Ritos de pago

El escritor canario Jos¨¦ Carlos Cata?o, afincado en Barcelona, es el comisario de Travessies, un ciclo de tres exposiciones sucesivas de tres artistas distintos que ilustran el tan literario tema del viaje, sin necesariamente hablar de desplazamientos f¨ªsicos. Para Cata?o, el nomadismo y el aislacionismo individual son las dos m¨¢s v¨¢lidas opciones desde las que enfrentarse a la tarea art¨ªstica. Ha concebido una muestra de contenido abierto y sugerente, a modo de cuaderno de bit¨¢cora, que reh¨²ye planteamientos did¨¢cticos con af¨¢n de potencializaci¨®n de las distintas po¨¦ticas de sus participantes. Tres traves¨ªas intelectuales y art¨ªsticas que confluyen en el espacio del tiempo y de la memoria subjetiva.Francesca Llopis (Barcelona, 1956) present¨® en su d¨ªa, acotando mucho el espacio de la galer¨ªa, s¨®lo dos cuadros. Realizados en un intervalo de cinco anos, nos llevaban y nos devolv¨ªan de un agujero rectangular y arquitect¨®nico a una cavidad org¨¢nica y curva. Entre ambos, un espejo subrayaba la actividad interior del artista como Narciso en un paisaje de connotaciones urbanas y otro interiorizado.

Despojos industriales

Una instalaci¨®n titulada Hacia el paradigma era el centro, bloqueando el tr¨¢nsito de la exposici¨®n, de la muestra de Leopoldo Emperador (Las Palmas, 1954). Se trataba de una rampa ascendente que quedaba interrumpida repentinamente, sin que pudi¨¦ramos ver lo que ocultaba al final, y desde donde llegaba el sonido grabado de las olas del mar.Retrocediendo por un pasillo poblado de esculturas de acero -despojos industriales de la era contempor¨¢nea y restos de, un naufragio, a la vez que homenajes nost¨¢lgicos al arte primitivo-, nos encontr¨¢bamos con unos televisores, ocultos tras la rampa inicial, que nos mostraban el oc¨¦ano, l¨ªmite infranqueable pero invitaci¨®n a un nuevo viaje.

Por ¨²ltimo, se inaugura ahora una exposici¨®n de Yamand¨² Canosa (Montevideo, 1954) que cierra brillantemente este heterodoxo ciclo con una recopilaci¨®n casi completa de las obras que, bajo el t¨ªtulo Hotel Nada, ha ex puesto durante los ¨²ltimos tres a?os en Reus, Barcelona y Rotterdam. Canosa piensa, como .Cata?o, que el lenguaje es un paisaje y describe sus obras como paisajes interiores, suscribiendo, por tanto, desde la pintura, posiciones conceptuales. Cada uno de sus cuadros se relaciona con los otros, piezas de un mosaico infinito, tal y como las s¨ªlabas y fragmentos de palabras que pinta sobre sus lienzos. Su voluntad es ilustrar de forma muy personal, desde una est¨¦tica fe¨ªsta y repleta de alusiones se xuales, los confines del mundo real y el intuido por Hermes Trismegisto.