"Soy un revolucionario y un moderado"
Pregunta. Si el presidente Clinton estuviera aqu¨ª sentado, ?qu¨¦ dir¨ªa?Respuesta. Le aconsejar¨ªa que intentara servir al pueblo de Estados Unidos en vez de desestabilizar la paz de otros pa¨ªses.
P. ?De qu¨¦ manera se est¨¢ desestabilizando a Ir¨¢n?
R. A trav¨¦s de injerencias y acusaciones.
P. ?No cree que, desde la instauraci¨®n de la Administraci¨®n de Clinton, el clima ha mejorado?
R. No veo una gran diferencia. En mi opini¨®n, la pol¨ªtica exterior de Estados Unidos no ha cambiado.
P.. Al parecer, usted ha hecho algunos intentos por mejorar las relaciones -a trav¨¦s de sus esfuerzos en Afganist¨¢n, por ejemlo, donde Ir¨¢n desempe?¨® un papel constructivo-, pero no se ha dado demasiado cr¨¦dito por ello. ?Cree usted que hay otras medidas que Ir¨¢n podr¨ªa adoptar para recuperar su credibilidad en el extranjero?
R. Lo que quiere Estados Unidos es privarlos de toda credibilidad. Quiere que renunciemos, que nos rindamos. Cada vez que adoptamos una postura positivo, insisten en el siguiente paso positivo. Le dar¨¦ un ejemplo: los rehenes en L¨ªbano. Recibimos muchos mensajes de Estados Unidos en el sentido de que utiliz¨¢ramos nuestra influencia para conseguir que los liberaran, y se hicieron muchas promesas. La presi¨®n que ejercimos hizo que pusieran a los rehenes en libertad -y por ese motivo muchos de nuestros amigos no est¨¢n contentos con nosotros- Pero en cuanto estuvo resuelta la cuesti¨®n, descubrimos que la manera de que Estados Unidos se dirig¨ªa a nosotros hab¨ªa cambiado, se hab¨ªa vuelto m¨¢s dura.
P. ?Qu¨¦ prometi¨® exactamente Estados Unidos?
R. Como no ten¨ªamos contacto directo, no puedo hacer afirmaciones, pero nos dijeron que Estados Unidos desbloquear¨ªa nuestros activos congelados.
P. El Departamento de Estado de EE UU se ha referido a Ir¨¢n como el "patrocinador del terrorismo m¨¢s peligroso de l992".
R. Esa definici¨®n se ajusta mejor al Gobierno de Estados Unidos. Tenemos que fijarnos en los ejemplos para ver qui¨¦n apoya el terrorismo.
P. No negar¨¢ que el Hezbol¨¢ [el Partido de Dios liban¨¦s, respaldado por Ir¨¢n] ha cometido actos violentos...
R. ?Es posible que no sepa cu¨¢ntas bombas ha hecho explotar en Ir¨¢n el grupo terrorista Muyahidin Jalq [una facci¨®n antigubernamental]? ?Qui¨¦n vol¨® la sede de nuestro Gobierno, asesin¨® a nuestro presidente y primer ministro, bombarde¨® la sede del Partido Isl¨¢mico Republicano y ocasion¨® la muerte de 72 altos cargos? Pues esos mismos terroristas est¨¢n cerca de la Casa Blanca y disfrutan del respaldo del Congreso de Estados Unidos.
Ir¨¢n ha padecido el terrorismo m¨¢s que ning¨²n otro pa¨ªs. Sabemos que el terrorismo no va en beneficio nuestro, ni a nivel interno ni a nivel internacional.
P. El portavoz de su Parlamento dijo hace poco que Ir¨¢n no enviar¨ªa a nadie a capturar a Salman Rushdie.
R. Y es absolutamente cierto.
P. ?Cu¨¢l ser¨ªa una soluci¨®n aceptable del caso Rushdie por lo que respecta al Gobierno iran¨ª?
R. Creemos que el caso Rushdie fue creado intencionadamente por Occidente en un intento por ejercer presi¨®n pol¨ªtica sobre Ir¨¢n.
P. Pero una fundaci¨®n iran¨ª puso precio a la cabeza de Rushdie.
R. Pero eso no es el Gobierno: se trata de una fundaci¨®n ben¨¦fica.
P. Pero si la fatwa [el decreto religioso por el que se condena a Rushdie a muerte] no puede levantarse, Rushdie se ve confinado a vivir en un temor perpetuo, a no vivir en absoluto.
R. Eso lo prescribe una ley isl¨¢mica que existe desde hace miles de a?os. Aunque el imam [el ayatol¨¢ Jomeini] no hubiera decretado la fatwa, podr¨ªa haberse encontrado en los libros de los grandes sabios isl¨¢micos.
P. Pero se est¨¢ singularizando a Rushdie.
R. Ustedes son los que lo han hecho. Ustedes han politizado la cuesti¨®n.
P. ?Cu¨¢l es su concepci¨®n de un Ir¨¢n fuerte? ?Una gran potencia militar?
R. Al reconstruir Ir¨¢n estamos intentando hacer mejor uso de nuestros recursos. No pretendemos convertirnos en una gran potencia militar en la regi¨®n. S¨®lo queremos una fuerza defensiva regional y buenas relaciones con nuestros vecinos. Tambi¨¦n intentamos reducir nuestra dependencia de la ayuda extranjera y de los extranjeros.
P. ?C¨®mo encaja Sadam Husein en esta ecuaci¨®n?
R. Nuestras relaciones con Sadam Husein no son buenas. Lo mejor ser¨ªa que el pueblo de Irak tuviera un lugar en la ecuaci¨®n.
P. ?Pueden confiar en el Gobierno iraqu¨ª mientras Sadam Husein est¨¦ en el poder?
R. No creo que pueda haber una buena cooperaci¨®n porque no hemos visto buena voluntad por parte de Sadam. Tenemos varios miles de prisioneros de guerra en Irak, por ejemplo. Sabemos sus nombres. Tenemos pruebas de su presencia, pero Irak no responde a nuestras demandas.
P. ?Cu¨¢les son las lecciones del largo y espantoso conflicto con Irak?
R. Las guerras modernas no tienen vencedores. Ambos bandos pierden.
P. Puede que las informaciones acerca de su acumulaci¨®n de armas convencionales sean exageradas, pero varios de sus vecinos ya est¨¢n fabricando armas nucleares o est¨¢n a punto de hacerlo. ?No le interesa a Ir¨¢n hacer lo mismo?
P. Por lo que respecta al rearme de Ir¨¢n, nuestro presupuesto asignado a cuestiones de defensa es el m¨¢s reducido, en comparaci¨®n con el de otros pa¨ªses de la regi¨®n. En cuanto a las armas nucleares, no interesan a nadie. No s¨¦ lo que piensa el pueblo estadounidense de la masacre de Hiroshima, pero nadie quiere que esa experiencia se repita. Por tanto, no es racional que utilicemos nuestras posibilidades limitadas para un objetivo tan descomunal.
P. Usted se ha mostrado cr¨ªtico con las conversaciones de paz ¨¢rabe-israel¨ªes. ?Cu¨¢l es la alternativa? ?M¨¢s conflicto?
R. Nuestra l¨®gica est¨¢ clara, y coincide con los principios de las Naciones Unidas. Como consecuencia de lo que Israel ha hecho, una naci¨®n, el pueblo de Palestina, ha quedado arruinado; hay unos cuatro millones de palestinos refugiados en todo el mundo. No nos parece correcto que los palestinos deban verse privados para siempre de regresar a su patria. No decimos: 'Tos que hab¨¦is venido a Israel, deb¨¦is abandonar esa tierra". El mundo deber¨ªa adoptar una postura que permitiera a los palestinos regresar a su patria y crear un sistema en el que la gente pueda vivir unida libremente.
P. Se ha criticado mucho a Ir¨¢n por su supuesta injerencia en Egipto, Sud¨¢n y Argelia.
R. Esa es una acusaci¨®n cobarde.
P. ?Qu¨¦ cree usted que sucede en esos pa¨ªses?
R. Creo que a los musulmanes de Argelia y Egipto no les gusta su Gobierno, as¨ª que se oponen a ¨¦l. Pero no por eso aceptan nuestras ideas, ni siquiera mantienen buenas relaciones con nosotros.
P. Tienen ustedes un problema de deuda externa a corto plazo que es ahora la pesadilla del pa¨ªs (de unos 5.000 millones de d¨®lares).
R. Tenemos una renta de unos 20.000 millones de d¨®lares y menos de 10.000 millones de d¨®lares en compromisos contra¨ªdos. Creo que tenemos la situaci¨®n bajo control.
P. Ustedes han criticado a EE UU y a Occidente por no hacer m¨¢s con respecto a Bosnia. ?Qu¨¦ les gustar¨ªa que hicieran?
R. Creo que EE UU podr¨ªa hacer mucho m¨¢s de lo que ha hecho hasta ahora. Durante la ocupaci¨®n de Kuwait, EE UU demostr¨® lo que pod¨ªa hacer.
P. En otras palabras, si Estados Unidos interviniera militarmente en nombre de los musulmanes bosnios, ?ustedes no lo interpretar¨ªan como una conspiraci¨®n imperialista?
R. No.
P. ?Lo aplaudir¨ªan?
R. ?Por qu¨¦ no? Si no hay objetivos imperialistas, ?por qu¨¦ no ¨ªbamos a valorar algo bueno, algo que podr¨ªa poner fin a la opresi¨®n?
P. ?No tienen ustedes conflicto con las aspiraciones de Turqu¨ªa y Pakist¨¢n en Asia Central?
R. Hasta ahora no hemos tenido conflicto. Naturalmente, cuando haya cuestiones materiales, habr¨¢ competencia.
P. En el extranjero se tiene la impresi¨®n de que hay dos Rafsanyanis, el moderado y el de la l¨ªnea dura.
R. Esos t¨¦rminos, moderado y extremista, son palabras suyas. Creo que he sido coherente desde el principio. Soy un revolucionario: particip¨¦ en la lucha y pas¨¦ casi todos los a?os de mi juventud en la c¨¢rcel. He sido uno de los te¨®ricos de este sistema. En nuestra cultura se rechazan ambos extremos: creemos que la gente debe ser moderada. Cuando digo que nos gustar¨ªa tener una coexistencia pac¨ªfica con Occidente, la interpretaci¨®n es que a Ir¨¢n le gustar¨ªa librarse de los valores revolucionarios, pero, para nosotros, es posible tener ambas cosas. Cuando defiendo la revoluci¨®n, dicen ustedes que soy de la l¨ªnea dura; cuando digo que nos gustar¨ªa tener cooperaci¨®n con Occidente, dicen que estoy siendo moderado. Eso es porque no conocen Ir¨¢n. Por lo que a nosotros respecta, ambas cosas van de la mano.
P. ?Es el apoyo a la revoluci¨®n tan fuerte como hace cinco a?os?
R. Incluso m¨¢s fuerte.
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