Los serbios de Bosnia votan en refer¨¦ndum el plan de paz y desaf¨ªan la presi¨®n de Belgrado y de Occidente

Los serbios de Bosnia comenzaron ayer las votaciones, que se prolongar¨¢n tambi¨¦n durante todo el d¨ªa de hoy, en un pol¨¦mico refer¨¦ndum cuyo resultado se espera que sea un rotundo no al plan de paz de los mediadores internacionales Cyras Vance, por la ONU, y David Owen, por la Comunidad Europea (CE), para acabar con la guerra que azota a Bosnia-Herzegovina desde hace m¨¢s de un a?o. Los organizadores de la consulta cifran en 730.000 los serbios bosnios con derecho a votar, y a los cuales Occidente reconoce poca o ninguna legitimidad para hacerlo.

Los serbios bosnios celebran el refer¨¦ndum pese a la presi¨®n de los l¨ªderes de Belgrado, que les inst¨® a que firmasen el plan de paz sin recurrir a la consulta. "Votar¨¦ en contra del plan de paz", afirma el comerciante Petar DJokic, mientras espera en la fila del colegio electoral n¨²mero 9 en Bijeljina (Bosnia nororiental) para depositar su sufragio. "Tengo dos hijos en el frente. Hoy est¨¢n en las trincheras. No puedo aprobar un plan que quiere destruir a los serbios". Djokic, como la mayor¨ªa de los electores, cuyo censo exacto se desconoce a¨²n, ignora el texto del plan de paz. Votar s¨ª significar¨ªa para ¨¦l el abandono de los territorios actualmente en manos serbias y asignados o a los croatas o a los musulmanes por el plan de Vance y Owen, que divide a Bosnia en 10 provincias semiaut¨®nomas.El l¨ªder serbio-bosnio Radovan Karadz?c aconsej¨® a la poblaci¨®n votar no para obtener as¨ª apoyo popular al rechazo del plan, votado ya dos veces por los parlamentarios serbio-bosnios.

"No entiendo por qu¨¦ el mundo entero dice que somos los agresores se interroga Mara Pejkic, de Brcko, ciudad semidestruida en los combates entre serbios y musulmanes. Barrios enteros est¨¢n reducidos a cenizas. "La prensa occidental dice que nosotros somos los agresores y mi casa est¨¢ aqu¨ª", asegura Mara, maestra de primaria, se?alando una casa baja pintada de blanco. El llamamiento de Belgrado para la firma del plan de paz no tiene eco alguno entre los electores.

Nadie habla de los vecinos de ayer. S¨®lo de los propios sufrimientos. Antes de la guerra, en Brcko viv¨ªa un 441/6 de poblaci¨®n musulmana, un 25% croata y un 20% serbia. La mayor¨ªa de los musulmanes se han ido. Quedaron s¨®lo aquellos que no tuvieron adonde ir.

Para la mayor¨ªa de los electores entrevistados por EL PA?S, el plan de paz Vance-Owen no es una cuesti¨®n de guerra o paz sino un problema territorial. La gente est¨¢ convencida de que si se queda en una provincia donde el poder pol¨ªtico no pertenezca a su ¨¦tnia se ver¨¢n obligados a dejar sus casas.

Modrica, ciudad en la provincia n¨²mero tres en el plan Vance-Owen, se halla en el corredor del norte, la v¨ªa de comunicaci¨®n entre las provincias serbias. Los mediadores internacionales propusieron la desmilitarizaci¨®n del camino y su custodia por los cascos azules. El 35% de la poblaci¨®n de Modrica antes de la guerra eran serbios; el 27% croatas, y el 29% musulmana. Hoy, m¨¢s del 90% son serbios. Los refugiados no tendr¨ªan a d¨®nde volver. M¨¢s de un 50% de las casas fueron destruidas.

Mientras unos votaban, otros sufr¨ªan las consecuencias de la guerra. Nuevos combates estallaban ayer en los principales frentes. El portavoz de las fuerzas de la ONU, Barry Frewer, inform¨® que los serbios bosnios lanzaron un ataque a las fuerzas musulmanas cerca de Brcko, al norte de Bosnia.

Mientras los mediadores internacionales David Owen y Thorvald Stoltenberg, sustituto de Cyrus Vance, llegaban a Mosc¨² para buscar el respaldo ruso al plan de paz para Bosnia, el diario brit¨¢nico The Independent aseguraba ayer que Serbia y Croacia estudian en secreto el reparto de Bosnia.