El Manchester vuelve a ser campe¨®n m¨¢s de un cuarto de siglo despu¨¦s

El Manchester United se ha proclamado campe¨®n de la Liga inglesa despu¨¦s de una sequ¨ªa que ha durado m¨¢s de un cuarto de siglo. La euforia se ha apoderado de la ciudad inglesa que, de rebote, da m¨¢s relieve a su candidatura a los Juegos Ol¨ªmpicos del a?o 2000. Los que estuvieron en el campo de Old Trafford para celebrar el ¨²ltimo t¨ªtulo de liga ganado en 1967 han visto crecer a hijos e incluso nietos que jam¨¢s han visto como campe¨®n al equipo.

Y ha resultado muy duro, porque el Manchester, junto al Tottenham, es el m¨¢s carism¨¢tico del pa¨ªs. Ha sido como si el Ajax en Holanda o el Anderlecht en B¨¦lgica hubiesen sufrido una abstinencia de 26 a?os. Ha duplicado las urgencias hist¨®ricas del Barcelona multiplicado por cinco el frenes¨ª actual del Real Madrid.En Manchester admiten que las presiones soportadas por los jugadores han sido terribles. Miembros de aquel gran equipo, como Nobby Stiles o Brian Kidd, han pasado cada d¨ªa por el vestuario. Bobby CharIton es tambi¨¦n directivo. La sombra del pasado es larga y acaba cubriendo a todos. Pero el cari?o de la gente es inquebrantable e incluso agobiante. Hace un a?o, los rojos parec¨ªan tener el t¨ªtulo en el bolsillo pero el Leeds, gracias a ganar uno de los seis partidos jugados en abril, marcando -cuatro goles, se llev¨® la Liga.

La locura colectiva en las calles y en el ¨²ltimo partido casero de la temporada frente al Blackburn represent¨® el masivo suspiro de un club que se quita un inmenso peso de encima. A?o tras a?o las aproximaciones al ¨¦xito, el sufrimiento y hasta el descenso a Segunda Divisi¨®n cayeron como latigazos del destino. Bajo Ron Atkinson, por ejemplo, el Manchester comenz¨® la campa?a 1985-86 ganando diez partidos consecutivos. Acab¨® cuarto. Un a?o despu¨¦s, Atkinson fue cesado con el equipo en zona de descenso y lleg¨® el escoc¨¦s Alex Ferguson.

El ex entrenador del Aberdeen ha pasado seis a?os y medio mezclando decepciones ligueras con ¨¦xitos coperos que le han salvado por los pelos.

A mediados de noviembre el United ocupaba el d¨¦cimo puesto con cinco victorias en 15 partidos. Pero lo que m¨¢s le preocupaba a Ferguson era la cifra de 14 goles. S¨®lo tres equipos hab¨ªan marcado menos y la eliminaci¨®n en la primera ronda de la Copa de la UEFA se debi¨® a la incapacidad de marcar un solo gol al modesto Torpedo de Mosc¨² en tres horas y media de f¨²tbol.

Pero un c¨²mulo de circunstancias propici¨® una racha de 17 victorias, seis empates y tan s¨®lo dos derrotas. En primer lugar, ha sido una liga que nadie parec¨ªa querer ganar. Los favoritos -el Arsenal, el Liverpool, el Leeds- han fracasado rotundamente. En segundo lugar el Aston Villa de Ron Atkinson puls¨® la tecla de autodestrucci¨®n como los rojos lo hab¨ªan hecho en la temporada anterior. Incluso acab¨® perdiendo el partido decisivo en su propia casa, 0-1, ante el Oldham.

Cantona, clave

Y en tercer lugar, lleg¨® Cantona. Ferguson ya convers¨® con el franc¨¦s antes de su fichaje por el Leeds y en diciembre pasado convenci¨® a Howard Wilkinson que se lo vendiera. No es un portento en el sprint, pero tiene chispa, carisma y es imprevisible. Adem¨¢s, su presencia le permiti¨® a Ferguson una serie de permutas en el juego ofensivo. Fue clave.