Cursos

En la Direcci¨®n General de la Mujer son tan finas que cuando deben decir: las psic¨®logas que han solicitado hacer el curso de recursos humanos no han sido admitidas a realizarlo, comunican por tel¨¦fono a cada una de las solicitantes una brutalidad: el curso no se va a celebrar. Y no me excedo en calificarlo de brutalidad, porque una empleada de dicho organismo comunicaba lo que ella ha llamado "una mala informaci¨®n", pues sab¨ªa que el curso s¨ª se celebrar¨ªa, pero era embarazoso contamos la verdad y eligieron inventar esa historia y ofrecernos otros cursos que est¨¢n menos relacionados con la psicolog¨ªa que el de recursos humanos.Claro, nosotras ya habr¨ªamos aprendido en la carrera todas esas cosas, y haciendo otros cursos podr¨ªamos reciclarnos como correctoras de textos, responsables de grandes superficies comerciales o mandos intermedios. No se daban cuenta de lo f¨¢cil que iba a ser comprobar si dec¨ªan la verdad o no, ya que se trata de un acontecimiento p¨²blico que debe ir acompa?ado de la publicaci¨®n de listas. Para darle algo de credibilidad a la historia a?adieron que la no celebraci¨®n de los cursos se deb¨ªa a problemas con la empresa que imparte los cursos. La realidad era muy otra. El curso, aunque trataba sobre gesti¨®n de recursos humanos, no iba dirigido a psic¨®logas, sino a fil¨®logas, soci¨®logas y pedagogas. ?Por qu¨¦ decidieron ocultarnos la celebraci¨®n del curso? La empleada, ya mencionada, de la Direcci¨®n General de la Mujer dice que si nos hubieran dicho la verdad habr¨ªamos entrado en discusi¨®n. ?Debemos permanecer sumisas y calladitas? ?Tanto tem¨ªan la discusi¨®n que prefirieron optar por la falta de ¨¦tica? ?C¨®mo nos vamos a fiar de un organismo que, siendo algunos de sus objetivos promocionar y defender los derechos de la mujer, vulnera el derecho a la informaci¨®n veraz?-