio encargado de asignar obras p¨²blicas presupuestadas en miles de millones. Algunos contratistas, agradecidos, correspond¨ªan con la donaci¨®n de locales o participando activamente en apoyo de los candidatos del partido.

El primer ministro, K¨ªichi Miyazawa, y los liberales, cuya popularidad registra m¨ªnimos, anunciaron el mi¨¦rcoles pasado cuatro proyectos legislativos encaminados a controlar la procedencia y utilizaci¨®n de los fondos pol¨ªticos y a reformar el sistema electoral. El encomiable prop¨®sito, desempolvado en las crisis, apenas si ha despertado entusiasmo en un pa¨ªs acostumbrado a la corrupci¨®n estructural y al incumplimiento de promesas de quienes terminar¨ªan formando parte de los escombros si se aplicase con rigor la operaci¨®n de limpieza.

Moderaci¨®n

Un cargo del partido gubernamental, cuyos representantes parlamentarios tiemblan ante una posible auditor¨ªa de sus ingresos y gastos, dijo confiar en la moderaci¨®n de los investigadores para no entorpecer la celebraci¨®n en Tokio de dos acontecimientos importantes: la boda del pr¨ªncipe heredero en junio y la cumbre del Grupo de los Siete en julio. Paralelamente a esta declaraci¨®n, que aconseja subordinar el trabajo de los fiscales al entorno medioambiental- se publicaban los resultados de la ¨²ltima encuesta de opini¨®n: s¨®lo el 3% de los japoneses conf¨ªa en sus pol¨ªticos. Tsuyako Nakamura, una antigua enfermera de 65 a?os, resum¨ªa en una espont¨¢nea declaraci¨®n callejera un significativo estado de ¨¢nimo. "La detenci¨®n de Kanemaru debi¨® haberse producido antes. Y los fiscales ten¨ªan que haber investigado m¨¢s a Takeshita (antiguo primer ministro). Lamento que esta gente nos represente en el Parlamento. Los ciudadanos tenemos parte de culpa en todo esto por consentirlo".Shin Kanemaru, que aguarda en libertad provisional el comienzo del proceso y que renunci¨® a su esca?o parlamentario en octubre tras admitir el cobro ilegal de 500 millones de yenes, est¨¢ acusado de una evasi¨®n fiscal, entre 1987 y 1989, calculada en 1.000 millones de yenes. Contrariamente a otras ocasiones, la Fiscal¨ªa de Tokio ha demostrado diligencia y celo, y prepara nuevas imputaciones en este may¨²sculo caso por corrupci¨®n.

Un ejecutivo de una empresa constructora relacionada con el esc¨¢ndalo confesaba el apuro en que se vi¨® un compa?ero encargado de entregar varios millones de yenes a un pol¨ªtico. "Cuando lleg¨® a la oficina del pol¨ªtico con la bolsa que conten¨ªa el efectivo, se cruz¨® en el pasillo con otro empleado de una empresa de la competencia. Tambi¨¦n portaba la misma bolsa".