La banca aut¨®nomica tropieza con la ley
Una sentencia del Constitucional invalida el coeficiente de caja para los bancos p¨²blicos vasco y catal¨¢n
Una sentencia del Tribunal Constitucional (TC) invalida la creaci¨®n de bancos p¨²blicos en el Pa¨ªs Vasco y Catalu?a al anular su principal finalidad, es decir, la de actuar como bancos centrales auton¨®micos en la gesti¨®n de los coeficientes de caja de las cajas de ahorro. Estos coeficientes obligatorios, hoy administrados por el Banco de Espa?a y cuya gesti¨®n reclaman las autonom¨ªas, ascienden a 200.000 millones de pesetas en Catalu?a y superan los 50.000 millones en el Pa¨ªs Vasco. La sentencia, dictada en octubre de 1992, desestim¨® sendos recursos de los Gobiernos vasco y catal¨¢n contra la ley de 1985 sobre coeficientes de inversi¨®n, recursos propios y obligaciones de informaci¨®n de los intermediarios financieros, cuyo desarrollo regula la actividad financiera nacional.
El fallo del alto tribunal se sustenta en el hecho de que los coeficientes de caja "constituyen un aspecto esencial de la ordenaci¨®n del cr¨¦dito y por lo mismo una medida indudablemente incluida en las competencias del Estado". La sentencia, que fue interpretada como un tecnicismo en el momento de su publicaci¨®n en el Bolet¨ªn Oficial del Estado (BOE), se convierte ahora en un escollo dif¨ªcilmente salvable para los proyectos vasco y catal¨¢n.
Hasta este momento, ni el Ejecutivo vasco (con la mayor¨ªa del PNV y el voto en contra de los consejeros socialistas) al aprobar un proyecto de ley para la creaci¨®n del Banco P¨²blico de Euskadi, ni el Gobierno catal¨¢n al hacer p¨²blico un proyecto similar, se han referido a la sentencia, indudablemente conocida. Para los nacionalistas catalanes la desestimaci¨®n de un recurso por parte del TC es un aspecto formal que puede ser salvado. El consejero de Econom¨ªa de la Generalitat, Maci¨¢ Alavedra, reiter¨® ayer mismo que el estudio sobre el banco p¨²blico catal¨¢n lo prev¨¦ todo, luego vendr¨¢ la decisi¨®n pol¨ªtica", a?adi¨®.
El fallo del TC desestima los recursos presentados por los nacionalistas en agosto de 1985 contra la mencionada ley, promulgada en mayo de aquel mismo a?o. Las demanda catalana se bas¨® en la necesidad de suficiencia de recursos para financiar a las autonom¨ªas (amparada por la Ley de Financiaci¨®n de las Comunidades Aut¨®nomas -LOFCA-) y en el principio de distribuci¨®n territorial del poder previsto en la Constituci¨®n, como -se?ala en su introducci¨®n el texto de la sentencia. El recurso vasco se fundament¨® en que el traspaso de la gesti¨®n de los coeficientes a la nueva entidad p¨²blica desarrollar¨ªa el reglamento de la misma ley estatal.
La creaci¨®n del banco vasco y el proyecto catal¨¢n coinciden en que las nuevas entidades p¨²blicas se atribuyan en parte la funci¨®n de bancos centrales de las autonom¨ªas al gestionar una tesorer¨ªa cautiva compuesta por los fondos de los coeficientes obligatorios de las cajas de ahorro. Las entidades de ahorro se encuentran bajo la tutela legislativa -supervisi¨®n, inspecci¨®n y ¨®rganos de gobierno- de las autonom¨ªas por las competencias de sus respectivos estatutos.
Pactos poselectorales
En el borrador de la Generalitat se subraya que los fondos de los coeficientes "se destinar¨ªan naturalmente a cubrir las inversiones reglamentarias en deuda p¨²blica del Estado, pero paralelamente el nuevo banco podr¨ªa colocar los excedentes en el mercado interbancario y socorrer tambi¨¦n necesidades de la ejecuci¨®n de los presupuestos auton¨®micos", se?alan medios de Convergencia Democr¨¢tica (CDC).
En el caso catal¨¢n, la dificultad constitucional del proyecto lo convierte en moneda de cambio para futuros pactos poselectorales, seg¨²n reconocieron ayer fuentes nacionalistas. El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, pretender¨ªa, seg¨²n esta versi¨®n, plantear como contrapartida un nuevo estatuto del Banco de Espa?a, que incluya la reformulaci¨®n del consejo del banco emisor con nombramientos propuestos por la Generalitat".
Las intenciones del Gobierno vasco y el catal¨¢n segu¨ªan provocando reacciones ayer. El l¨ªder del PP, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, se neg¨® a aceptar el proyecto como condici¨®n para un futuro pacto de gobierno. "Yo no estoy dispuesto a gobernar Espa?a a cualquier precio, aunque gane las elecciones", declar¨® a la cadena SER. "Si alguien piensa que se construye el futuro creando bancos p¨²blicos nacionales, est¨¢ equivocado", subray¨®.
El vicepresidente del Gobierno, Narc¨ªs Serra, se?al¨® que Pujol "ha tenido que reconocer que no tiene los detalles ni puede explicar cu¨¢les ser¨ªan sus caracter¨ªsticas [del banco]",, informa Santiago Barra. Por su parte, Carlos Solchaga, ministro de Econom¨ªa, insisti¨® ayer en que el banco que pretende crear el PNV no es constitucional. "Quien tiene la ¨²ltima palabra no es el Gobierno vasco , sino el del Estado y no es posible que el coeficiente de caja depositado en el Banco de Espa?a pase a otro banco", manifest¨® Solchaga. La. gesti¨®n de los coeficientes corresponde al Gobierno, porque "son un instrumento fundamental de pol¨ªtica monetaria y la Constituci¨®n se?ala que la ordenaci¨®n del cr¨¦dito corresponde al Gobierno central.
Un bill¨®n a inter¨¦s cero
El coeficiente de caja es el dinero que bancos y cajas deben tener inmovilizado obligatoriamente a inter¨¦s cero en el Banco de Espa?a. En la actualidad, el coficiente de caja tiene inmovilizados 1,03 billones de pesetas. De estos. 586.000 millones corresponden a bancos y 541.000 a cajas, seg¨²n datos del 31 de abril.
El coeficiente de caja es un instrumento de regulaci¨®n monetaria cl¨¢sico que han utilizado todos los bancos centrales del mundo. Sirve para dar liquidez a los bancos centrales e inyectar fondos al sistema financiero o drenarlos en funci¨®n de los objetivos coyunturales de la pol¨ªtica monetaria. Actualmente la utilizaci¨®n del coeficiente de caja est¨¢ empezando a quedar en desuso debido a la existencia de otros instrumentos, principalmente los llamados cebes, t¨ªtulos que el Banco de Espa?a vende, compra y recompra a bancos y cajas para controlar la liquidez del sistema financiero en su conjunto.
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