Agrio, careo entre el mafioso italiano Riina y dos 'arrepentidos'
"T¨² tendr¨ªas que lavarte la boca con vinagre antes de hablar de ciertas personas", grit¨® el jueves Salvatore Tot¨® Riina a Gaspare Mutolo, un arrepentido con el que fue sometido a un careo en la c¨¢rcel romana de Rebibbia. Esa intervenci¨®n violenta para hacer callar a Mutolo no fue la ¨²nica en la, que el capo perdi¨® el control.
"Gasparino, t¨² no dices m¨¢s que mentiras, tu s¨®lo sirves para inventar tragedias", comenz¨® por decir Riina a Gaspare Mutolo, un testigo con el que ¨¦l mismo hab¨ªa pedido enfrentarse y al que no pod¨ªdo negar que conoc¨ªa, ya que hab¨ªa compartido celda con ¨¦l en la c¨¢rcel de Palermo a finales de los a?os sesenta. "Es verdad que, como has dicho, yo te tuve cari?o, pero s¨®lo porque estabas preso, no confundamos. Se?or presidente, era un buen chico y me interes¨¦ por ¨¦l porque ten¨ªa a su madre en un manicomio. Tal vez haya heredado algo de eso, no lo s¨¦".
?sta es su filosof¨ªa, negar siempre", replic¨® Mutolo. "Como cuando nos dirig¨ªas. Hay que ver a lo que hemos llegado. Tienen raz¨®n los que han dicho que somos los nuevos b¨¢rbaros. Dec¨ªais [prosigue dirigi¨¦ndose a Riina que Badalamenti [gran jefe de la Mafia palermitana hasta finales de los setenta] era tintu [malo, en dialecto siciliano, pero al menos ¨¦se no mataba mujeres y ni?os. ?Es de honestos haber matado a la mujer de Giovanni Bontade [otro capo palermitano asesinado en la celda]? ?Y a las mujeres de Mannoia [uno de los arrepentidos que m¨¢s ha colaborado con la justicia norteamericana]?". "?Quieres saber ad¨®nde has llegado? A lo que dec¨ªa Sciascia: a ser un quaquaraqu¨¢ [un insustancial]", interrumpi¨® un Riina inesperadamente devoto del fallecido literato siciliano.
Pistolero preferido
Muy distinto fue el tono del careo con el arrepentido Giuseppe Marchese, que fue ch¨®fer y uno de los pistoleros preferidos de Riina. 17,1 capo no hab¨ªa pedido enfrentarse a este testigo, pero el juez se lo impuso cuando fracas¨® en su intento de convencer a la sala de que Mutolo ment¨ªa.Ante M¨¢rchese, que es cu?ado de Leoluca Bagarella, cu?ado a su vez de Riina, el capo fij¨® la mirada en el suelo y se limit¨® a repetir: "No le conozco, no le conozco de nada" mientras el testigo recitaba: "?No se acuerda de la petici¨®n de mano de mi hermana, cuando vossia [trato que los mafiosos reservan a sus jefes] vino a Palermo, a la calle de Michele Cipolla, con un cestito de rosas? ?Tampoco se acuerda de cuandome mand¨® a San Giuseppe a matar a aquel tipo? ?Tampoco recuerda a Milazzo, ese al que disolvisteis en ¨¢cido?". Llegados a este punto, Riina pregunt¨®, inc¨®modo, por qu¨¦ no estaban en la sala sus abogados de Palermo, que le hab¨ªan desaconsejado los careos.
Por otra parte, el primer ministro, Carlo Azeglio Ciampi, afirm¨® ayer en el Parlamento que, la Mafia es uno de los principales motivos de la desconfianza internacional hacia Italia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.