El arquitecto S¨¢enz de Oiza recibe el Premio Principe de Asturias por su "trabajo magistral"
El jurado destaca el talento del artista para "conservar intacta la capacidad de riesgo"
ANDR?S F. RUBIO / J. CUARTAS, El arquitecto navarro Francisco Javier S¨¢enz de Oiza fue galardonado ayer con el Premio Principe de Asturias de las Artes 1993 como reconocimiento a su "trabajo magistral". S¨¢enz de Oiza es el creador m¨¢s pol¨¦mico de la arquitectura espa?ola, con obras tan discutidas y, sin embargo, convertidas de inmediato en s¨ªmbolos de la ciudad como el edificio Torres Blancas o el que bordea la M-30 llamado El Ruedo, ambos en Madrid. S¨¢enz de Oiza compar¨® ayer su labor con la de un m¨²sico: "Romper los l¨ªmites de la forma, lo que es protestado por la masa".
En su estudio de Madrid, una r¨¦plica sin alas de la Victoria de Samotracia en escayola convive con las mesas repletas de planos, las maquetas de sus edificios principales y j¨®venes arquitectos trabajando, varios de ellos hijos suyos. S¨¢enz de Oiza, de 74 a?os, acostumbrado a sorprender a generaciones de alumnos de la Escuela de Arquitectura de Madrid con unas salidas verbales cicl¨®peas y escult¨®ricas como sus obras, se sent¨® ayer en una banqueta y contest¨® a los periodistas desde sus ir¨®nicos ojos claros. "No tengo condiciones para este premio porque soy muy mal arquitecto", dijo, "en lo ¨ªntimo me siento malo, ?no sabe cu¨¢nto me cuesta hacer las cosas!". Con la paradoja como declaraci¨®n de principios, respondi¨® sobre cu¨¢l es su construcci¨®n favorita: "La que no he hecho, que es la que menos da?a; todo lo dem¨¢s molesta, lo vivo siempre molesta".S¨¢enz de Oiza es sabio viejo en pol¨¦micas, y cuando alguien llama "colmena" a su edificio de la M-30 y le dice que choca con su defensa de las arquitecturas populares, las villas antiguas y la pasi¨®n por esas calles y esas casas, responde: "De lo que he hecho, no es de lo peor. El vivir en colmena es malo; el vivir en comunidad no". Y S¨¢enz de Oiza defiende su edificio como espacio para la comunidad, porque cree que el principal problema de El Ruedo no es arquitect¨®nico sino social (se construy¨® para realojar a unas 400 familias del poblado chabolista del Pozo del Huevo, en Vallecas). "Una poblaci¨®n heterog¨¦nea viviendo ' en esas casas ser¨ªa emocionante dice, "pero en el momento en el que se lleva a marginados a un bloque se crea un problema social de primera magnitud". A S¨¢enz de Oiza no le gustan los t¨¦rminos viviendas sociales o ciudad de los periodistas, "porque la ciudad debe ser heterog¨¦nea, debe ser de todos".
Como le conmueven las cr¨ªticas a sus obras, las malas y las buenas, se pone a contar lo que dijo un alba?il que trabajaba en la construcci¨®n del imponente edificio de Torres Blancas: "Lo malo es que esto no hay quien lo tire", exclam¨®. "?Es hermoso!" dice S¨¢enz de Oiza, "esa cr¨ªtica del alba?il me parece tan emocionante como una pareja de novios a la que vi dibujando en la tierra la forma del edificio o aquella noticia de una inglesa que fue atropellada, aunque no le pas¨® nada, por quedarse mir¨¢ndolo".
Pero S¨¢enz de Oiza desconf¨ªa, en su pirot¨¦cnica locuacidad, tanto de las alabanzas como de los denuestos. Y para demostrarlo, responde sobre su edificio m¨¢s admirado, el del Banco de Bilbao en Madrid: "Es una obra que est¨¢ bien firmada, porque firm¨¦ a la altura del pis de los perros".
La decisi¨®n por la que ayer se le concedi¨® el Premio Pr¨ªncipes de Asturias de las Artes fue adoptada en Oviedo por mayor¨ªa. Antes hubo una votaci¨®n entre S¨¢enz de Oiza y la pianista Alicia de Larrocha. El fallo del jurado destac¨® entre los merecimientos del ganador su Iarga trayectoria como arquitecto sin sujetarse a m¨¢s c¨®digos que los de su propia creatividad. Su trabajo magistral en la Escuela de Arquitectura de Madrid ha impulsado una generaci¨®n de arquitectos vocacionales".
Varios miembros del jurado destacaron que haya logrado "conservar intacta la capacidad de riesgo", en expresi¨®n de Tom¨¢s Llorens, conservador jefe de la colecci¨®n Thyssen-Bornemisza. El car¨¢cter pol¨¦mico que han tenido algunas de sus obras es inherente "a la obra de los grandes artistas", en expresi¨®n del presidente del jurado, Jos¨¦ Llad¨® y Fern¨¢ndez-Urrutia.
Oiza es el segundo arquitecto que recibe este premio. Con anterioridad, en 1989, fue concedido al brasile?o ¨®scar Niemeyer. Junto a S¨¢inz de Oiza concurr¨ªa tambi¨¦n este a?o el arquitecto y escultor Santiago Calatrava.
El Premio Pr¨ªncipe de Asturias de las Artes est¨¢ dotado con cinco millones de pesetas, un diploma y la reproducci¨®n de una escultura de Mir¨®. El jurado ha estado formado en esta ocasi¨®n por Antonio Bonet, Mar¨ªa Corral, F¨¦liz Guisasola, Jos¨¦ Llad¨®, Tom¨¢s Llorens, Miguel Oriol e Ybarra, Susana Solano, Leopoldo Rod¨¦s, Manuel Mart¨ªn Ferran y Jos¨¦ Antonio Caicoya.
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