Elecciones en el S¨¢nchez Pizju¨¢n

Los ciudadanos indecisos, confundidos por tanto discurso pol¨ªtico, deben saber que -como dijera Roberto Perfumo, m¨ªtico central del Racing de Avellaneda- en el f¨²tbol "se piensa con el cuerpo". Dos equipos en juego est¨¢n, siempre, representando sentimientos, ideas y pasiones, todo lo que constituye una forma de ser y entender la vida propia y ajena. En los estadios se centrifuga esa parte de las personas que no sale en los peri¨®dicos, pero que hace la historia.El f¨²tbol no es inocente. No fue inocente el partido que el Tenerife de Jorge Valdano le gan¨® al Sevilla de Carlos Bilardo en la primera rueda de la Liga. De otro modo no pod¨ªa entenderse por qu¨¦ ese modesto, encuentro entre dos equipos de segunda l¨ªnea tuvo semejante inter¨¦s para la prensa escrita, la televisi¨®n, la radio y los aficionados de Argentina. All¨ª donde est¨¦n Bilardo y Valdano se estar¨¢ discutiendo algo esencial.

En este debate ideol¨®gico alrededor del f¨²tbol, que se inici¨® cuando el entrenador argentino C¨¦sar Menotti, bebedor de las fuentes brasile?as, propuso retomar el esp¨ªritu del f¨²tbol suramericano, se discute por mucho m¨¢s de una t¨¢ctica determinada. Es, en t¨¦rminos pol¨ªticos, la oposici¨®n entre dos proyectos. El de la derecha, que representa Carlos Bilardo, con su dictadura del orden y la moral, y el de la izquierda que encarna Jorge Valdano con su solidaridad por decreto.

Todo esto, claro est¨¢, es pura palabra, una chapucera teor¨ªa del big bang futbol¨ªstico. Aqu¨ª lo ¨²nico que importa de verdad es lo que pasa por el cuerpo del que juega y del que mira. Bilardo dice que a esos pedazos de carne que pagan su billete de entrada al estadio lo ¨²nico que les importa es que su equipo gane. Como sea, pero que gane. Por su parte, Valdano es de los que todav¨ªa cree que entre el comienzo y el fin, antes de que se sepa como termina y morir, existe el placer de ver y saber jugar. As¨ª est¨¢n las cosas, ahora usted vaya hoy al estadio (21.00) y deje que su cuerpo elija y vote.