Mujeres y perd¨®n
GHULAM ISHAQ Jan, el presidente de la rep¨²blica paquistan¨ª que destituy¨® a Benazir Bhutto del cargo de primer ministro hace tres a?os, ha vuelto a entrevistarse con ella nada m¨¢s destituir el pasado d¨ªa 18 a su sucesor, Nawaz Sharif. Busca un acomodo que devuelva el poder ejecutivo a Bhutto, provisionalmente hasta el 14 de julio y de forma definitiva despu¨¦s de las elecciones generales que se celebrar¨¢n en esa fecha y que ella (y su Partido del Pueblo, el PPP) podr¨ªa ganar. En ambos casos, las razones invocadas para la destituci¨®n por el presidente son que los ceses de los primeros ministros obedec¨ªan a su "corrupci¨®n, nepotismo e incompetencia". Probablemente ¨¦se es el verdadero problema de la vida pol¨ªtica paquistan¨ª: el c¨ªrculo cerrado de una clase pol¨ªtica alejada del pueblo y dedicada a la exclusiva satisfacci¨®n de sus propios intereses.Preguntada sobre la raz¨®n por la que enemigos tan irreconciliables como el presidente y ella pueden volver a dialogar, Benazir Bhutto contest¨®: "S¨®lo los hombres no perdonan". S¨®lo los hombres, con tal de que no sean paquistan¨ªes. Porque en este pa¨ªs asi¨¢tico todos los pol¨ªticos parecen dispuestos a acomodarse y a celebrar pactos de colaboraci¨®n con los adversarios si ello les asegura la preservaci¨®n del poder. Nadie parece pensar realmente que la regla de la democracia que Pakist¨¢n asegura acatar obliga a que predomine, la preferencia del pueblo.
Y as¨ª, si Bhutto no se pone de acuerdo con el presidente, porque realmente ser¨ªa demasiado tragar, ella y Sharif podr¨ªan coligarse despu¨¦s de las elecciones para hacer frente a Ishaq Jan en una renovaci¨®n de la lucha endog¨¢mica, que en nada favorece al pa¨ªs y que ha sido t¨ªpica de ¨¦l desde su independencia en 1947. Un d¨ªa contigo, otro contra ti.
El problema principal ahora es la octava enmienda a la Constituci¨®n, impuesta en 1985 por el entonces dictador-presidente, general Zia UlHaq. Da poderes al presidente de la Rep¨²blica para, adem¨¢s de disolver el Parlamento, destituir al primer ministro, a los jueces y a los jefes militares. (O matar a ¨¦stos, si la acusaci¨®n de la viuda del general en jefe del Ej¨¦rcito muerto el pasado mes de enero prospera: asegura que el general Asif Nawaz fue envenenado por orden del presidente, al oponerse a su constante interferencia en los asuntos militares y al negarse a que se utilizaran las Fuerzas Armadas paquistan¨ªes como veh¨ªculo de proselitismo del integrismo isl¨¢mico en Asia).
El pasado d¨ªa 18, el presidente Ishaq Jan no s¨®lo destituy¨® al primer ministro, sino que disolvi¨® la Asamblea, un caso de clara interferencia en el proceso democr¨¢tico: como alega el presidente del Parlamento, la disoluci¨®n no era necesaria puesto que el primer ministro saliente dispon¨ªa de mayor¨ªa parlamentaria suficiente para hacer frente a una moci¨®n de censura y superarla. Pero hab¨ªa dejado de ser santo de la devoci¨®n de Ishaq Jan. Eso, en un pa¨ªs gobernado por tres fuerzas pol¨ªticas -presidente, jefe del Ejecutivo y Ej¨¦rcito-, es necesariamente malo para uno cuando los otros dos act¨²an de consuno. Queda por ver cu¨¢l es el mapa pol¨ªtico despu¨¦s de las elecciones de julio y c¨®mo se habr¨¢n recompuesto las alianzas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.