Los colaboradores de Sito Mi?anco alegan presiones del juez y de la policia
Seis de los procesados de la banda del presunto narcotraficante Sito Mi?anco negaron ayer cualquier relaci¨®n con el tr¨¢fico de coca¨ªna o con el blanqueo de dinero y adujeron "presiones" de la polic¨ªa y del juez Baltasar Garz¨®n para justificar sus numerosas evasivas y contradicciones y sus cambios de declaraci¨®n. La sesi¨®n del juicio mantuvo la misma t¨®nica de la jornada precedente, con unos procesados que aparentaban haberse enterado de que se les relacionaba con el tr¨¢fico de coca¨ªna s¨®lo cuando se vieron en comisar¨ªa. El interrogatorio del presunto jefe Jos¨¦ Ram¨®n Prado Bugallo, Sito Mi?anco, abrir¨¢ la sesi¨®n de hoy.
Uno de los procesados interrogados ayer, Jos¨¦ Alberto Aguin Magdalena, Rubio de Ayos, represent¨® el papel de un "obrero" que conoc¨ªa a Sito Mi?anco desde hace diez a?os y a cuya madre le hab¨ªa hecho algunas obras en casa. Ante el tribunal, apenas dio importancio al hecho de ser titular de un 30% de una sociedad llamada Thalassa, de la cual apenas sab¨ªa que estaba radicada en Amberes (B¨¦lgica) y que la llevaba su amigo Sito. Aguin Magdalena ni siquiera supo contestar si la sociedad daba beneficios porque fue detenido "antes de hacer balance". El fiscal pide para Aguin Magdalena 17 a?os de c¨¢rcel por narcotr¨¢fico y receptaci¨®n.En realidad, Thalassa Repairs and Tradings, constituida con un capital de 2,25 millones de pesetas gestionaba 15 buques que presuntamente transportaban coca¨ªna desde Colombia a Espa?a y el movimiento comprobado de cuentas de la sociedad era de unos 1.200 millones de pesetas al a?o. El objetivo de la sociedad era "reparar barcos", seg¨²n el Rubio de Ayos, quien no supo explicar c¨®mo puede reparar barcos una sociedad que no ten¨ªa ning¨²n astillero.
Jos¨¦ Mar¨ªa Castillo San Mart¨ªn, que declar¨® a continuaci¨®n, tambi¨¦n est¨¢ considerado integrante del estado mayor de Sito Mi?anco, y fue quien alquil¨® el piso de la calle Alfonso XIII de Madrid -desde el que se distribuyeron unos 2.300 kilos de coca¨ªna- y una nave de Ajalvir en la que apareci¨® un cami¨®n con compartimentos camufiados para transportar la droga. Castillo, sin embargo, declar¨® ante el tribunal que alquil¨® la nave porque se lo pidi¨® Jos¨¦ Mar¨ªa D¨ªaz Lavilla, otro presunto integrante de la banda ya fallecido.
Durante el interrogatorio a Castillo, el fiscal sac¨® a relucir que el padre del detenido hab¨ªa denunciado presiones de los abogados de Sito Mi?anco para que cambiase su declaraci¨®n. El procesado replic¨®: "Mi padre dir¨ªa lo que fuese con tal de sacarme". Ante la protesta del abogado de Sito Mi?anco, Gerardo Quintana Aparicio, el fiscal puntualiz¨® que Mi?anco hab¨ªa tenido otros abogados anteriores y que ¨¦l no hab¨ªa citado nombres. El fiscal pide para Castillo 8 a?os por narcotr¨¢fico.
Jos¨¦ Manuel Rodr¨ªguez N¨²?ez, ex empleado de Telef¨®nica, neg¨® que hubiera facilitado informaci¨®n a la banda de Sito Mi?anco y dijo que hab¨ªa sido despedido a ra¨ªz de su procesamiento en este sumario. Rodr¨ªguez N¨²?ez est¨¢ acusado de facilitar informaci¨®n sobre las intervenciones telef¨®nicas efectuadas por la polic¨ªa, lo que dificultaba sobremanera el seguimiento de la banda.
150 millones
Juan Jos¨¦ de la Pe?a Gonz¨¢lez, para el que el fiscal pide 12 a?os de c¨¢rcel, por delito monetario y receptaci¨®n, fue detenido cuando viajaba en un veh¨ªculo en el que iban ocultos 150 millones de pesetas que presuntamente le hab¨ªa entregado Sito Mi?anco. De la Pe?a explic¨® que un amigo suyo portugu¨¦s, apellidado Freitas, le hab¨ªa contratado para llevar un veh¨ªculo hasta Hamburgo. "Pero es verdad que existe Freitas?", pregunt¨® el fiscal. De la Pe?a dijo que s¨ª: "Todav¨ªa no le he encontrado, pero tengo tiempo" a?adi¨®.Una historia similar present¨® el colombiano Jorge Isaac V¨¦lez, a quien le intervinieron 92 bolsas de coca¨ªna en un autom¨®vil que llevaba a Las Rozas para "hacer un favor" a su amigo, Julio Gabriel Flores Riera.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.