"Tenemos los mejores j¨®venes porque son esc¨¦pticos"
Aunque: Enrique Gil Calvo subraya lo que interpreta como el fracaso del ideal de la Ilustraci¨®n -educaci¨®n e igualdad de oportunidades para todos-, y pone de relieve la tendencia de los j¨®venes a no asumir sus responsabilidades pol¨ªticas, considera que ¨¦ste no es m¨¢s que un s¨ªntoma de la forma actual de rebeld¨ªa que es inherente a toda juventud. "Por definici¨®n los j¨®venes son transgresores", afirma Gil Calvo. "En nuestra ¨¦poca ¨¦ramos revolucionarios porque nuestros padres no lo eran. Ahora, el m¨¦todo para transgredir es el cinismo pol¨ªtico, ayudado por el hecho de que los j¨®venes no tienen formas de integrarse como adultos".Pero las cifras son a veces m¨¢s significativas de lo que parece, dice Gil Calvo, profesor de Sociolog¨ªa de la Universidad Complutense. En 1997 terminar¨¢ en Espa?a el baby boom en el que nacieron los j¨®venes de hoy, y se notar¨¢n los efectos de la mayor ca¨ªda de la natalidad que se ha dado en la historia de Espa?a, la que se produjo con la transici¨®n democr¨¢tica. El joven pasar¨¢ a ser "un bien'escaso", lo que junto con el aumento de los mayores redefinir¨¢ el debate pol¨ªtico. De todas formas, precisa, el apoliticismo de los j¨®venes no quiere decir, en contra del clich¨¦ en boga, indiferencia: es notable el compromiso de muchos j¨®venes en apoyo a "causas que ellos mismos se inventan".
El cinismo de nuestro tiempo tiene sus ra¨ªces en la facilidad de la d¨¦cada que ha terminado este a?o, piensa Gil Calvo, que propici¨® lo que en su ensayo llama el rentismo; o lo que es lo mismo, "la defensa de la cuota de poder de cada uno, con el olvido de la funci¨®n productiva". "No es s¨®lo la cultura del pelotazo [o enriquecimiento por pura especulaci¨®n]", explica, sino una actitud que se puede aplicar, como ¨¦l hace en su libro, a las principales actividades sociales.
Creadores de imperios
Pero como dec¨ªa Joseph Schumpeter (1883-1950, te¨®rico de la econom¨ªa que defendi¨® la idea del empresario-creador de riqueza por oposici¨®n al vulgar especulador), "lo bueno de las crisis del capitalismo es que obligan a que se paguen los excesos y los pecados: los especuladores se arruinan y regresan de nuevo los creadores de riqueza".Y precisa: "Durante un tiempo se ha defendido que la especulaci¨®n era rentable; ahora se ha visto que esto no es tan veros¨ªmil. Cierto tipo de financiero dejar¨¢ de ser un modelo, y es posible que la d¨¦cada que viene est¨¦- de moda el creador de imperios ". ?Qu¨¦ indicios permiten afirmar algo semejante? A juicio de Gil Calvo, peque?os s¨ªntomas como, por ejemplo, que se escriban libros como ¨¦ste. "La gente cambia. La gente no lo sabe, pero es infiel. Peque?as grietas terminan por producir grandes corrimientos".
Puede que sea muy pronto para hacer balance de los cambios que se han producido en Espa?a en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas. "Puede que no seamos tan modernos como creemos", dice Gil Calvo. "Estamos mucho m¨¢s a la cola, y la inercia, del franquismo es mucho m¨¢s fuerte de lo que parece". Por ejemplo, la participaci¨®n de la mujer en la sociedad es en Espa?a todav¨ªa mucho menor que en el resto de Europa. "La mayor parte del cambio est¨¢ a¨²n por llegar".
El d¨ªa en que se hizo esta entrevista, en las capitales-europeas se debat¨ªa la participaci¨®n en una eventual intervenci¨®n militar en Bosnia. Sin embargo, para Gil Calvo, el de la antigua Yugoslavia es un conflicto "de polic¨ªa internacional", no de tipo realmente "b¨¦lico", capaz de remover ideas y estructuras esenciales, como fue la guerra fr¨ªa, por ejemplo. A su juicio, las grandes tensiones ya no vendr¨¢n de las guerras, y s¨ª de problemas cada vez m¨¢s globales, como el ecol¨®gico. Y las soluciones, parad¨®jicamente, de una din¨¢mica de ego¨ªsmo individual. Habr¨¢ que pactar para sobrevivir. El verdadero campo de batalla ser¨¢, lo es ya, el de la opini¨®n p¨²blica.
Babelia
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