El aumento de la infertilidad masculina se relaciona con la dieta y la contaminaci¨®n

Los cient¨ªficos disponen ya de datos suficientes para asegurar que la calidad del semen humano se ha deteriorado dr¨¢sticamente en los ¨²ltimos 50 a?os. Ahora tratan de saber la causa. Una reciente hip¨®tesis concluye que la culpa la tiene, en la mayor parte de los casos, el aumento del nivel de hormonas femeninas a que est¨¢ expuesto el feto masculino durante el embarazo, por la dieta, los tratamientos m¨¦dicos y la contaminaci¨®n ambiental.

Los datos indican que la calidad del semen humano se ha deteriorado en los pa¨ªses desarrollados en los ¨²ltimos 50 a?os, hasta el extremo de que la concentraci¨®n de espermatozoides en un hombre medio saludable ha ca¨ªdo de 113 millones por mililitro en 1940 a 60 millones en 1990. Adem¨¢s, cada vez que el hombre moderno tiene una relaci¨®n sexual, su eyaculaci¨®n es menor que la de su padre y su abuelo. Tambi¨¦n tiene mayor probabilidad de tener enfermedades del aparato, reproductor, incluyendo c¨¢ncer de test¨ªculos, y se dan m¨¢s anormalidades cong¨¦nitas.Dos autoridades mundiales en infertilidad masculina han unido sus fuerzas para hablar sobre el problema en la revista The Lancet de esta semana. Los investigadores creen que puede estar relacionado con la exposici¨®n a altos niveles de la hormona femenina estr¨®geno mientras se desarrolla el feto en el ¨²tero y que esta exposici¨®n desemboca en una menor producci¨®n de espermatozoides.

Richard Sharpe, brit¨¢nico, y Niels Skakkeback, dan¨¦s, se?alan: "Ya que estos cambios son recientes y parecen haber ocurrido en muchos pa¨ªses, creemos que reflejan efectos adversos del medio ambiente o del estilo de vida sobre el macho m¨¢s que cambios en la susceptibilidad gen¨¦tica". La dieta, por ejemplo, puede tener una gran importancia para explicar el aumento a la exposici¨®n de estr¨®genos. "Los cambios en la dicta pueden haber hecho aumentar la cantidad de estr¨®genos en el medio ambiente, porque muchas plantas y hongos contienen los llamados fitoestr¨®genos, que causan anormalidades reproductoras en los animales que los consumen". La dieta moderna occidental es baja en fibra y alta en grasas y carbohidratos refinados, y puede alterar la forma en que estos estr¨®genos son procesados en el cuerpo, de forma que aumentan los niveles de exposici¨®n de las mujeres y de los fetos que albergan.

Cadena alimenticia

Los dos cient¨ªficos se?alan tambi¨¦n la posible contribuci¨®n de la contaminaci¨®n. Muchos de los compuestos qu¨ªmicos que se han introducido en el ambiente en los ¨²ltimos 50 a?os tienen un d¨¦bil efecto estrog¨¦nico y son resistentes a la biodegradaci¨®n. Ahora se encuentran firmemente imbricados en la cadena alimenticia y se acumulan en el organismo humano.

El primer indicio de que los estr¨®genos podr¨ªan desempe?ar un papel crucial vino de la observaci¨®n de anormalidades en ni?os a cuyas madres se les hab¨ªa suministrado un estr¨®geno sint¨¦tico durante el embarazo para evitar el riesgo de aborto.

La forma en que los estr¨®genos afectan al desarrollo del feto y dan lugar a una menor producci¨®n de espermatozoides en los hombres puede pasar por las c¨¦lulas de Sertoli, que est¨¢n situadas en los test¨ªculos. Son una fuente de estr¨®geno natural y regulan la producci¨®n de otras hormonas necesarias para el desarrollo del aparato reproductor masculino. Bajo el control de otra hormona, las c¨¦lulas de Sertoli se multiplican hasta justo antes de la pubertad. En el feto, la excreci¨®n de esta hormona de control es muy sensible a los estr¨®genos, de forma que la exposici¨®n a los estr¨®genos puede llevar a una interrupci¨®n en la multiplicaci¨®n de estas c¨¦lulas, cuyo n¨²mero final determina la producci¨®n de espermatozoides durante la fase adulta. Se tratar¨ªa as¨ª de un problema de cantidad, y no de calidad, pero que compromete de todas formas la fertilidad. Los especialistas concluyen que debe investigarse m¨¢s en esta v¨ªa, ya que si el problema reside en la exposici¨®n a los estr¨®genos en el ¨²tero se puede prevenir.

Copyright: The Lancet.