"Prefiero morir como poetisa que vivir como pol¨ªtico"
Mar¨ªa Elena Cruz Varela sali¨® el martes pasado de una c¨¢rcel cubana, despu¨¦s de a?o y medio de oscuridad. Dos oficiales del Ministerio del Interior la llevaron a su nueva casa en la ciudad de Matanzas, un lugar tranquilo y alejado de los ruidos disidentes de La Habana. Ella asegura que suexcarcelaci¨®n no se debe a pacto alguno y que el cambio de residencia responde a una "decisi¨®n propia". All¨ª concedi¨®, nada m¨¢s llegar, una entrevista a EL PA?S. Los dos oficiales que la acompa?aban segu¨ªan en la casa, donde todo estaba revuelto, aunque en otra habitaci¨®n.
Mar¨ªa Elena Cruz Varela, de 39 a?os, asegura: "Lo m¨¢s importante para m¨ª, ahora, es la literatura. "Hubo un momento en que sent¨ª ser una poetisa que disent¨ªa de determinadas pol¨ªticas seguidas por el Gobierno, pero nunca pens¨¦ en hacer carrera pol¨ªtica. Eso se me fue de las manos. No quiero que de nuevo mi pasi¨®n por la literatura se vea afectada por nada".Pregunta. ?Quiere eso decir que ya no le interesa la pol¨ªtica?
Respuesta. Quiere decir que prefiero morir como poetisa que vivir como pol¨ªtica. Tambi¨¦n, que en estos momentos en que la situaci¨®n de mi pa¨ªs es cr¨ªtica, yo cuelgo el h¨¢bito dentro de la oposici¨®n.
P. ?Cu¨¢l es la raz¨®n de este cambio tan brusco?
R. Me preocupa mucho cu¨¢l va a ser el destino de mi pa¨ªs, y c¨®mo se va a salir de esta crisis, independientemente de quien est¨¦ en el poder. En estos momentos dif¨ªciles no le voy a dar la espalda a mi pa¨ªs. Ser¨ªa demasiado terrible que yo siga contribuyendo a los grandes conflictos que hay dentro de Cuba.
P. ?Ha pactado usted algo o se ha comprometido a callar para poder salir de la c¨¢rcel?
R. Yo no he salido en libertad condicional por ning¨²n compromiso. La libertad condicional siempre presupone determinadas actitudes de parte de cualquier sancionado. Pero en mi caso, no hay ning¨²n compromiso m¨¢s al margen.
P. Lo que dec¨ªa antes choca con su pasado disidente. La gente la conoce como una v¨ªctima del r¨¦gimen por sus ideas.
R. Eso precisamente es lo que me ha decidido a colgar los h¨¢bitos de la oposici¨®n. Se ha manipulado demasiado mi nombre, se ha dicho que yo era torturada, que me daban electrochoques, y todo eso es mentira.
P. ?Sabe que mucha gente va a creer que lo dice presionada?
R. La gente siempre va a hablar. Desde que perd¨ª el anonimato, corro ese riesgo. Pero lo prefiero a aceptar que se me marque un destino de antemano. Prefiero arar desnuda en las vi?as de la ira, que ejercitar un papel que se me est¨¢ imponiendo y que no me interesa. S¨¦ que esta posici¨®n puede afectar incluso mi imagen como poeta, pero si es as¨ª tampoco quiero ser esa poeta. Si no me reconocen ahora, ya vendr¨¢n tiempos mejores, tengo mucho que decir, pero por escrito.
P. ?Nunca ha sido torturada, ni siquiera psicol¨®gicamente?
R. Eso es totalmente falso. Jam¨¢s me han torturado, ni me han dado tratamiento psiqui¨¢trico ni electrochoques. Es cierto que durante todo el tiempo que pas¨¦ en la c¨¢rcel -excepto los ocho meses que estuve ingresada en un hospital aquejada de un problema ginecol¨®gico- conviv¨ª con presas comunes. Pero siempre me respetaron.
P. ?Parece que se est¨¢ arrepintiendo de su pasado?
R. No me arrepiento de nada de lo que hice. No estoy entonando un mea culpa, pero si le digo la verdad, esta Mar¨ªa Elena me gusta m¨¢s, me interesa m¨¢s que la otra.
P. ?Admite los delitos por los cuales se la conden¨®?
R. Est¨¢n tipificados en el C¨®digo Penal como delito, pero pienso que este c¨®digo merece unas cuantas revisiones. Se me acus¨® de asociaci¨®n ?l¨ªcita, pero seg¨²n la Ley de Asociaciones, despu¨¦s de solicitar la legalizaci¨®n en el Ministerio de Justicia, ¨¦ste tiene un plazo de 60 d¨ªas para responder. A m¨ª nunca se me dio respuesta. Tampoco considero haber difamado a nadie.
P. ?De qui¨¦n sali¨® la idea de salir de La Habana y venir a vivir a Matanzas?
R. Es una decisi¨®n totalmente m¨ªa, que surgi¨® de la necesidad de pensar y reflexionar un poco sobre mi vida. Ahora soy como una persona a la que se le ha movido el suelo que pisa. Tengo que ver c¨®mo me inserto aqu¨ª, quisiera que mi hijo, Arnold, venga a quedarse conmigo.
P. ?Ha pensado en alg¨²n momento abandonar Cuba?
R. No, nunca. Me siento cubana y no me quiero marchar de aqu¨ª. Quiero compartir la suerte de este pueblo desde el anonimato. Si alguna vez pens¨¦ en marcharme, se me quit¨® la idea cuando se fue mi hija Mariela.
P. ?No quer¨ªa que se fuera?
R. No. Necesitaba mucho conversar con ella, la necesitaba a mi lado, al menos hasta que saliese de la c¨¢rcel. Pero ella es libre y yo nunca interfer¨ª en su decisi¨®n.
P. ?Piensa que un cambio en Cuba debe estar dirigido por Fidel Castro?
R. La pr¨¢ctica me ha demostrado que a pesar m¨ªo, sin m¨ª, conmigo en la oposici¨®n o fuera de ella, ¨¦l es el dirigente m¨¢ximo y por lo tanto no voy a discutir su legitimidad.
Antes de concluir, y sin que medie pregunta alguna, Mar¨ªa Elena se pone a hablar de la Ley Torriceli, adoptada por el Senado norteamericano y que intensifica el bloqueo econ¨®mico contra la isla. "Le agradezco a ese se?or que me haya iluminado el camino. ?l me ha ayudado m¨¢s que la Seguridad del Estado a tomar una posici¨®n".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.