Los profesionales
Hace casi 20 a?os, y por eso algunos no se acuerdan, con motivo de la revoluci¨®n del 25 de abril en Portugal quienes pasaban por las comisar¨ªas espa?olas sal¨ªan con alg¨²n gol menos de lo que era habitual y una tremenda confusi¨®n. El funcionar que le hab¨ªa atendido hab¨ªa encontrado alg¨²n hueco en los interrogatorios para contarle que los polic¨ªas eran unos profesionales y que los cambios pol¨ªticos no deber¨ªan afectarles, que polic¨ªas iban a hacer falta siempre.Detr¨¢s de aquellas declaraci¨®n hab¨ªa un descr¨¦dito de los pol¨ªticos que ya iban haciendo sus maletas (los franquistas). En la calle, los q llevaban camisas azules hac¨ªan un razonamiento similar: los pol¨ªticos lo corrompen todo. Los fascistas no se consideraban a s¨ª mismos pol¨ªticos. Los torturadores de la brigada pol¨ªtico-social, tampoco. Pol¨ªtico eran los que se iban y los que ven¨ªan. Los torturadores, unos profesionales al servicio del Estado.
Ahora existe una moda parecida. Un presentador de debates de Telemadrid (podr¨ªa ser de cualquier otra cadena) comienza su analfabetas exposiciones con el latiguillo de "los pol¨ªticos...". Cuando le echan por hacerlo de pena (el analfabeto), dice que ¨¦l es un profesional. Hay hasta directores generales que dicen que ellos son profesionales de la cosa, que su puesto es s¨®lo levemente pol¨ªtico. Pero tengo que reconocer, con verg¨¹enza, que el colectivo que m¨¢s utiliza lo de desmarcarse es el m¨ªo, el de los periodistas, que somos unos profesionales todos (algunos han dejado hasta de tener pasado).
Los profesionales son muy respetables, incluso los analfabetos los torturadores.
Los pol¨ªticos son unos corruptos.
Los ciclistas son unos corruptos.
?Imb¨¦cil! ?C¨®mo se atreve a generalizar sobre los ciclistas?
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