Se inaugura en Buenos Aires una sala dedicada en exclusiva al cine espa?ol
. Con el estreno de 43 pel¨ªculas en una semana, se inaugura en Buenos Aires una sala dedicada exclusivamente a programar cine espa?ol. Al acto de apertura asisti¨® una nutrida representaci¨®n de la vida cultural espa?ola y argentina, encabezada por Jos¨¦ Sacrist¨¢n, padrino del remozado Nuevo Cine Gloria.
Un aut¨¦ntico marat¨®n de 43 pel¨ªculas en siete d¨ªas, es el punto de partida del Nuevo Cine Gloria, de Buenos Aires, una sala dedicada en exclusiva al cine espa?ol, situada en plena avenida de Mayo, donde durante la guerra civil republicanos y franquistas dirim¨ªan sus diferencias, a veces a sillazos, en las terrazas de los caf¨¦s.Las p¨¢ginas de la prensa argentina aparecen estos d¨ªas llenas de entrevistas e informaciones sobre el cine espa?ol, que ha conseguido, en estos tiempos de v¨ªdeo y televisi¨®n, el milagro de reabrir una cl¨¢sica sala de cine de Buenos Aires, donde en el pasado se proyectaban las pel¨ªculas de la llamada Madre Patria.
El actor espa?ol Jos¨¦ Sacrist¨¢n, un ¨ªdolo en Argentina, y la actriz argentina Graciela Borges, int¨¦rprete de la serie de televisi¨®n de Vicente Aranada Los jinetes del alba, fueron los padrinos de la nueva sala, en una ceremonia tan marat¨®nica como la semana en que se proyectar¨¢n 43 pel¨ªculas.
Casi tres horas esperaron los asistentes al acto para presenciar la proyecci¨®n de Belle epoque con que se reinaugur¨® el Gloria. El acto tuvo momentos emotivos. Primero subi¨® al escenario la docena de representantes del cine llegados desde Espa?a. Adem¨¢s de Sacrist¨¢n estaban all¨ª Fernando Rey y su esposa, Mabel Karr; Marisa Paredes, Jorge Sanz, Alfredo Landa, M¨®nica Randall, los directores Fernando Trueba y Jos¨¦ Luis Garci, el productor Enrique Cerezo, y el subdirector general de Cine, Carmelo Romero. Trueba resumi¨® en una frase el sentir de muchos espa?oles cuando dijo: "Buenos Aires me recuerda a mi calle de Bravo Murillo en Madrid, pero como una superproducci¨®n a lo bestia".
Emigrantes
La emoci¨®n subi¨® en la sala cuando se entregaron condecoraciones a la gente del cine argentino que actu¨® en Espa?a. All¨ª se juntaron desde directores como Mar¨ªa Luisa Bemberg, Fernando Ayala, Adolfo Aristar¨¢in y H¨¦ctor Olivera, con veteranos actores de m¨¢s de 80 a?os, vedetes de la revista y buen n¨²mero de los que emigraron a Espa?a en los setenta por culpa de la ¨²ltima dictadura militar argentina.
La famosa de la televisi¨®n argentina Mirtha Legrand, una de las galardonadas por la ¨²nica pel¨ªcula que rod¨® en el extranjero, Do?a Froncisquita, de Benito Perojo, sorprendi¨® a todos cuando dijo que es hija de un espa?ol de Almer¨ªa y su verdadero nombre es Rosa Mar¨ªa Mart¨ªnez Su¨¢rez, al mismo tiempo que evocaba el pasado del Gloria.
La vedete Ethel Rojo, quien a principios de los sesenta enloquec¨ªa a los espectadores del teatro Mart¨ªn en Madrid con la revista Dos piernas 20 millones, recordaba que su madre era asturiana de Cangas de On¨ªs al ministro de la Embajada de Espa?a, Antonio Segura.
El m¨¢s transgresor de la noche fue, como no pod¨ªa ser de otro modo, el actor Norman Briski, quien destac¨® la importancia del acto como "una reparaci¨®n hist¨®rica de la conquista, porque nos hicieron mierda y podemos ser amigos a pesar de los Reyes Cat¨®licos".
El padrino de la nueva sala, Jos¨¦ Sacrist¨¢n, llam¨® la atenci¨®n sobre el acontecimiento de abrir una sala para ver el cine en su marco adecuado, "en silencio y a oscuras", en unos tiempos en que las pel¨ªculas se amontonan en casa "junto al frigor¨ªfico".
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