"Me da miedo llegar a ser estrella"
Prefiere estar agazapado en la humildad porque dice que es desde donde salta mejor. Ha labrado su carrera paso a paso, sin sobresaltos, dando tiempo a1tiempo. Se reconoce inseguro y ambicioso, y por, ello todo lo que ocurre a su alrededor lo supervisa con lupa. Tras su gran salto a Hollywood, ha vuelto a Espa?a, donde ayer termin¨® de rodar Dispara, a las ¨®rdenes de Carlos Saura. A sus 32 a?os, Antonio Banderas cree llegado el momento de parar de hacer tanto cine y comienza a rechazar guiones. Sin embargo, su entusiasmo y energ¨ªa no se apagan y acaba de firmar un contrato Para interpretar a un vampiro veneciano en el pr¨®ximo filme de Neil Jordan. A pesar de todo, la prudencia invade la vida de este actor, que prefiere considerarse un obrero de su profesi¨®n. "Posiblemente me da miedo llegar a ser estrella".
Es en su mirada y en su energ¨ªa donde reside el mayor atractivo de Antonio Banderas. La caravana instalada en pleno encinar madrile?o que le sirve de descanso durante el rodaje, y desde donde aprovecha para seguir en un minitelevisor la campa?a electoral, se le queda demasiado peque?a. Irradia un entusiasmo y una pasi¨®n ilimitados que parecen salirle directamente de la piel. Esa misma pasi¨®n que lleva al periodista que interpreta en el filme Dispara a la busca de un misterio. "Es un personaje medio t¨ªmido, muy imbuido en su trabajo, que de pronto se engancha en una historia de amor at¨ªpica en, su vida. Es un periodista que va a hacer una entrevista a una caballista de un circo y, finalmente esa entrevista trasciende y se convierte en un mundo sin respuesta y en una serie de sentimientos contradictorios y confusos", explica Banderas sobre la pel¨ªcula que protagoniza junto a la italiana Francesca Neri.
El filme, de producci¨®n ¨ªtaloespa?ola -la productora espa?ola es Arco-Film- ha supuesto el reencuentro de Banderas con Carlos Saura despu¨¦s de su trabajo hace: 10 a?os en Los zancos.
Han sido 10 a?os en los que su vida se ha transformado de manera radical. Primero se convirti¨® en el actor fetiche de Pedro Almod¨®var, con quien protagoniz¨® cinco pel¨ªculas (Laberinto de pasiones, Matador, La ley del deseo, Mujeres al borde de un ataque de nervios y ??tame!) y luego dio el gran salto a Hollywood. Un salto que, a pesar del ¨¦xito, ha sido calificado por Almod¨®var como la imposici¨®n de "una dudosa corona" tras haber rechazado su ¨²ltima pel¨ªcula estrenada, Tacones lejanos. "Yo no me he puesto ninguna corona. He ido a hacer una pel¨ªcula [Los reyes del mambo], a: aprovechar una infraestructura que se me brindaba en aquel momento. Tuve que elegir. Ya hab¨ªa hecho cinco pel¨ªculas con Almod¨®var y me apetec¨ªa hacer otra cosa. M¨¢s simple que eso no hay nada. Aunque s¨®lo hubiera sido para decirle a mis nietos que yo hab¨ªa trabajado en Hollywood una vez en la vida, lo hubiera hecho. Lo que pasa es que no ha sido as¨ª, y luego me han llamado para hacer otra pel¨ªcula de estudio en la Columbia y ahora otra para la Warner Brothers. De alguna forma, la batalla la he ganado", contesta Banderas, que afirma que notiene nada que reprochar al di: rector manchego.
"Las cosas tienen un color. Yo no soy est¨²pido y tengo que reconocer que me he tenido que esforzar y pasar ¨¦pocas en Los ?ngeles donde nadie me hacia ni pu?etero caso, he tenido que trabajar muy duro, pero si yo no hubiera contado con la carta de visita de las cinco pel¨ªculas con Almod¨®var, posiblemente me hubiera resultado todo m¨¢s dif¨ªcil. ?Por qu¨¦ voy a dejar de reconocer eso porque Almod¨¢var vaya diciendo por ah¨ª que yo me he puesto coronas? Si es que eso me independiza de ¨¦l. Yo no quiero entrar en confrontaci¨®n con Almod¨®var; no lo necesito, y yo soy muy pr¨¢ctico en ese sentido. Mi mundo est¨¢ delante de la c¨¢mara, cuando alguien me dice ?Acci¨®n!' y cuando alguien me dice '?Corten!'. ?se es mi espacio de libertad. Todo lo dem¨¢s son chascarrillos, y yo no entro w los chascarrillos".
Hollywood le ha quitado complejos y le ha dado mayor seguridad -"me ha permitido creer m¨¢s en m¨ª mismo, a pensar que yo puedo estar a la altura de grandes actores"-, pero ese af¨¢n controlador de s¨ª mismo no le permite ni volar por las nubes ni rendirse a ninguna evidencia de vanidad. "Sigo siendo una persona muy insegura. Lo sigo siendo despu¨¦s de 35 pel¨ªculas. Tengo ahora mismo cinco pel¨ªculas por estrenar y no s¨¦ los resultados de esos trabajos. No puedo ser triunfalista sin haberlas visto. Si se estrenan y la cr¨ªtica es excelente, y se convierten en un ¨¦xito de taquilla, a lo mejor mi vanidad crece. Pero tampoco quiero que la gente espere demasiado de m¨ª, no creo que sea bueno crear esa expectativa. Voy poniendo peque?as cu?as donde luego me ir¨¦ apoyando. Los personajes que he desarrollado en pel¨ªculas como Philadelphia [a las ¨®rdenes de Jonathan Demmel y La casa de los esp¨ªritus [con Bille August de director y Jeremy Irons, Glenn Close, Vanessa Redgrave y Meryl Streep como int¨¦rpretes] son quintos personajes, pero todo eso forma parte de un curr¨ªculo. Es un trabajo m¨¢s de conciencia que de valent¨ªa".
Seguro de que las creaciones en la vida de un actor terminan llegando, Banderas conf¨ªa con entusiasmo, siempre contenido, en la pel¨ªcula de Neil Jordan, el irland¨¦s que gan¨® el ¨²ltimo Oscar al mejor gui¨®n original por Juego de l¨¢grimas, producida por la Warner Brothers, con quien ya ha firmado el contrato. Entrevis ta con un vampiro cuenta tam bi¨¦n en el reparto con Brad Pitt y Dany Day Lewis, y se rodar¨¢ en Nueva Orleans, Par¨ªs y Londres. "Aunque entra dentro del g¨¦nero de terror, es una pel¨ªcula rom¨¢ntica con un toque de comedia, con un gui¨®n muy inteligente y muy bien dialogado". Banderas cada vez ve m¨¢s claro que la pel¨ªcula de Jordan cerrar¨¢ una etapa en su vida. "Creo que debo parar de hacer tanto cine. Estoy cansado, necesito llenar el saco porque me siento un poco vac¨ªo. Se me han dado situaciones muy bonitas y muy aventureras para relatarlas en una novela, pero que no me satisfacen. El d¨ªa que me incorpor¨¦ al rodaje de La casa de los esp¨ªritus hab¨ªa empezado a rodar Philadelphia a las seis de la ma?ana, y hab¨ªa terminado a las siete de la tarde. Me met¨ª en un avi¨®n a Londres y de Londres a Portugal. Luego, tras cuatro horas de coche, me vi acuando en otro plat¨®. Eso no lo puedo seguir haciendo si quiero ser seno con mi profesi¨®n. Es demasiada descarga que no me conduce a nada, lo ¨²nico que hace es crearme m¨¢s inseguridad. Mi ideal para una posible nueva etapa ser¨ªa hacer una pel¨ªcula al a?o; posiblemente voy a rechazar muchos m¨¢s guiones y voy a escoger los trabajos con lupa. Me gustar¨ªa tener entrevistas con los directores donde no s¨®lo ellos me van a poner a prueba a m¨ª, sino yo tambi¨¦n a ellos".
Interesado en otros terrenos del cine, quiere explorar en ellos y no descarta adentrarse en la producci¨®n. "Me gustar¨ªa ser productor de ideas, el que puede poner a determinada gente junta para hacer un determinado proyecto".
El ¨²nico momento en el que el rostro de Banderas se endurece es cuando se le pregunta si su carrera en Estados Unidos se va a limitar a N¨¦stor Castillo, el protagonista de Los reyes del mambo. "De eso nada", contesta con rotundidad casi asesina. "Eso es s¨®lo el comienzo. Yo quiero trabajar m¨¢s en ese pa¨ªs y que se me vea mejor; seguir creciendo lo mismo que he hecho aqu¨ª. Hasta ahora, Hollywood me ha pretendido a m¨ª sin yo quererlo demasiado. Ahora me apetece meter yo la cabeza, jug¨¢rmela un poco m¨¢s y ver hasta d¨®nde puedo dar de s¨ª. Voy a superar a N¨¦stor Castillo".
Busca ante todo la verdad y la honestidad. "El secreto de un actor est¨¢ en su honestidad. El que tenga una honestidad brillante, ganar¨¢; el que tenga una honestidad mediocre, no ganar¨¢, pero ser¨¢ honesto, y el que mienta, mentir¨¢, y la gente le pillar¨¢". Sobre todo esto y sobre el miedo que le da llegar a ser una estrella se comer¨¢ el coco estos d¨ªas subido en su mountain-bike antes de viajar a Argentina, donde le espera su m¨¢s pr¨®ximo proyecto: el rodaje de De amor y de sombra. Por ahora, en la caravana, su ilusi¨®n incombustible no desaparece ni cuando le dan a elegir para la cena entre coliflor o paella: "?Paella, paella!".
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