Arqu¨ªmedes vive en el Nervi¨®n
La Naval de Sestao abandona los n¨²meros rojos tras dos decenios de p¨¦rdidas
La Naval de Sestao no hace aguas y, de momento, ha conseguido borrar el tono rojo que sus cuentas han arrastrado en los dos ¨²ltimos decenios. Los contratos a ritmo de mariachis con Transportaciones Mar¨ªtimas Mexicanas, por 38.000 millones de pesetas, y los siete pedidos de los vikingos Knutsen, de 59.000 millones, conseguir¨¢n que el principio de Arqu¨ªmedes funcione en Sestao hasta finales de 1.994.
Manuel Iturrate, director de La Naval de Sestao (Vizcaya), astillero dependiente de Astilleros Espa?oles (Aesa), dibuja una sonrisa de proa a popa al presentar los beneficios: 1.619 millones de pesetas antes de impuestos en 1992. "La calidad de Aesa es comparable con los mejores astilleros del mundo". La aseveraci¨®n proviene del representante de un pueblo navegante y bregado en el inestable mercado naval. Trygve Seglen, director de la compa?¨ªa noruega Knutsen, recibi¨® el viernes el petrolero lanzadera Tordis Knutsen, dotado por primera vez en Europa con doble casco y doble fondo como medida para incrementar la seguridad. La confianza de la que hace gala el armador de Knutsen, con una flota de 16 barcos entre qu¨ªmicos y petroleros, le ha llevado a contratar con Aesa desde 1989 y hasta finales de 1993 seis petroleros.La sociedad n¨®rdica quiere tambi¨¦n arribar las gradas que Aesa tiene en Sevilla. Seglen anunci¨® en Bilbao que su empresa negocia la construcci¨®n de un buque petrolero de productos de 27.000 toneladas de peso muerto. El precio del. contrato rondar¨ªa los 25 ¨® 26 millones de d¨®lares (cerca de 3.300 millones de pesetas).
Menor margen este a?o
El conjunto de las factor¨ªas de Aesa ha finalizado el ejercicio con unas p¨¦rdidas cercanas a los 11.000 millones. La Naval, junto con Barreras de Vigo y Puerto Real (C¨¢diz), han sido las tres ¨²nicas plantas con resultados positivos. La factor¨ªa de C¨¢diz ha perdido unos 2.000 millones de pesetas, seg¨²n indic¨® recientemente el presidente de Aesa, Juan S¨¢ez. En el caso de La Naval de Sestao habr¨ªa que remontarse a 1971 para encontrar beneficios: 235 millones de pesetas, aunque en 1977 y 1978 los resultados fueron cero.Manuel Iturrate, director del astillero vizca¨ªno, ha indicado que La Naval espera finalizar 1993 con una facturaci¨®n de 35.600 millones de pesetas, casi 500 millones m¨¢s que la registrada en 1992 y m¨¢s de 11.000 millones respecto a 1991. Sin embargo la cuenta de resultados se resentir¨¢ ligeramente "porque el margen de ganancia de las nuevas construcciones [portacontenedores] es inferior al de los barcos entregados y comprometidos con el armador noruego Knutsen [petroleros lanzadera]".
Con todo, Arqu¨ªmedes tiene asegurada la continuidad de su principio en Sestao hasta finales de 1994. La actual cartera de pedidos de La Naval, que cuenta con una plantilla de 1.700 trabajadores directos y otros 800 indirectos, est¨¢ compuesta por dos petroleros de 123.000 toneladas para la compa?¨ªa noruega Knutsen y cuatro portacontenedores para Transportaciones Mar¨ªtimas Mexicanas. Estos ¨²ltimos forman parte del contrato cerrado en 1991 para construir cinco buques portacontenedores valorados en 38.000 millones de pesetas. El volumen de negocio de los seis buques asciende a unos 67.000 millones de pesetas. La entrega de la ¨²ltima de estas construcciones en cartera est¨¢ prevista para finales de 1994.
Iturrate conf¨ªa en dos posibilidades y en una realidad. En el primer capitulo estar¨ªan los contratos que rondan al mundo sudamericano (Colombia, Venezuela, Argentina) y el cambio de tendencia del mercado para 1994-95. En el terreno de las realidades palpables est¨¢ la pr¨®rroga de la directiva comunitaria VII hasta 1994, que permitir¨¢ seguir recibiendo de las administraciones el 9% del precio del contrato como prima p¨²blica a la construcci¨®n. Estas ayudas y primas a la construcci¨®n permiten a los astilleros un mayor margen de maniobra para ajustar los precios de los contratos.
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