El nuevo Gobierno franc¨¦s aspira a reducir al m¨ªnimo la mano de obra extranjera

Charles Pasqua lo dijo ayer con la crudeza que le caracteriza: "Francia ya no quiere ser un pa¨ªs de inmigraci¨®n". La crisis econ¨®mica y el auge de la extrema derecha fueron los argumentos empleados por el ministro gaullista del Interior para justificar semejante ruptura con la tradici¨®n francesa. "Francia ha sido un pa¨ªs de inmigraci¨®n, pero ya no quiere serlo, ya no puede permit¨ªrselo", dijo en una entrevista publicada por Le Monde. "El objetivo al que aspiramos es conseguir un nivel cero de inmigraci¨®n".Ese objetivo, precis¨® Pasqua, es "irrealizable", puesto que la econom¨ªa francesa "puede tener necesidad de tal o cual categor¨ªa de extranjeros". No obstante, el ministro del Interior reiter¨® que, "dada la gravedad de la situaci¨®n econ¨®mica", el "nivel cero" debe ser "la tendencia". "Si no nos atenemos con firmeza a esta l¨ªnea, la opini¨®n p¨²blica se endurecer¨¢ y el pa¨ªs derivar¨¢ hacia la extrema derecha", asegur¨®.

Pasqua presentar¨¢ hoy en Consejo de Ministros sus planes para limitar la entrada y la estancia de extranjeros en Francia. Esos planes han sido severamente criticados por las Iglesias cat¨®lica y protestante, las comunidades jud¨ªa y musulmana y las organizaci¨®nes antirracistas y de derechos humanos.

En sinton¨ªa con las ideas de Pasqua, los ministros de Interior y de Justicia de la Comunidad Europea (CE) discutieron ayer en la capital danesa la manera de estrechar la cooperaci¨®n en materia de inmigraci¨®n y asilo entre los Doce, as¨ª como una propuesta para restringir la entrada de extranjeros en los pa¨ªses comunitarios, informa Charo Gasca desde Copenhague.

El informe que estaba sobre la mesa recomienda adoptar medidas efectivas para detener y expulsar a aquellas personas que han llegado a los pa¨ªses comunitarios ilegalmente o a los extranjeros que ayudan a los inmigrantes ilegales.

Cumbre franco-germana

Las declaraciones de Pasqua coincidieron tambi¨¦n con el comienzo en Baume, una localidad de Borgo?a, de la 61 a cumbre franco-alemana. Fran?ois Mitterrand, el presidente socialista, y Edouard Balladur, el primer ministro gaullista, afrontaron el estreno internacional de su cohabitaci¨®n con el mismo esp¨ªritu: la alianza con Alemania sigue siendo el eje de la pol¨ªtica exterior francesa. El car¨¢cter bic¨¦falo de la delegaci¨®n francesa que se re¨²ne durante dos d¨ªas con el equipo alem¨¢n encabezado por el canciller Helmut Kohl no le impidi¨® hablar con una sola voz.