"Nadie puede acusarme de contribuir a dividir Checoslovaquia"
ENVIADO ESPECIALNacido en Praga en 1941, Klaus se gradu¨® en Econom¨ªa y se especializ¨® en comercio exterior. Viaj¨® mucho m¨¢s que sus compatriotas. Estudi¨® en Italia y en Estados Unidos, adonde lleg¨® justo despu¨¦s de la invasi¨®n sovi¨¦tica de Checoslovaquia. Despu¨¦s trabaj¨® en el Banco Estatal Checoslovaco, y entre 1987 y 1989, en el Instituto de Pron¨®sticos de la Academia de Ciencias, el think tank del Gobierno comunista.
No se distingui¨® especialmente en la disidencia, ni siquiera en los meses previos a la revoluci¨®n de 1989, pero, tras la ca¨ªda del r¨¦gimen neoestalinista, ingres¨® en el Foro C¨ªvico, el partido de V¨¢clav Havel, y en diciembre de aquel a?o se convirti¨® en ministro de Finanzas del Gobierno presidido por Marian Calfa.
Sus relaciones con el presidente Havel no son precisamente buenas. Klaus aprovecha cualquier ocasi¨®n para contradecirle y recordarle que carece de poderes. En 1991 fue el principal propulsor de la ruptura del Foro C¨ªvico, tras la cual fund¨® el Partido Democr¨¢tico C¨ªvico (ODS) y lo llev¨® a la victoria en las elecciones de 1992. Desde entonces es primer ministro de la Rep¨²blica Checa y gobierna en coalici¨®n con democristianos y otros partidos conservadores. Junto con el eslovaco VIadimir Meciar decidi¨® la partici¨®n del pa¨ªs, que se produjo el 1 de enero de este a?o. Tiene dos hijos, y su esposa, Lidia, es eslovaca.
Pregunta. ?Cu¨¢l es la situaci¨®n cuatro meses despu¨¦s de la divisi¨®n del pa¨ªs?
Respuesta. La divisi¨®n pertenece al pasado. Con incredulidad descubrimos ahora que EsJovaquia se cubre desde las p¨¢gipas de pol¨ªtica internacional de nuestros peri¨®dicos. En el aspecto t¨¦cnico, legislativo y psicol¨®gico, el pa¨ªs se ha dividido en dos rep¨²blicas independientes. Fue m¨¢s r¨¢pido de lo que yo pensaba. La situaci¨®n de la Rep¨²blica. Checa es realmente estable, tanto pol¨ªtica como socialmente. A nuestro pesar, la divisi¨®n del pa¨ªs ha provocado un choque externo adicional en nuestra econom¨ªa. Nuestras exportaciones a Eslovaquia se han reducido espectacularmente. El mayor problema que se nos presenta ahora tiene mucho que ver con el descenso del comercio entre los dos pa¨ªses.
P. ?Qu¨¦ tiene usted que decir a quienes aseguran que su partido era el primer interesado en la divisi¨®n de Checoslovaquia?
R. ?sta es una pregunta que casi rechazo contestar. La. separaci¨®n la hicieron en un ciento por ciento, repito, en un ciento por ciento, los eslovacos, a los checos nos qued¨® tener que organizarla pac¨ªficamente, pero estar¨ªamos muy felices de vivir todav¨ªa en Checoslovaquia.
P. La transici¨®n a una econom¨ªa de mercado se ha hecho de una manera muy suave, pero hasta ahora los d¨¦ficit de las empresas los sufragaba el tesoro p¨²blico. La ley de quiebras, reci¨¦n entrada en vigor, cambiar¨¢ esto, y hay estudios que aseguran que hasta un 40% de las empresas podr¨ªa declararse en quiebra.
R. Si sigue haci¨¦ndome estas preguntas no estoy interesado en una entrevista. El hombre m¨¢s loco de este pa¨ªs, los viejos planificadores centralistas y sus compa?eros de viaje pretenden saber esto, pero la econom¨ªa de mercado es un proceso espont¨¢neo. Ya veremos cu¨¢ntas empresas iran a la bancarrota. Estas cifras las utiliza la misma gente que hace tres a?os aseguraba que habr¨ªa un mill¨®n y medio de parados en este pa¨ªs y, sin embargo, hay una d¨¦cima parte.
P. ?Cree usted que es real que este pa¨ªs soporte, seg¨²n las, cifras oficiales, s¨®lo entre un 21/6 y un 3% de desempleo?
R. Cierto, pero crecer¨¢. Ya lo hemos contabilizado incluso en el presupuesto del Estado calculando un crecimiento del desempleo de hasta un 4% o un 5%.
P. Sigue siendo una cifra muy peque?a.
R. Hay muchos proces,os paralelos funcionando en este pa¨ªs. Sigue habiendo un almacenamiento de masa laboral, ya que las empresas esperan un aumento de la demanda, pero, al mismo tiempo, hay una gran capacidad de absorci¨®n en nuestra ecoriom¨ªa, ya que el sector privado crece a una velocidad incre¨ªble y se est¨¢n creando grandes oportunidades cada d¨ªa. Ten¨ªamos un sector de servicios muy subdesarrollado y ah¨ª hay otra tremenda reserva de empleo.
P. ?Cu¨¢l es el papel del Estado en el proceso de transformaci¨®n de una econom¨ªa colectivista a una econom¨ªa de mercado libre?
R. En una cl¨¢sica econom¨ªa de mercado, democr¨¢tica y pluralista, somos realmente liberales. No somos socialdem¨®cratas. El papel del Estado debe ser m¨ªnimo, por debajo del nivel medio de los pa¨ªses de la CE. Cuando se trata de organizar la transici¨®n de un sistema a otro es m¨¢s complicado. Por un lado, el proceso debe ser organizado, empujado, iniciado; pero, por otro lado, los sue?os de algunos pol¨ªticos de que es posible introducir la mano invisible del mercado por la mano visible de los bur¨®cratas del Gobierno est¨¢n equivocados. Creo que incluso en una transici¨®n como la nuestra el papel del Estado es menor de que lo que se piensa.
P. ?Contempla usted un plazo para la entrada en la Comunidad Europea? ?Cree que la Rep¨²blica Checa entrar¨¢ sola, sin Eslovaquia, o tal vez formando parte de un grupo con Polonia, Hungr¨ªa y Eslovaquia?
R. El ¨²nico pol¨ªtico checo que hizo campana en Eslovaquia durante las pasadas elecciones fui yo para intentar mantener la federaci¨®n unida. Soy el ¨²ltimo que puede ser acusado de ayudar a la divisi¨®n del pa¨ªs. Pero, tal como est¨¢n las cosas ahora, somos dos pa¨ªses totalmente soberanos e independientes, y la cuesti¨®n de entrar en la CE o en cualquier otra instituci¨®n, juntos o separados, es como preguntarles a los espa?oles si se unir¨¢n a una instituci¨®n sin Portugal.
P. No se trata s¨®lo de Eslovaquia. La CE considera en bloque al grupo de pa¨ªses que antes le he mencionado.
R. S¨ª, lo s¨¦. Pero yo s¨®lo puedo hablar por mi pa¨ªs, no s¨¦ si otros, pa¨ªses -estar¨¢n preparados m¨¢s r¨¢pidamente que nosotros, es algo en lo que no puedo influir. No creo que sea necesario entrar todos juntos. ?sta es una excusa artificial de los pa¨ªses de la Comunidad. Intentar situamos juntos es absolutamente innecesario.
P. ?Cree que Espa?a puede poner obst¨¢culos?
R. No s¨¦ si Espa?a est¨¢ a favor o en contra de nuestra entrada en la CE, pero me temo que tiene algunos miedos irracionales de que pa¨ªses como la Rep¨²blica Checa vayan a constituirse en el grupo de los pa¨ªses pobres de la CE y que la redistribuci¨®n que va de los ricos a los pobres dentro de la CE cambie en contra de los intereses de los pa¨ªses actualmente pobres, como Espa?a. Comprendo que la entrada de los pa¨ªses poscomunistas mover¨¢ a Espa?a hacia el punto medio de ingresos en el contexto comunitario. Puedo entender este miedo, pero puedo asegurarle que la ¨²ltima cosa que la Rep¨²blica Checa pide es dinero. No lo necesitamos, no lo queremos. Militamos agresivamente contra todo tipo de redistribuci¨®n, por lo que no creo que pueda haber temores de que nos llevemos algo.
P. ?Cu¨¢l es la postura de su Gobierno en relaci¨®n con el conflicto b¨¦lico en la antigua Yugoslavia?
R. Seguimos las resoluciones de la ONU. Han pasado varios meses desde la separaci¨®n de Checoslovaquia y estamos muy satisfechos de haberlo conseguido de manera diferente a la de Yugoslavia. Somos expertos en dividir pa¨ªses, as¨ª que si Yugoslavia nos hubiera pedido asistencia t¨¦cnica se la hubi¨¦ramos dado felices. Pero me temo que una intervenci¨®n externa, normalmente, no ayuda a cambiar las profundas razones estructurales del conflicto. El conflicto debe ser resuelto por los ciudadanos de la antigua Yugoslavia, y la cuesti¨®n es s¨®lo c¨®mo puede ayudar el resto del mundo. Pero, para m¨ª, la soluci¨®n dom¨¦stica es crucial. Cuando lo comparo con la divisi¨®n de mi pa¨ªs veo cu¨¢n ignorantes e in¨®centes son todos los representantes extranjeros acerca de los detalles de lo que sucede.
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