La llave de la lucha canaria
El emergente bloque nacionalista altera la pugna en las islas y aspira a ser la clave del nuevo Gobierno
La formaci¨®n de un bloque nacionalista que abarca de la izquierda a la derecha constituye la principal novedad de esta campa?a en las islas Canarias. El fen¨®meno que encarna Coalici¨®n Canaria (integrada por las Agrupaciones Idependientes de Canarias, Centro Canario Independiente, Iniciativa Canaria, Asamblea Majorera y Partido Nacionalista Canario) carece de antecedentes en otras comunidades con tradici¨®n nacionalista, como Catalu?a y Pa¨ªs Vasco. Desde marzo, los nacionalistas gobiernan en el Archipi¨¦lago, y su l¨ªder, el presidente auton¨®mico, Manuel Hermoso, pide un pacto de Estado para el 4% del pa¨ªs, Canarias; una tierra que "ha entrado en coma".Los nacionalistas hab¨ªan participado en anteriores elecciones de forma aislada, separada y m¨¢s modestamente. En 1979, una coalici¨®n nacionalista de izquierda, Uni¨®n del Pueblo Canario (UPC), logr¨¦ un diputado, Fernando Sagaseta, y, desde hace dos legislaturas, una fuerza m¨¢s moderada, como las Agrupaciones Independientes de Canarias (AIC), ha contado con Luis Mardones en el Congreso. Ahora, en su actual versi¨®n multipartidista, los nacionalistas canarios aspiran a mucho m¨¢s: a formar un grupo parlamentario propio, incluso a ser la "llave del pr¨®ximo Gobierno", como apuntan Lorenzo Olarte y Ad¨¢n Mart¨ªn., sus cabezas de lista al Congreso por las provincias de Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife.
La aparici¨®n en escena de esta alternativa ha provocado un profundo debate en sectores pol¨ªticos, sociales, culturales y econ¨®micos de las islas. La lucha canaria, nombre de un deporte vern¨¢culo, despierta controversia. "Es la opci¨®n que nos faltaba. Si la tienen los vascos y catalanes, que est¨¢n en la Pen¨ªnsula, con m¨¢s raz¨®n nosotros, a 2.000 kil¨®metros", se?ala Jos¨¦ Su¨¢rez Mej¨ªas, presidente de la Confederaci¨®n Canaria de Empresarios. El secretario general del PSOE canario, Jer¨®nimo Saavedra, tacha a esta coalici¨®n de "intento de copia de otros nacionalismos hist¨®ricos en una regi¨®n que carece de sentimientos de esa naturaleza y cuyo ¨²nico bagaje ideol¨®gico es que Madrid tiene la culpa". Al presidente regional del PP, Jos¨¦ Miguel Bravo de Laguna, le preocupa que "el descontento generado por el PSOE en las islas salpique al PP a trav¨¦s de esta plataforma pol¨ªtica".
En la pol¨¦mica, algunos observadores expresan su "estupor" por el maridaje entre conservadores y viejos comunistas en el seno de Coalici¨®n Canaria, seg¨²n opini¨®n que comparten el bi¨®logo Wolfredo Wildpret y el ex senador real Antonio Gonz¨¢lez, premio Pr¨ªncipe de Asturias de Investigaci¨®n Cient¨ªfica de 1986. En cambio, el escritor V¨ªctor Ram¨ªrez y el escultor Mart¨ªn Chirino conf¨ªan en que sirva para clarificar "los interrogantes sobre la identidad cultural". Chirino recuerda a quienes se vean tentados por reivindicar s¨®lo "una cultura de tambores y ch¨¢caras" que la mejor aportaci¨®n de Canarias al arte del siglo XX fue vanguardista y universal: el movimiento de Gaceta de Arte en los a?os treinta.
La uni¨®n de fuerzas nacionalistas tuvo un parto fuera de lo com¨²n, precedido de una ola de mociones de censura, sobre todo en Las Palmas de Gran Canaria. Se origin¨® desde la oposici¨®n del Parlamento de las islas y, de la noche a la ma?ana, se vio en el poder de la comunidad aut¨®noma. Cuando a comienzos de a?o se fragu¨® esta operaci¨®n pol¨ªtica, el PSOE y las AIC a¨²n cohabitaban en un pacto suscrito tras las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas, en el que sus respectivos l¨ªderes, Jer¨®nimo Saavedra y Manuel Hermoso, las AIC convivieron con los socialistas en el Gobierno y, al mismo tiempo, gestaban un mismo proyecto electoral con buena parte de la oposici¨®n (todos los grupos, a excepci¨®n del PP). Su pretensi¨®n de mantener estas dos caras a la vez, con las reservas del PSOE, fue ef¨ªmera.
Los 31 del 31
El pasado marzo, a causa de la negociaci¨®n con Madrid de una ley econ¨®mica para las islas, se rompi¨® el Gobierno. AIC y sus socios de la oposici¨®n censuraron a Saavedra el ¨²ltimo d¨ªa del mes, el 3 1, con la suma de todos sus votos, precisamente 31, mayor¨ªa absoluta justa en una Parlamento de 60 esca?os: los nacionalistas, apremiados por la convocatoria electoral, cambiaron el Ejecutivo y ahora ya hacen planes para 1995, fecha de los pr¨®ximos comicios auton¨®micos. "Necesitamos leyes y recursos para salvar la situaci¨®n de los pr¨®ximos 20 a?os", declara Victoriano R¨ªos, secretario general de las AIC y presidente del Parlamento de Canarias.Tal vez el candidato m¨¢s destacado del bloque nacionalista es el abogado Lorenzo Olarte, n¨²mero uno al Congreso por Las Palmas, ex asesor del presidente Adolfo Su¨¢rez y ex presidente canario como miembro del CDS. Olarte entabl¨® en 1989 un pleito con el Gobierno central que se conoci¨® como la guerra de los arbitrios. Era presidente del Gobierno aut¨®nomo y se neg¨® a bajar el impuesto que grava la entrada de mercanc¨ªas en el Archipi¨¦lago hasta que Hacienda compensara a los cabildos la merma recuadatoria. El entonces secretario de Estado Jos¨¦ Borrell "zanj¨® el problema con 18.000 millones y enmend¨® la chuler¨ªa de Solchaga", se?ala el pol¨ªtico canario. Olarte desat¨® aquel conflicto porque, seg¨²n ¨¦l, el ministro no se le puso al tel¨¦fono.
Despu¨¦s de mil batallas, ha arribado ahora al puerto del nacionalismo. Para despu¨¦s del 6 de junio, desea convertir esta coalici¨®n en el Partido Nacionalista de Canarias, y est¨¢ llamado a ser, si los votos se lo permiten, el jefe del grupo canario en el Congreso. "Queremos ir a las Cortes en son de paz", anuncia. Pero su acento es el m¨¢s radical de la coalici¨®n.
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