La Eva africana

El profesor Luigi Luca Cavalli-Sforza publicar¨¢ en breve un libro titulado "Historia y geograf¨ªa de los genes humanos". Se trata de una nueva historia de la humanidad escrita por este genetista, director del Proyecto de Diversidad del Genoma Humano, que ha empleado los ¨²ltimos a?os en crear un banco de datos gen¨¦ticos sobre los diferentes pueblos de la tierra.El profesor Cavalli-Sforza ha demostrado que el mapa de las diferencias gen¨¦ticas coincide con el mapa de las diferencias ling¨¹¨ªsticas. Y que desde los primeros agricultores del neol¨ªtico, la actual diversidad cultural y gen¨¦tica se debe a olas sucesivas de migraciones. El estudio de lo que queda de las tribus pigmeas de ?frica ha permitido demostrar que incluso en las poblaciones m¨¢s aisladas se observan grandes similitudes gen¨¦ticas con las poblaciones pr¨®ximas. Y en este caso, la diferencia sustancial, un gen que determina la menor estatura de los pigmeos -130 a 150 cent¨ªmetros-, se explica por la necesidad de adaptarse al medio. "Efectivamente, la estatura m¨¢s peque?a favorece la supervivencia en un medio de selva tropical con humedad y calor extremos".

En el origen de todo, Cavalli-Sforza tambi¨¦n encuentra una Eva, de la que partieron todas las poblaciones y en eso coincide, y de ello se congratula, con Allan G. Wilson, el genetista de la universidad de Berkeley (California) que con sus estudios del ADN mitocondrial lleg¨® a demostrar que se pod¨ªa seguir una l¨ªnea que conduc¨ªa a una sola mujer: la Eva africana. "Lo cual no quiere decir que hubiera s¨®lo una mujer viva sobre la tierra", precisa Cavalli-Sforza. "Muchas otras mujeres pudieron vivir al mismo tiempo. Sencillamente: sus linajes mitocondriales se extinguieron y s¨®lo perdur¨® hasta nuestros d¨ªas el de aquella Eva africana".