Roma expulsa a Benjam¨ªn Forcano y a otros cinco claretianos progresistas
La historia ha concluido como tem¨ªan. Cinco te¨®logos espa?oles, entre ellos Benjam¨ªn Forcano, caracterizados por sus posturas conciliares de di¨¢logo con la cultura actual y su proximidad a la teolog¨ªa de la liberaci¨®n, han sido expulsados de la orden de los claretianos, as¨ª como otro miembro de su comunidad que no es te¨®logo. El decreto de expulsi¨®n fue emitido por el Tribunal Supremo de la Signatura Apost¨®lica el pasado mes de febrero, pero la noticia ha trascendido ahora.
El caso, comenz¨® a principios de la d¨¦cada de los ochenta, cuando Benjam¨ªn Forcano, uno de los ahora expulsados de la Congregaci¨®n Claretiana, tuvo problemas por la publicaci¨®n de su obra Nueva ¨¦tica sexual con la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe (ex Santo Oficio), encargada de velar por la pureza doctrinal, que dirig¨ªa ya entonces el cardenal Joseph Ratzinger.La obra conten¨ªa una serie de apreciaciones no del agrado de los sectores eclesi¨¢sticos m¨¢s conservadores, habida cuenta de que los temas de moral preocupan especialmente en Roma. En la obra, Forcano, por ejemplo, se mostraba tolerante con el uso de anticonceptivos, como otros moralistas.
La cuesti¨®n continu¨® con la destituci¨®n, en 1988, de Forcano como codirector de la revista Misi¨®n Abierta, editada por los claretianos. Posteriormente eran cesados en sus cargos los otros dos codirectores de la revista, editada en Madrid: Secundino Movilla y Rufino Velasco. Tambi¨¦n ambos han sido expulsados ahora de los claretianos. El consejo de redacci¨®n de Misi¨®n abierta, a la que ya se hab¨ªa puesto la censura previa, dimit¨ªa despu¨¦s. Las cr¨ªticas vertidas contra Misi¨®n Abierta, por parte de un sector del episcopado espa?ol, eran fundamentalmente tres: proyectaba una visi¨®n negativa de la Iglesia, fomentaba una Iglesia popular y se mostraba cr¨ªtica con la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica.
Forcano, Movilla y Velasco a?ad¨ªan entonces sus nombres a la relaci¨®n de te¨®logos progresistas contra los que la Congregaci¨®n romana que dirige Ratzinger tomaba represalias en 1988. Este fue el caso tambi¨¦n de Jos¨¦ Mar¨ªa Castillo y Juan Antonio Estrada, que fueron destituidos de sus tareas docentes en la facultad de Teolog¨ªa de Granada. Los colectivos cristianos de base consideraron entonces esta serie de destituciones en cadena como obra de una "nueva Inquisici¨®n".
Forcano, Movilla y Velasco, junto con Evaristo Villar y Jos¨¦ Luis Sierra, tambi¨¦n expulsados, han hecho llegar a quienes les han apoyado durante su proceso una declaraci¨®n de agradecimiento en la que enumeran las vicisitudes del caso y manifiestan el convencimiento de que su expulsi¨®n responde a criterios doctrinales. El sexto expulsado es Jes¨²s Azilu, miembro de la misma comunidad pero no te¨®logo.
Acogidos por Casald¨¤liga
Los expulsados denuncian en este documento, al que ha tenido acceso EL PA?S, que el proceso tuvo su origen fuera de la Congregaci¨®n Claretiana, exponen que las razones del mismo "fueron de control doctrinal y no de desobediencia", se?alan que sus superiores optaron finalmente por "obedecer y aplicar unas medidas dolorosas para ellos y para nosotros", subrayan su intento de mantener "una actitud de coherencia" con el Concilio Vaticano II y consideran su expulsi¨®n "contradictoria con el derecho humano y con el Evangelio de Jes¨²s". Asimismo a?aden: "Salimos de la Congregaci¨®n no por crisis ni por iniciativa propia, sino por expulsi¨®n. Y, a nuestro entender, sin justificaci¨®n en cuanto al modo y en cuanto a las razones".Esta comunidad de claretianos, primera que como tal es expulsada de una orden religiosa en Espa?a, se?ala que ha sido acogida por el obispo de Sao F¨¦lix (Brasil), el claretiano nacido en Catalu?a Pedro Casald¨¤liga "quien nos ha incardinado para todos los efectos a su di¨®cesis y con permiso para residir fuera de ella". Cuando un religioso es expulsado de su orden, necesita tener un superior; en este caso un obispo "ben¨¦volo", como dice uno de los expulsados, que los acoja bajo su autoridad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.